lunes, mayo 6, 2024

Columnas Luis Velázquez

Escenarios

•Guerra a los ronquidos

•Se ronca más con el COVID

•Dormir separados

Luis Velázquez

09 de abril de 2021

UNO. El sueño interrumpido

Por fin, muchos años después, Martha Robles encontró una explicación científica para dormir en una recámara aparte de su pareja.

Desde siempre su marido ha roncado. Y ronca tanto que la mantiene con un sueño interrumpido.

Con frecuencia tiene la sensación de que en un ronquido, su pareja quedará infartada y morirá.

Ahora, el COVID le ayudó para tomar la decisión más importante de su vida. Y desde hace ratito duerme en la recámara que un hijo dejó cuando se casó.

DOS. Se ronca más con el COVID

Ella se basó en el reporte del Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño. El COVID, dijeron los médicos, incrementa los trastornos del sueño, entre ellos el insomnio y los ronquidos.

Martha Robles leyó la notica en Internet y se la envió por whatsapp a su pareja y a la hora de la comida habló claro y rotunda con él.

De entrada le dijo que está visto que nunca, jamás, morirá con los ronquidos como ella temía.

Luego le anunció que a partir de la fecha lo dejará dormir solo en la recámara conyugal para que así pueda roncar sin interrupciones, pues ella tenía el lema de que si se trata de roncar, entonces, nadie duerme.

Y lo despertaba a codazos. Y la vida nocturna era una pelea inacabable.

TRES. Vivir alterados

El Instituto del Sueño documenta, entre otras cositas, que el ronquido baja la actividad física y se multiplica con el confinamiento (La Jornada-México).

“En las noches baja la oxigenación… por alguna alteración pulmonar y aumentan los ronquidos” dice el médico.

Por eso es que Martha Robles siempre andaba alterada en el estado de ánimo, incluso con problemas de atención y memoria y cansancio en el transcurso del día.

Y aun cuando a codazos solía despertar a la pareja, de inmediato recuperaba el sueño y se zambulle en el viaje onírico y ronca, mientras ella se la pasaba mirando “al bello durmiente”.

CUATRO. Ruptura matrimonial

De jóvenes, cuando eran novios y solían dormir juntos los fines de semana nunca roncaba.

Pero muchos años después, cuando su panza fue creciendo hasta bambolearse, los ronquidos alcanzaron dimensión estelar al grado de pleitos cotidianos y amenazas de ruptura matrimonial.

Gracias al COVID, desde hace unos días ella duerme aparte. Antes nunca pudo porque el marido se enojaba si lo dejaba solo.

CINCO. Fiesta en paz

Un alto porcentaje de divorcios tiene sus orígenes en los ronquidos.

Más porque el sueño es como la alimentación. Además de servir para el descanso, “el cuerpo se restaura al producirse sustancias para funcionar al día siguiente”. (Ibidem)

Por eso, y para llevar la fiesta en paz con su pareja, el matrimonio que lleva treinta años juntos duerme en recámaras aparte.

El Instituto del Sueño dice que la mejor hora para dormir es de las 11 de la noche a las 7 de la mañana, pues el organismo humano y el cerebro “están diseñados para descansar de noche y estar despiertos de día”.

SEIS. La pareja reencontrada

En un principio el marido enfureció y echó pleito; pero Martha Robles se mantuvo con firmeza en la decisión.

Luego, pasado un ratito, sobrevino la paz de los espíritus porque su pareja puede roncar sin interrupciones, aun cuando sus ronquidos lo suelen despertar.

Ella, en su recámara, y a puerta cerrada, está leyendo unas dos horas cada noche y luego mira unos quince minutos el noticiero televisivo y duerme, lo más importante, sin alteraciones de ningún tipo.

Desde entonces, la pareja se está reencontrando.

Expediente 2021

Ejército de sicarios

Luis Velázquez

09 de abril de 2021

En las últimas semanas, el góber jarocho ha sido insistente y obsesivo con los carteles. Entre ceja y ceja trae, parecer traer a la delincuencia organizada. Nunca antes una guerra tan campal y abierta contra los sicarios y malandros.

El lunes 5 de abril, en rueda de prensa, dice que irían por los cabecillos de los carteles.

“Está güeno”.

Desde Felipe Calderón a la fecha, y desde Patricio Chirinos Calero, en pocas, poquísimas, excepcionales ocasiones han caído los cabecillas del narco y de la droga.

