jueves, mayo 2, 2024

Columnas Luis Velázquez

Escenarios

•Jarochas narcas

•Todas, presas

•Veracruz desacreditado

Luis Velázquez

21 de diciembre de 2020

UNO. El palenque del mal

Desde Estados Unidos (Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, WOLA), el descrédito para Veracruz. Cada vez más mujeres, muchas encarceladas, por andar metidas en la droga.

Claro, Veracruz no está solo en el ranking del tráfico. Los estados de México, Puebla, Baja California, Ciudad de México y Jalisco, repuntan en el número de mujeres metidas con los barones de la droga. (Diario de Xalapa, Manrique Gándara)

Hace veinte años, 6 mil 813 mujeres privadas de su libertad por malas amistades. Este año, once mil 680. Veracruz, en el palenque del mal. EU, con los lentes de aumento en la tierra jarocha.

DOS. Todas, presas

Incluso, Veracruz, Puebla, Baja California y Ciudad de México (MORENA), igual que el Estado de México (PRI) y Jalisco (Movimiento Ciudadano) ocupan los primeros lugares con mayor número de mujeres encarceladas por delitos relacionados con las drogas.

En muchos casos son delitos de poca monta. Incluso, mujeres declaradas como elementos desechables. Y sin embargo, están encarceladas.

Y el peor daño es para la familia. Los hijos. Las parejas. Los padres ancianos, a la deriva social.

TRES. Descrédito para Veracruz

Grave, gravísimo, el hecho para la población femenina estatal.

Veracruz, primer lugar nacional en feminicidios, secuestros (de mujeres también) y extorsiones.

Veracruz, primer lugar nacional en la producción y exportación de trabajadoras sexuales.

Veracruz, primer lugar nacional con adolescentes embarazadas.

Veracruz, primer lugar nacional en abortos.

Veracruz, en los primeros lugares del ranking nacional con mujeres encarceladas por estar metidas en la droga.

¿Se metieron a la droga por el dinero fácil? ¿Se involucraron con los malandros ante el desempleo o el salario insuficiente de sus parejas, mujeres solteras, divorciadas, separadas o viudas que serán?

CUATRO. Jefas en sus hogares

Otro dato familiar es alarmante. El 87 por ciento de las mujeres privadas de su libertad son jefas en sus hogares. El 24 por ciento, madres solteras.

Y lo peor: dado el machismo, tan recrudecido como siempre desde que Hernán Cortés jalaba a la Malinche camino de Veracruz a la Ciudad de México caminando y hasta con los pies descalzos, toda mujer encarcelada es satanizada al cien por ciento.

CINCO. Más mujeres marcas

Igual de grave, la mayoría de las mujeres siguen presas sin una sentencia. Y por eso mismo, ahí se quedan durante años como detención preventiva.

Wola siente que el número de mujeres privadas de su libertad empeorará en los próximos años.

Uno, la recesión. Dos, el desempleo. Tres, las madres solteras, divorciadas, separadas, viudas, convertidas en jefas de familia.

El peor de los mundos para la población femenina en varios estados del país, Veracruz, uno de ellos.

SEIS. Necesaria amnistía

Hay en Veracruz número incalculable de mujeres indígenas presas por el gravísimo delito de un aborto. También, hombres indígenas presos por el robo de un pollito, una gallinita, para comer en casa.

Y, sin embargo, en 24 meses de la 4T, aquella de que “por el bien de todos primero los pobres”, el góber machetero nunca ha tenido en dos años la voluntad para decretar una amnistía a todos ellos.

La indiferencia y el desdén como eje de gobierno de la izquierda. Menos, mucho menos, entonces, pueden esperar una amnistía las mujeres presas por delitos “de poca monta” relacionados con la droga.

El Veracruz de la insensibilidad social. Los enviados de Dios. Los soldados de la patria. Los siervos de la nación.

Caray, “¡si Benito Juárez no hubiera muerto bailaría los sábados en la noche en el palacio de la salsa!”.

Expediente 2020

5 lobitos de El Chapito

Luis Velázquez

21 de diciembre de 2020

Joaquín Guzmán Avilés, El chapito, presidente del CDE del PAN, tiene 5 lobitos con quienes ejerce el poder partidista en Veracruz. Son, digamos, sus operadores. Sus guardias pretorianos. Sus Narcisos Mendoza. Y, claro, habrá quienes en el reparto del poder lleven tajada.

