viernes, abril 19, 2024

Columnas Luis Velázquez

Escenarios

•Vidas desgarradas

•Niños huérfanos

•Legado del COVID

Luis Velázquez/Y Parte II

04 de marzo de 2021

UNO. Vidas desgarradas

Van más de 8 mil muertos en Veracruz por el COVID. Pero atrás de cada persona fallecida hay montón de vidas e historias humanas, quizá desgarradoras.

Por ejemplo, hijos huérfanos, parejas viudas, padres ancianos a la deriva social porque habría muerto el padre o la madre sostén de la familia.

Peor aún: en muchos casos, la pandemia se ha llevado a la madre y el padre.

Y en automático, los niños, chicos, jóvenes, huérfanos de madre y padre.

Y sabrá el chamán el destino familiar y social de todos ellos.

DOS. Familias a la deriva social

La secretaría de Salud y las mañaneras están centradas en el número de personas contagiadas y muertos por el coronavirus.

Incluso, peleando los jefes tribales por el rebrote y la aplicación de las vacunas chinas y rusas y los estragos que originan, entre ellos, la fatiga, el dolor de cabeza y la depresión, el peor mal emanado de la caja de Pandora pues suele conducir al suicidio.

Pero ninguna dependencia ha estado pendientes en los últimos doce meses de los niños huérfanos y las parejas viudas.

TRES. Familias pobres, pobres familias

En tales circunstancias, nadie dudaría de que el resultado inmediato con los padres fallecidos es la desintegración familiar.

Quizá, los tíos y los primos les dieran cobijo. Acaso, los tendrían un tiempo. Y luego, ni modo, quizá, buscar una guardería, una casa hogar.

Más, mucho más, en el caso de las familias con limitaciones económicas y sociales, considerando que 6 de los 8 millones y cacho de habitantes de Veracruz están en la miseria, la pobreza y la jodidez según el INEGI.

CUATRO. Huérfanos, en el limbo

Ningún medio, tampoco ONG académicos, fundaciones sociales, se ha detenido en los niños huérfanos y las parejas viudas por el coronavirus.

La pandemia agarró de sorpresa a todos y cada parte ocupada en la tarea, el dolor y el sufrimiento de los sobrevivientes ha sido postergado.

Es el mismo caso, y por desgracia, de los sobrevivientes con tanto tiradero de cadáveres y de impunidad por el oleaje de violencia, incertidumbre y zozobra.

En la estadística de la muerte atribuida a los malandros únicamente se ocupan de los muertos en ajustes de cuentas, fuego cruzado y terrorismo contra la población civil.

Pero los huérfanos y las viudas parecieran pertenecer a un planeta del sistema solar. Nadie los considera.

CINCO. Crisis humanitaria

Son tantos los huérfanos y las viudas por el tsunami de la violencia y la pandemia que bien pudiera considerarse una crisis humanitaria.

Cientos, miles quizá de familia viviendo a la deriva económica y social. Cada pariente por su lado. Ocupados en el itacate de cada día.

Incluso, sin tiempo ni espacio para pensar en la procuración de justicia en el caso de los asesinatos.

Días y noches duras y rudas. Una población indefensa. Sin la posibilidad de construir un presente y un futuro.

SEIS. Veracruz atroz

El gobierno de Veracruz, desatendido de tantos huérfanos y viudas. Más, niños huérfanos.

También, el DIF, estatal y municipales, tan pendientes que estaban de la familia en el siglo pasado.

De igual manera, la secretaría de Desarrollo Social, digamos, por extensión institucional.

Imposibilitadas las fundaciones sociales. Y las ONG. Y las académicas, atosigadas con tantos pendientes, por ejemplo, los desaparecidos y los feminicidios.

Un Veracruz atroz. Lo peor, aun cuando las tribus políticas “se desgarren las vestiduras” profetizando el fin del COVID, el largo y extenso túnel sigue lleno de espinas y cardos sin que una lucecita alumbre la oscuridad.

