El medio británico The Economist dedicó su portada al Presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien señaló como “el falso mesías de México”.

En un texto al que dedica cinco páginas, advierte que AMLO es un “peligro para la democracia”.

Considera que el Mandatario mexicano ha escapado del centro de atención en el que se ubican líderes autoritarios populistas en todo el mundo, pues, a diferencia de ellos, no se burla de los homosexuales, no golpea a los musulmanes, ni incita a sus seguidores a incendiar el Amazonas.

Al contrario, hay algo que habla a su favor: da voz a los que no tienen dinero.

Sin embargo, divide a la población en quien lo apoya y quien lo denuncia (“la elite”) a quienes señala como delincuentes y traidores y culpa de todos los problemas del país.

Además, The Economist considera que es un burla para el estado de derecho y lo ejemplifica con los referéndums que ha hecho para determinar el futuro de importantes obras para la economía del país, atrayendo a las urnas a sus simpatizantes que inevitablemente se pondrían de su lado.

La publicación afirma que los votantes tienen la oportunidad de frenar a su Presidente rechazando a su partido, Morena, en los comicios del próximo 06 de junio.

No obstante, advierte sobre las altas tasas de aceptación con las que cuenta el tabasqueño y lamenta que la oposición no haya presentado una oferta coherente para alternar.

Morena, dice, puede retener su mayoría en la Cámara Baja, con la ayuda de sus aliados.

Si bien, reconoce que ha hecho cosas buenas, como aumentar las pensiones y subvencionar el aprendizaje de los jóvenes, critica su gestión de la pandemia y su insistencia por monopolizar el sector energético como ocurría en la década de los 70, lo mismo que su decisión de delegar todo al Ejército.

En otros países, invitar a los hombres con armas a manejar enormes sumas de dinero público con escasa supervisión ha resultado catastrófico, como podría advertirle cualquier egipcio o paquistaní.

Pero López Obrador es conocido por no escuchar los consejos. Su eslogan en las reuniones del gabinete es “¡cállate!”, afirma el texto.

De igual forma, cuestiona el plan de sembrar árboles con el que los agricultores han talado viejos ejemplares para que se les pague por plantar nuevos.

Y la política de “abrazos, no balazos” que no ha dado resultados significativos en materia de seguridad.

La inversión extranjera actúa con cautela ante los “caprichos presidenciales”.

Ha amenazado al organismo que dirige las elecciones.

Sus aliados en el Congreso proyectan una ampliación en el mandato del presidente de la Corte y sus críticos temen que quiera hacer lo mismo.

Dado el riesgo, los votantes del 06 de junio deben apoyar al partido de oposición que esté en mejor posición para ganar. Los partidos de la oposición deberían trabajar juntos para frenar al Presidente, sugiere.

(Con información de The Economist)