Uno. El senador Julen Rementería, igual que El chapito, ex amigo de Miguel Ángel Yunes Linares. Sueña con la candidatura del PAN a gobernador en el año 2024. Pero antes, imponer a su hijo Bingen, diputado local, como candidato a presidente municipal de Veracruz, presupuesto anual de más de mil 400 millones de pesos. Solo el diez por ciento tan famoso, 140 millones.

Dos. Enrique Cambranis. Diputado local por segunda ocasión y ex presidente del CEN del PAN, tiempo cuando el partido azul se volvió más rojo que el PRI, de igual manera como, se afirma, el PRI es más azul que nunca con Marlon Ramírez en la presidencia. Pero azul por el lado del clan Kennedy de Boca del Río.

Tres. Tito Delfín. Dos veces presidente municipal. Una, por Tierra Blanca. Y la otra, por Azueta, hombre polisémico que debió vivir en el siglo XVIII cuando los hombres eran universales. Ex diputado local. Ex subsecretario de Desarrollo Agropecuario.

Cuatro. Germán Yescas. Ex diputado local y ex subsecretario de Desarrollo Agropecuario al lado de “El chapito”, titular de la SEDARPA, su compadre. El mero mero de Isla, después de Erik Lagos, ex de todo en el fidelato y el duartazgo, menos de gobernador. Ahora, enfermo de cáncer del estómago.

Y cinco. Víctor Serralde. Otro ex amigo de Yunes Linares cuando soñó con la candidatura azul gobernador en el año 2016. Ex diputado federal. Dueño de una constructora privilegiada en la SEDESOL donde despachaba Miguel Ángel Yunes Márquez como titular del Programa Oportunidades.

Son los 5 Lobitos de El Chapito, igual, igualito que “Los 5 lobitos”, fundadores de la CTM en 1936, alentada por el presidente Lázaro Cárdenas, uno de los héroes históricos de López Obrador. Fidel Velázquez, Jesús Yurén Aguilar, Fernando Amilpa, Alfonso Sánchez Madariaga y Alfonso Quintero.

REPARTIRSE EL PASTEL Y EL BOTÍN

Con Javier Duarte, los Lobitos eran cuatro y quienes como sus guardias pretorianos a nadie dejaban acercarse y ni el viento pasaba entre ellos. Éric Lagos, Adolfo Mota, Alberto Silva y Jorge Carvallo Delfín. Ellos intentaron adueñarse de las neuronas, el corazón, el hígado y hasta el sexo de Duarte.

Tanto, que en el esplendor y el resplandor sexenal Duarte decía que “como gobernador me volví sexy”, en tanto los cuatro Lobitos se reían.

Los 5 Lobitos de El Chapito tienen enfrente oportunidad histórica como es repartir el pastel y el botín de las 212 candidaturas a presidentes municipales y las mil, aprox., nominaciones a síndicos y regidores y las 50 candidaturas a diputados locales y las treinta a diputados federales.

Banquetazazo. Gran comelitona. Festín de reyes y príncipes, y ni modo que alguien por ahí “tirara su espada en prenda” diciendo que todos lo harán mirando la vocación social y el bienestar público.

El riesgo de que la leyenda negra de la política de que las candidaturas tienen precio podría, digamos, darse y concitarse.

Pero, bueno, tampoco puede suscitarse como un hecho. La naturaleza humana, ya se sabe, es imprevisible y desconcertante.

Y si en el tiempo de resplandor priista la fama pública era que las nominaciones tenían precio de acuerdo con “el sapo”, allá cada quien apechugando su realidad.

En todo caso, bien pudiera darse la abundancia democrática como en el caso de MORENA donde para elegir a quince candidatos a gobernadores hay registrados ciento cincuenta aspirantes y suspirantes.

NUEVO REPARTO DEL PODER

Cada uno del quinteto de Lobitos azules tiene su fama pública. El pasado avalando el presente, profetizando el futuro.

Unos, quizá, bajo sospecha por las malas amistades en el camino. Otros, paseando una integridad “a prueba de bomba” por más y más lodo que les arrojaran. Otros, casi para ser canonizados en el altar partidista y cívico.

El quinteto, sin embargo, con sus parcelas de poder.

Guzmán Avilés, su poderío en el norte de Veracruz, con Tantoyuca como epicentro.