Expediente 2021
Represión policiaca
Luis Velázquez
04 de marzo de 2021

Una vez más, los policías, en la represión contra los trabajadores de la información. La policía opresora del siglo pasado en los tiempos priistas, igual, igualita que en el tiempo de la 4T y MORENA en Veracruz.
En Texhuacan, amenazaron de muerte al reportero Jacinto Romero Flores luego de publicitar los presuntos abusos de autoridades en una fiesta de XV años.
En Tuxpan, la Policía Ministerial de la Fiscalía General detuvo al reportero Antonio de Marco Arango Arango, inculpado de utilizar un dron para grabar un hecho violento.
Peor, mucho peor, si se recuerda que en el sexenio de la 4T, un trío de reporteros, una mujer y dos hombres, han sido asesinados.
Y aun cuando por ahora el sexenio de Javier Duarte con los 19 reporteros asesinados, más tres desaparecidos, resulta insuperable, todavía quedan tres años y 9 meses al góber jarocho de López Obrador para aumentar los decibeles.
A primera vista dirán, por ejemplo, que en una corporación policiaca con más de veinte mil policías estatales, más los Policías Ministeriales, más los policías municipales, significa una hazaña, una proeza, un reto descomunal lograr ángeles de la pureza como servidores públicos para respetar la vida y respetar los derechos humanos.
Ok.
Pero al mismo tiempo, siempre existirá un capitán del equipo, un jefe máximo, el conductor del avión, el jefe de la tribu, marcando la pauta.
Más cuando el mismo presidente de la república lanzó su experiencia bíblica de que si el jefe máximo es honesto, por añadidura, el resto del equipo gobernante.
Escribamos, entonces, que los policías son, serían la excepción.
De nuevo en el palenque público queda probado y comprobado que las palabras escritas y expresadas por los medios son más peligrosas que las Magnum y los R-15 y las escopetas.
En Texhuacan y Tuxpan, el uso de las redes sociales («Benditas redes sociales» les llamó un tiempo López Obrador) fueron suficientes para alebrestar a los policías y perder el control, la mesura, la serenidad, la prudencia y la tolerancia.
Y como en el caso de Tuxpan, privar de su libertad al periodista Arango Arango.
Los colegas organizados del norte de Veracruz y la ONG Artículo 19 se encargaron de tocar las puertas de las neuronas y el corazón del gobierno de Veracruz para su libertad.
Y aun cuando fuera otorgada o sujeta, digamos, al proceso penal correspondiente, ocupa y preocupa a todos que la policía siga ejerciendo el poder con la represión por delante.
Cierto, bien pueden solicitar una disculpa luego del «niño ahogado».
Pero con todo, llama la atención el estilo personal de ejercer el poder partiendo de la macana, el garrote, los gases lacrimógenos y los perros policías.

CONTACTO DIRECTO CON LOS CIUDADANOS DE A PIE

Por lo general, el primer contacto, «en vivo y directo» de la población civil, los ciudadanos de a pie, con el aparato gubernamental es, primero, con los burócratas en las oficinas públicas.
Segundo, con los agentes de Tránsito.
Y tercero, con la policía.
Y de acuerdo con la relación, la buena vibra, el mejor karma, el respeto por delante, entre las partes, queda la imagen de las tribus políticas encaramadas en el poder público.
Si el burócrata es corrupto…
El agente de Tránsito igual….
Y el policía, además, represivo, entonces, queda en la población electoral la peor imagen.
Más cuando, por ejemplo, los ciudadanos de a pie pensamos que si uno y los otros extienden la mano para recibir el embute, «veinte y las malas» que ellos (el burócrata, el agente de Tránsito y el policía) pasan copia a los jefes inmediatos.
Y los jefes inmediatos a los jefes supremos, formando una cadena insospechada de corrupción que bien puede llegar a los altos mandos.
Entonces, cuando los policías se lanzan en contra par de reporteros, digamos, en nombre de la ley, caray, la percepción ciudadana resulta dañina y perjudicial para el gobierno de Veracruz y los presidentes municipales.
Más porque los dueños del poder político son la autoridad máxima.
Y por eso mismo, obligados están a la mesura y la prudencia, la cordura y la concordia, antes, mucho antes, y que nunca se justificará, de la represión.

