viernes, abril 26, 2024

Mitos y realidades del emprendimiento

LAURA SEPULVEDA

Seguramente en algún momento has escuchado que ser emprendedor es sinónimo de libertad y dinero. Sin embargo, la realidad es un poco más compleja que eso. De antemano, lo primero que te puedo decir; es que necesitas invertir tiempo y esfuerzo para crecer, pero sin duda hay muchos caminos distintos para llegar al éxito.

Emprender es tener la iniciativa de empezar un nuevo negocio con la intención de solucionar algún problema o atender una necesidad de un sector del mercado específico, le añadiría ingredientes diferenciadores que te hagan más competitivo del resto de los demás. Al final, emprender se resume en creatividad, proactividad, pasión, autoconocimiento, colaboración y deseo de superación.  El problema es que existen ideas equivocadas sobre la vida de un emprendedor como: “necesitas mucho dinero”, “solo las ideas transformadoras salen adelante”, “un emprendedor nace y no se hace”, “ser tu propio jefe es un sueño hecho realidad”, “emprender es fácil”. Todas estas son solo algunas de las ideas más comunes que muchas personas tienen sobre el emprendimiento. Tristemente, dejarse llevar por estas ideas puede hacer que muchos se desanimen o que, por el contrario, empiecen un negocio con expectativas irrealistas.

Por esa razón, te hablaré de estos mitos y realidades sobre lo qué es emprender.

Mito: Solo los jóvenes emprenden.

Solemos pensar que los emprendedores son siempre jóvenes que están iniciando su vida en los negocios. No obstante, no existe ninguna edad “ideal” para emprender y nunca es demasiado tarde para intentarlo. Después de todo, cualquiera puede ser emprendedor, sin importar la edad, nivel de experiencia o habilidades empresariales.

Realidad: Tendrás altos y bajos… pero valdrá la pena.

Como todo nuevo reto en la vida, emprender está lleno de altos y bajos, así que hay que aprender a manejar esas situaciones. Habrá espacio para la ansiedad, pues hay mucha incertidumbre y preocupación por el dinero y la salud del negocio. Algo parecido ocurre cuando tenemos una temporada de mucho ingreso: nos emocionamos y podemos tomar decisiones apresuradas sin pensar a futuro. En cualquiera de esos escenarios, ponemos en riesgo la estabilidad de nuestra empresa. Por esa razón, no podemos dejarnos llevar por nuestras emociones, sean buenas o malas. Hay que entrenar nuestra mente para sobrellevar los altos y bajos del camino y saber atorarle a la frustración y salir de ella.

Mito: Necesitas tener mucho dinero.

Si bien es cierto que para crear cualquier negocio hay que invertir recursos, no necesitas tener un capital considerable para emprender. Es completamente factible desarrollar un proyecto con capital. Todo dependerá de tu propuesta y el plan de negocio que realices, buscar soluciones y usar tu creatividad, incluso buscar inversores, aliados o una colaboración que te ayuden a dar tus primeros pasos. Teniendo una idea sólida y con objetivos claros podrás convencer a los demás en invertir en tu idea.

Realidad: Cualquiera puede ser emprendedor.

Sin importar tu nivel de experiencia, formación académica, o habilidades de negocios, puedes convertirte en un emprendedor exitoso si te lo propones. Contrario a lo que muchos podrían pensar, no necesitas ser un genio ni un empresario experimentado para iniciar un negocio. De hecho, una parte clave para definir ¿qué es emprender? es saber rodearte de las personas indicadas para hacer realidad tus ideas. Además, más allá de asesorarte con otras personas, todas las habilidades para manejar un negocio se pueden aprender y entrenar.

Mito: Una buena idea es suficiente para alcanzar el éxito.

Aunque tengas una idea de negocio increíble, si no tienes disciplina ni un plan con metas claras, será prácticamente imposible alcanzar el éxito. Ningún proyecto se hace por sí solo. Para llegar lejos, debes dedicar mucho tiempo a investigar, asesorarte, y organizar una ruta para conducir tu idea de negocio hacia tus objetivos. Deberás aprender a manejar tus finanzas para evitar cometer errores y hacer tu idea rentable en su modelo de negocio.

Realidad: Necesitas ayuda para avanzar.

A pesar de que la idea para tu emprendimiento sea 100% tuya, deberás buscar ayuda para aterrizar con todo lo que implica llevar un negocio. Piensa en las áreas que conforman a una empresa: marketing, finanzas, recursos humanos, logística, etc. Es imposible que puedas dedicarte a todas al mismo tiempo y  mucho menos que puedas hacer un buen trabajo en ellas, pues no estarías explotando tus talentos en lo que realmente sabes hacer mejor. No temas buscar apoyo y recibir mentorías, ya que para avanzar con pasos seguros y tomar mejores decisiones, necesitas tener la mente despejada y recibir ayuda para ser más asertivo.

Mito: Emprender es fácil y rápido.

Algunas personas creen que pueden dejar su trabajo para empezar su propia empresa porque eso les asegurará más dinero en poco tiempo. No hay nada más falso que esto. Entender, que emprender, implica asumir el compromiso de pasar horas planificando, analizando, estructurando y trabajando sin recibir ni un centavo. Todo para sentar las bases de un negocio. Fundar una empresa, de cualquier tamaño que sea, es un trabajo de tiempo completo que involucra un montón de responsabilidades que no son sencillas ni agradables. Aun así, es muy satisfactorio ver los frutos de tu esfuerzo, así que vale muchísimo la pena.

Realidad: Hay que tomar riesgos.

Si bien hay que tener un poco de cautela para tomar las decisiones adecuadas, para emprender hay que ser audaces. Esto aplica para todas las estrategias de tu plan de negocio. Al momento de entrar en una nueva industria, deberás tomar ciertos riesgos para impulsar el crecimiento de tu idea. De lo contrario, te quedarás estancado en el mismo punto por miedo a salir de una zona segura en la que muy probablemente no vas a sacar provecho de todo tu potencial como negocio. Obviamente, no te vas a lanzar al vacío sin antes haber estudiado los posibles escenarios. Pero, aunque analices todas las consecuencias que podrían surgir con una decisión, siempre habrá un poco de incertidumbre sobre lo que puede pasar. “La cosa está en no detenerse por eso y enfócate en las habilidades y pasiones que puedas descubrir en ti”.

Hablar de mitos y realidades, te da el conocimiento al camino del emprendimiento, y aunque va mucho más allá de hablar de la creación de empresas sostenibles, emprender es una actitud que involucra mucha inteligencia emocional y energía. Y no tiene nada que ver con esas creencias populares que te he descrito.

Un buen emprendedor es proactivo, organizado, audaz y, sobre todo, creativo. Pero eso sí, aunque tengas las mejores intenciones y las ideas más innovadoras, para llegar lejos necesitas disciplina, autoconocimiento, apertura y muchísima preparación.

Y recuerda: El éxito toma tiempo, pero con constancia siempre llega.

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