Julen Rementería, en el puerto jarocho, donde fue regidor, alcalde y diputado local.

Víctor Serralde, en la región de Córdoba.

Tito Delfín, en Tierra Blanca y Azueta.

Germán Yescas, en Los Tuxtlas y en el sur, con su epicentro en Isla, su pueblo.

Y Enrique Cambranis, en el sur, con Jáltipan como punto de referencia donde alternara con su amigo, el ex panista, ahora revelación guinda y marrón, Domingo Bahena, aquel que en un

momento de su vida política se soñó con suficiente piel para la candidatura a gobernador… ante, caray, Miguel Ángel Yunes Linares.

Entre todos, a la conquista del poder estatal y que ya se calibrará en la elección de alcaldes y diputados a mediados del año entrante.

Un día después, y de acuerdo con el resultado electoral soñar con la candidatura panista a gobernador y en donde, por ahora, figuran dos lobitos, Guzmán Avilés, el lobo mayor, y Julen Rementería.

El nuevo reparto del poder… en el PAN, y en donde para fortalecerse necesitan de una alianza con el PRD y PRI.

Barandal

•Fuego amigo en MORENA

•Objetivo, Manuel Huerta

•“¡Péguenle a esta cruz!”

Luis Velázquez

21 de diciembre de 2020

ESCALERAS: Hay un fuego amigo o enemigo en contra del delegado federal, Manuel Huerta. Se ignora si se deberá a que lo miran con fuerza para la candidatura de MORENA a gobernador en el año 2024. Y lo quieren minar.

Más, luego de que 7 delegados renunciaron al cargo para buscar la nominación a ejecutivos en sus entidades federativas.

Todos ellos, con una característica común. La amistad con López Obrador, el presidente. Igual, igualito que Huerta, ligado al tabasqueño desde, quizá, el tiempo insurgente de las marchas con indígenas y campesinos a la Ciudad de México en contra de Pemex. Hará más de 30 años.

PASAMANOS: Incluso, entonces diputado federal de la izquierda, jefe de Gobierno en la Ciudad de México, fue encumbrado por López Obrador en un cargo público.

Ahora, sus razones tendría para la comisión vigente. Y por eso mismo, acaso, el bombardeo.

Primero, empezó exhibiendo el atraso de los programas sociales federales en Veracruz.

Incluso, en una gira obradorista en el sur de Veracruz se tradujo en una protesta en su contra, de paso, con un manejo mediático erróneo pues nunca los hechos fueron precisados.

CORREDORES: El ramalazo más canijo fue cuando en el palenque político, social y mediático lo acusaron de “violín”.

Y de igual manera como antes, calló. Quizá apuesta a su amistad con López Obrador y/o a su fortaleza moral esperando que las cosas caigan por su peso.

Pero, bueno, de ser así, reencarna el proverbio popular de que “tú calumnia… que algo queda”.

El riesgo está en que los estatutos de MORENA vedan a un militante a un cargo público si su expediente está enlodado.

BALCONES: El miércoles 25 de noviembre, otra vez lo tundieron. Fueron campesinos de Zentla, Paso del Macho y Camarón en plantón en la oficina regional de la secretaría del Bienestar en Córdoba demandando la entrega de apoyos federales.

La cantaleta histórica. “El campo desde hace años está en el abandono y padece como nunca antes”.

De ñapa, los compas pidieron la renuncia del delegado y hasta se manifestaron con chanfle:

“El gobernador, dijeron, nos atendió amablemente, pero Manuel Huerta prometió y nunca cumplió”.

El góber de la 4T es bueno. El delegado, malo.

Es más, amenazaron con prender la mecha en el más alto nivel y tomar las oficinas en Xalapa.

PASILLOS: Falta mucho tiempo para el año 2024, pero como dice el politólogo Carlos Ronzón Verónica, “nunca elección partidista ni en las urnas se gana de la noche a la mañana”.

Entonces, el fuego amigo. Más aún, quizá, para sembrar la duda en el corazón de López Obrador sobre el delegado federal que más, mucho más merecía en el año 2018, por ejemplo, la nominación a gobernador, igual, igualito que el otro amigo de López Obrador como es el diputado local, Amado de Jesús Cruz Malpica.

VENTANAS: Por ahora, los aspirantes y suspirantes a la silla embrujada del palacio de Xalapa están definidos.