PRINCIPIO DE PETER

Tarea titánica purificar a las corporaciones policiacas.
Ni Superman podría, caray.
Menos, cuando unos veinte policías cuidan la casa de la Fiscal General en el fraccionamiento «Las Animas», de Xalapa. (La negra, La Jornada-Veracruz)
Pero al mismo tiempo, vaya paradoja, con sus represiones siguen abonando el descrédito y el desprestigio, cierto, para la secretaría de Seguridad Pública, la Fiscalía General y los Ayuntamientos.
Y al mismo tiempo, creando y recreando la percepción de que los jefes superiores están rebasados por el principio de Peter.
O en todo caso, aplican el famoso principio francés de «dejar hacer y dejar pasar»… en un doble, triple juego perverso del ejercicio del poder.
Al ratito dirán que el par de reporteros tuvo la culpa por meterse en terreno prohibido y vedado.
Y sobrarán quienes inventen cosas insólitas para desacreditar a los trabajadores de la información.
Total, dirán, de acuerdo con la encuesta de Latinobarómetro, los políticos, los policías y los reporteros estamos al mismo decibel de desprestigio en el ranking de la corrupción.

Barandal

•Un instante de placer…

•Por 55 años de cárcel

•El exmarino arrebatado

Luis Velázquez

04 de marzo de 2021

ESCALERAS: Un arrebato sexual, una pasión contrariada, caer en la tentación desenfrenada del cuerpo femenino, lleva, incluso, a la locura. Pero más aún, todavía peor, a secuestrar y desaparecer a la mujer ansiada. Y luego, en otra expresión arrebatada, a quitarle la vida.

Y después, a tirar su cadáver en un canal de aguas negras.

Pero más, mucho más, cuando suele terminar en una condena para pudrirse en la cárcel.

Entre otros casos, el ex militar, Tomás Cabrera Alcalá, quien en el mes de septiembre del año 2018, quitó la vida a una chica de, madre de dos niños, Diana Thais, entonces de 26 años, condenado a 55 años de cárcel.

PASAMANOS. De acuerdo con la foto, el ex militar tendrá unos 45 años, aprox.

Y si fue sentenciado a 55 años de cárcel, saldrá del reclusorio cuando tenga cien años.

Condenado a vivir el resto de su vida en la prisión.

Todo, por consumar el deseo frenético.

Un instante de placer por 55 años de cárcel.

CORREDORES: Además, sentenciado por el juez a pagar una indemnización a la familia de Diana Thais por “la probable reparación del daño”.

Y desde luego, dejando a la deriva social a la familia. Quizá esposa e hijos.

Se trata de una de las peores historias. El hombre, más que frente a su destino, su infortunio.

El sexo, la pasión sexual, decía Sigmund Freud, mueve y estremece al mundo. Pero también, de paso, enloquece.

BALCONES: En 1942, una historia paralela estremeció a la Ciudad de México. El llamado “Estrangulador de Tacuba”, Gregorio Cárdenas Hernández, estudiante de la facultad de Química de la UNAM, becado por Pemex, secuestró, desapareció, violó y estranguló a cuatro mujeres. Una de ellas, su novia y a quien ya muerta la siguió ultrajando.

Luego, sepultó a las cuatro chicas en el jardín de su casa.

Condenado en el penal de Lecumberri, fue indultado por el presidente Luis Echeverría Álvarez, que por buena conducta en la cárcel.

El ex marino, miembro de la secretaría de Marina, tenía un automóvil para asaltar y seducir a las chicas de a pie.

PASILLOS: Una vez más, los estragos de la pasión desaforada. El deseo enloquecedor por una mujer bordando los límites de la cordura y la mesura con la saña y la barbarie.

La pasión humana, fuera de sí. El instante sombrío cuando la fiera sexual se desata. La libido como un animal en vez del placer sereno y reposado.

Mil veces mejor como el poeta Manuel Acuña quien cuando Rosario de la Peña, la musa de entonces en el siglo pasado, lo rechazara por otro poeta, Manuel María Flores, se retiró a su casa y tomó una botella con cianuro y se acostó a dormir y esperar el momento de la muerte.

VENTANAS: Todo, por un instante de placer. Y como fue con violencia, ninguna dicha ni gozo.