Además, casos singulares, digamos, tipo Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.

Pero al mismo tiempo, vaya paradoja, y como el mismo Chapo lo anunciara en su oportunidad, hay un ejército de sucesores listos para tomar la estafeta.

En el caso de El Chapo, el sucesor fue Jaime “El Mayo” Zambada, entrevistado en exclusiva “en algún lugar del país” por el director general de Proceso, don Julio Scherer García, cuando soldados, marinos, policías y el CISEN, Centro de Información y Seguridad Nacional, rastreaban pistas, y sin suerte.

En Veracruz, por ejemplo, varios cabecillas han caído y el mismo fenómeno se ha reproducido. En automático, otros cabecillas toman el lugar y los carteles y cartelitos se reproducen y multiplican, pues su ejército de sicarios y malandros parece más grande que la División del Norte de Pancho Villa que llegara a tener treinta mil revolucionarios en el campo de batalla.

Según el góber jarocho, “en la zona Córdoba-Orizaba hay dos grupos que están peleando por las plazas. Y estamos analizando. Tienen negocios de giros negros, extorsión y distribución de droga. Y traen una serie de venganzas”.

Bastaría, por ejemplo, leer y releer un reportaje de Ricardo Ravelo Galo, y/o releer con lupa y microscopio algunos de sus libros, once en total, sobre la geografía de la droga en el país y en Veracruz para dar cuenta que la afirmación del góber precioso de Amlo… ningún aporte significa.

Simplemente, reproduciendo el mismo discurso de siempre.

En el sexenio de Enrique Peña Nieto, por ejemplo, el Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales, aseguraba que en Veracruz “operan casi todos los carteles del país”.

Y de inmediato hacía una radiografía puntual con nombres y apellidos, hechos y circunstancias, negocios sucios y chuecos, de cada jefe de plaza.

Nadie dudaría que en la secretaría de Seguridad Pública de Arturo Bermúdez Zurita el titular en el duartazgo, dejaron el inventario de los carteles en Veracruz, región por región, plaza por plaza, de pueblo en pueblo.

Ahora, la cacarean.

¡Ah!, y de paso, descubren que los carteles “tienen negocios de giros negros, extorsión y distribución de droga”.

Según el jefe del Poder Ejecutivo Estatal, “las bandas delictivas están utilizando a sus propios consumidores para que sean distribuidores”.

Súper el descubrimiento, ajá.

La versión es tan antigua, bíblica, milenaria y legendaria como la historia de la humanidad.

Bastaría, por ejemplo, repasar algunas películas sobre el narcotráfico en Estados Unidos y en la frontera norte de México donde queda manifiesto que los carteles terminan usando a sus consumidores (muchos adictivos con incapacidad económica para comprar su droga) como agentes distribuidores.

Nada nuevo, pues, “bajo el sol”.

Una declaración mediática llena de lugares comunes y ocurrencias y resbalones que harían carcajear a los barones de la droga.

La superficialidad. Vacua. Intrascendente y que manifiesta el conocimiento del góber en la materia.

MUCHA CRUELDAD DE LOS CARTELES

Otro hallazgo del góber guinda y marrón es que los cabecillas de la droga “cercenan y desaparecen a sus víctimas”.

En el duartazgo, por ejemplo, la fama pública se centró y concentró en que los malandros “desaparecen a sus víctimas”.

Incluso, los torturan, ultrajan si son mujeres, cercena, pozolean y cocinan y luego, hechos polvo, los arrojan a las aguas de los ríos para ser arrastrados aguas abajo, sin dejar huella, rastro, indicio, posibilidad.

Más todavía: quedó probado por la yunicidad que en los retenes en las carreteras, los policías del sexenio anterior solían desaparecer a los conductores y copilotos y entregarlos a los malandros.

El caso más sonado y resonado fueron los 5 chicos (una mujer, menor de edad, y 4 hombres), originarios de Playa Vicente, levantados en Tierra Blanca, y entregados a un jefe malandro de la región.

En la fama pública quedó que fueron cercenados, hechos cachitos, y pozoleados.

Ahora, el góber de la 4T habla del gran descubrimiento de su vida sobre la delincuencia organizada.

En el último párrafo del texto periodístico publicado en La Jornada-Veracruz dice:

“Tenemos también en la mira a los otros jefes de plaza y vamos a ir tras todos ellos”.

Está bien.