Una, la zacatecana Rocío Nahle. Dos, el hidalguense Ricardo Ahued Bardahuil. Tres, el casi bajacaliforniano, Erik Cisneros Burgos. Cuatro, el exstripero Zenyazen Escobar. Y quinto, Manuel Huerta.

En tanto, y desde hace ratito, Huerta ha reiterado su “lealtad ciega” al góber de la 4T, quizá para cohabitar a partir, digamos, de ser el hombre de López Obrador en Veracruz, y aun cuando la decisión superior será única y exclusivamente del presidente, también su palabra contaría a la hora estelar.

Solo falta que el delegado se ponga de pie, extienda los brazos y pronuncie la frase célebre de “¡Péguenle a esta cruz!”.

Malecón del Paseo

•El cuento de un cuento

•El escritor fallido

•El hombre del portafolio

Luis Velázquez

21 de diciembre de 2020

EMBARCADERO: Siempre cuando el cronista José Murillo Tejeda salía de su departamento en la zona centro de Xalapa cargaba en la mano izquierda un portafolio color negro… A las citas llegaba con el portafolio y nunca lo dejaba, incluso, lo llevaba cuando iba al baño… Era parte de su identidad… Unos pensaban que cargaba el billete, y en buenas cantidades, y por eso lo cuidaba tanto… Incluso, despertaba, más que la curiosidad, la codicia… En realidad, en aquel portafolio cargaba el único cuento que había escrito en su vida de novelista y cuentista que alardeaba delante de las mujeres…

ROMPEOLAS: Era reportero y se decía escritor… Aquel cuento era una especie de amuleto de la buena suerte que le servía para crear y recrear la leyenda de su vida literaria… A cada mujer que conocía le hablaba de aquel cuento y les echaba el cuento de que sería famoso… El cuento se intitulaba “Los amigos”, donde el alcohol, las drogas y las mujeres se multiplicaban en cada párrafo con la desventura humana… Un amigo moriría de VIH, otro en un accidente automovilístico, y el tercero, terminaría enclaustrado en un manicomio…

ASTILLEROS: Apelaba al corazón de las mujeres para despertar, primero, el instinto maternal de la misericordia, y segundo, para que las chicas lo consolaran en la tristeza de su vida… A veces, cuando tenía confianza en la chica, luego de varias botellas de vino y de licor “para echar algo más fuerte al estómago”, según decía, abría el portafolio y les mostraba el cuento mientras iba al baño el tiempo suficiente para su lectura… Ene número de veces, aquel cuento le sirvió para terminar en el tálamo con las mujeres generosas…

ESCOLLERAS: Originario de Huatusco, hijo del campo, tenía el talento natural de Juan Rulfo en “El llano en llamas” para contar las historias de los pueblos en crónicas sabrosas, memorables y citables… Pero por desgracia, fue dejando su talento en cachitos tirados en el camino, sin trascender, sin dejar huella, sin crear antigüedad laboral, sin pensar en el futuro… Un día, dejó la comodidad de la hamaca en la aldea y partió a la Ciudad de México para jugar en las grandes ligas del periodismo… Caminó por varios medios, entre ellos, el Excelsior y El Sol de México… Pero el viejo Distrito Federal se lo tragó…

PLAZOLETA: Vivió el momento con el acelerador metido hasta el fondo y sin hacer alto en las curvas y caminos polvorientos… Por ejemplo, nunca podía calentar los centavitos en la bolsa y siempre tuvo urgencia y necesidad de gastarlos luego luego en la vacuidad y la intrascendencia… Nunca miró hacia el futuro… La vida era hoy… Mañana, era ganancia… Luego, dejó el periodismo para siempre y se metió a la función pública como vocero y cabildero… Y el oficio reporteril, perdió, cierto, a un cronista, pero la política ganó o habría ganado a un soldado de la patria, un siervo de la nación…

PALMERAS: Su amistad honraba y significaba un privilegio… Tenía una inteligencia incandescente, llena de chispa y ocurrencias… Y caía bien a las mujeres… Vida disoluta, falleció al lado de su esposa y el hijo menor en la Ciudad de México en el sismo del 19 de septiembre de 1985 cuando se desplomara el departamento donde vivían en la calle Bruselas 8 de la colonia Roma… Un hijo mayor salvó la vida… Y un reportero de La Jornada, excepcional cronista, Manuel Altamira Peláez, de 38 años de edad, con quien compartía el depa, también murió…

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