Pero, bueno, el deseo sexual convertido en obsesión altera las neuronas y ofusca el corazón por completo.

Ahora, con 55 años de cárcel tendrá, quizá, tiempo suficiente para el arrepentimiento, antes, mucho antes de que en el penal los reclusos le apliquen la misma ley. Ojo por ojo. Diente por diente. Ultraje por ultraje, como es la fama pública.

La ficha técnica publicada en la prensa nunca dice el momento en que fuera dado de baja. Ni su permanencia en la Marina. Ni el grado a que llegara. Ni su formación académica.

¡Pobre familia de Diana Thais! ¡Pobre familia del ex marino!

Malecón del Paseo

•Sacarse la Lotería

•Un hermano político

•6 años en el paraíso

Luis Velázquez

04 de marzo de 2021

EMBARCADERO: Entre las cositas más fascinantes de la vida y del mundo es sacarse el premio mayor de la lotería… Y sin comprar un billetito, una serie… Por ejemplo, la mayor bendición es que un hermano, un pariente, incluso, con quien exista buena química y mejor karma, sea elegido alcalde, gobernador o presidente de la república… Y es que, de acuerdo con el sistema político, por aquí el familiar asciende al poder por delante quedan varios años de bendiciones… 4, en el caso de los ediles, y 6, con los otros… Un sexenio maravilloso, con vientos favorables, por delante…

ROMPEOLAS: Por ejemplo, si un hermano sale ungido gobernador, la suerte de la familia cambia en automático… Y, claro, siempre para bien… Se trata de un viaje sexenal donde el cielo suele rozarse con la yema de los dedos… Y todos los días y noches son primavera… Desde un cargo público por ahí para los parientes hasta una beca sexenal en el extranjero… Desde camionetas blindadas para la familia hasta escoltas asignados día y noche y dos, más veladores nocturnos…

ASTILLEROS: Desde “aviadurías” en varias dependencias para cobrar cada quincena sin presentarse un solo día a trabajar hasta la posibilidad de recomendar a los amigos, vecinos y conocidos en un cargo público… Desde viajes seguiditos al extranjero y en avión y en primera clase hasta el regalo de una mansión y hasta con alberca… Incluso, el regalo de los mejores automóviles, y si se antoja, hasta un yate… Y, claro, desde la asignación de obra pública para la compañía constructora familiar o amical hasta el financiamiento de un negocito lícito por ahí, por ejemplo, una escuela primaria y secundaria, un jardín de niños, incluso, universidad privada…

ESCOLLERAS: Así fue en el siglo pasado y en lo que va del siglo XXI, tiempo del priismo, el panismo y el Morenismo, a la fecha, con la tribu guinda en siete gubernaturas y en el gobierno central… Un hermano, un tío, un primo, encumbrado en lo más alto del poder público equivale a sacarse el “Me Late” y sin jugar… Ha sido y es la costumbre, la práctica, el uso común en el ejercicio del poder… El chiste está, sin embargo, en saber hacer las cosas con bajo perfil y discreción para que nadie se entere de la nueva vida, ni siquiera, vaya, los vecinos,… Menos, mucho menos, uno que otro pariente envidioso con la lengua floja…

PLAZOLETA: El buen karma también suele extenderse a las barbies… Las barbies, tan importantes que suelen ser… Y como siempre, hay barbies de todo tipo… Unas, por ejemplo, exigen cargos públicos y los llegan a tener… Unas veces, hasta 4 y 5 por sexenio… Otras, en cambio, son de bajo perfil y se conforman con viajes al extranjero y una mansión de regalo con par de camionetas en el garaje, casas con alberca, y choferes y escoltas asignados, cubiertos con cargo al erario… Incluso, hay barbies que piensan en el futuro y dan un hijo al político amado…

PALMERAS: La política es así y así es la política… Y nada, absolutamente nada indica que vaya a cambiar, ni siquiera con la llamada 4T, la purificación moral y la honestidad valiente… Más si se recuerda que, en el relato bíblico, los jefes tribales heredaban el poder a los hijos aun cuando tuvieran diez años de edad, pues les asignaban unos asesores, por lo regular, todos ancianos, lejos de las tentaciones del poder…

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