Repetir el mismo discurso a nadie convence. Por el contrario, él mismo gobernador se exhibe y evidencia.

Los ingresos millonarios que de seguro obtendrán los carteles con la autopista de sur a norte, los tres puertos marítimos para la carga y descarga de droga, las pistas clandestinas, el huachicoleo, la prostitución, los secuestros exprés, las extorsiones, los migrantes y los narcoalcaldes y narcopolíticos y narcopolicías bajo sus órdenes los hace exponerse todos los días y noches a la rebatinga por el poder y el control.

Y en todo caso, si “la policía ha logrado detenciones importantes de jefes de plaza en la entidad” según dice el góber de la 4T…, muchos, demasiados, excesivos son los jefes entrenados para tomar la estafeta.

La mesura, la prudencia, la serenidad, la frialdad, amarrarse la lengua como dice el Eclesiastés, son virtudes, cualidades y atributos poco comunes en los hombres públicos y los políticos.

Barandal

•Libro de Noé Zavaleta
•Se llama ImpuneMex
•Crímenes sin castigo…

Luis Velázquez
09 de abril de 2021


ESCALERAS:
El reportero y escritor, Noé Zavaleta, ha publicado su nuevo libro. Y desde su casa editorial, Proceso. Se llama «ImpuneMex», una palabra compuesta para definir y precisar la impunidad en el país.
El libro, con el subtítulo de «Crímenes sin castigo y castigos sin crimen», en coautoría con el periodista Ricardo Balderas, es una mirada sobre el oleaje de violencia descarrilada, fuera de control, casi un tsunami, de norte a sur y de este a oeste de la nación.
Durante los próximos tres meses, su venta será por Internet. Luego, vendrá el libro impreso para circular en las librerías. Incluso, y como en el caso de Proceso, en los estanquillos.
La edición de libros en Proceso está a cargo de Rafael Rodríguez Castañeda, el antiguo director que en momento cumbre de su vida profesional decidió jubilarse… para dar paso a las nuevas generaciones, siguiendo el modelo de don Julio Scherer García, el jesuíta Francisco Maza y el escritor Vicente Leñero.

PASAMANOS:
De acuerdo con Zavaleta, su último libro es el mejor. Mejor documentado. Mejor informado. Mejor escrito. Quizá, digamos, porque fue concebido en el tiempo del COVID, la mitad del mundo y casi la otra mitad encerrados, confinados, aislados.
Acaso, porque la reporteada habría significado un esfuerzo sobrehumano adicional. Quizá, porque del libro anterior al que está circulando tenía «el brazo caliente» como aconsejaba Ernest Hemingway y repetía Gabriel García Márquez, luego de escribir un libro más, siguiendo la enseñanza filosófica de los beisbolistas.

CORREDORES: Noé Zavaleta y Ricardo Balderas alternaron los capítulos. Uno y uno en un acuerdo editorial singular para que nadie fuera más que el otro.
De Noé, los siguientes capítulos: Ojos bonitos, El chofer de La Tuta, Fonden, el desastre a la orden del narco, ¡Mexicanos al grito de paz!, El sur de Veracruz, la sucursal del infierno, El pecado de Karime, Ixaczoquitlán, Veracruz, donde policías y el CJNG trabajan de la mano.
De Ricardo Balderas: El caudillo de noche, La caída de El Chapo: un periodista acribillado, ¡Mexicanos al grito de Paz, Navidad en los escombros, Max Trejo, el hombre de grandes ligas, Buscar ante la crisis; caso Rosendo Padilla y La mafia de la ciencia.

BALCONES: El primer capítulo se llama «Ojos bonitos» y Noé lo escribe. Es un texto con una prosa sabrosa, como quien, por ejemplo, fuma un cigarrillo de marihuana en compañía de una mujer prohibida y lo disfruta al máximo.
Los teóricos le llaman el relato periodístico mezclado y entremezclado con el relato literario.
Por un lado, la información rigurosa, y por el otro, la pulcritud literaria, aquella comparada con el trabajo de un carpintero que cepilla y cepilla la madera y la pule y vuelve a pulir hasta quedar una obra artística.
Hay mañanas de las 8 horas a las 2 de la tarde, contaba Gabriel García Márquez, cuando se encerraba a escribir en su cuarto de estudio y cepillando las frases se demoraba horas eternas para luego, y de plano, borrar todo porque quedaba insatisfecho.

PASILLOS: En Colombia opera la Fundación para el Nuevo Periodismo en Iberoamérica y que imparte cursos sobre crónica y reportaje, entre otros. A sus egresados les llaman «Los hijos de Gabo».
Noé Zavaleta es un hijo del Gabo. Allí llevó un curso sobre crónica y aprendió los secretos de García Márquez para estudiar con un desarmador los textos literarios y conocer «al derecho y al revés» la forma con que están armados y estructurados.
Tiempo aquel cuando los alumnos, todos reporteros, agarraban la borrachera en Colombia con un hermano de García Márquez, platicando las horas sobre el Gabo, y reaprendiendo el oficio, la técnica y la pasión.

Malecón del Paseo

•Poetas y místicos

•El primer amor

•A todos nos pasa

Luis Velázquez

09 de abril de 2021

EMBARCADERO: En la escuela secundaria y el bachillerato, decía Gabriel García Márquez, “todos nos creemos poetas”… Entonces escribimos los más intensos y volcánicos poemas, por lo regular, a la primera novia… Incluso, y en el vértigo esotérico, convencidos de que son poemas inmortales… El Gabo, por ejemplo, solía copiar el estilo de Pablo Neruda, el poema Veinte, el más conocido, millones de veces declamado a la luz de la luna, en la madrugada, debajo del balcón de la ventana… “Ya no te quiero, es cierto, pero tal vez te quiero… Es tan corto el amor y tan largo el olvido”…

ROMPEOLAS: El Gabo decía que la locura del corazón juvenil permanece intacto con los versos, poemas y sonetos desgarradores… Por ejemplo, escribió poemas encendidos a Mercedes Barcha, su esposa… Y por desgracia, nunca los conservaron y se perdieron por ahí y quizá hasta tendrían el mismo destino que los apuntes para escribir la novela “Cien años de soledad” que una vez terminada les prendió fuego para que nadie hurgara en los orígenes de aquella escritura…

ARRECIFES: El amor, el deseo y la pasión contrariada suele mover la pluma de los chicos de secundaria y el bachillerato para escribir los poemas memorables y citables… Más, cuando se trata de la primera aventura de la vida… Luego, “pasado un ratito” el corazón se enfría y también se pierde la emoción poética y nunca se vuelve a escribir un poema… Un poeta de 22 años, Manuel Acuña, tomó cianuro y se suicidó luego de que Rosario de la Peña prefirió a otro poeta, Manuel María Flores, uno de los galanes de la época que tanto gustaba a las mujeres…

ESCOLLERAS: En García Márquez, el amor significa una constante en su relato literario… En “Cien años de soledad” alcanza dimensión estelar… Pero también “En el amor en los tiempos del cólera”… Y en “Crónica de una muerte anunciada”… Y “En la triste y cándida historia de Eréndira y su abuela desalmada”… Y “En el coronel no tiene quien le escriba”… Y “En la viuda de Montiel”… Entre tantas otras… De los escritores del llamado boom literario (Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Alejo Carpentier, José Lezama Lima) quizá para el Gabo es un tema repetitivo…

PLAZOLETA: En el Gabo, la novela, el cuento, la crónica y el reportaje ganaron a los poemas… Julio Cortázar, sin embargo, alternaba con la poesía y hasta uno que otro libro escribió y publicó… Incluso, con los poemas de la juventud… Pero más allá de la circunstancia literaria con los escritores de profesión, todos los días y noches en alguna parte del mundo millones de chicos siguen escribiendo poemas encendidos y prendidos al primer amor… A veces, claro, en la vejez también entra la pasión dislocada y suelen escribirse poemas…

PALMERAS: En el pueblo hay un chico que suele escribir poemas a Dios… Incluso, dejó de leer a León Tolstói cuando descubriera que el escritor ruso escribió que “si Dios no existe, entonces yo soy Dios”… También dejó de leer a García Márquez cuando leyera en la novela “El amor en el tiempo de cólera” que Florentino Ariza exclama. “No creo en Dios, pero le tengo miedo”… El chico, todo indica, está predestinado para meterse al Seminario de Xalapa y estudiar para sacerdote, vaya a pasar el mismo viaje estrepitoso de Jorge Saldaña cuando advirtiera que no estaba hecho para el celibato… Además, escribir poemas a la novia soñada es más fascinante y enloquecedor…

Publicidad




Otras noticias

SENTIDO COMÚN

Bitácora Política

Bitácora Política

Bitácora Política