viernes, abril 26, 2024

Columnas Luis Velázquez

Escenarios

•Carnada electoral

•Lozoya en PEMEX

•Van por expresidentes

Luis Velázquez

06 de agosto de 2020

UNO. Expresidentes embarrados

El caso Emilio Lozoya y la corrupción en Pemex se ha convertido en “el anillo al dedo” que la tribu de MORENA necesitaba y esperaba como desastre electoral para la oposición, el PAN y el PRI.

El asunto ha permitido, entre otras cositas, embarrar a los ex presidentes Enrique Peña Nieto, PRI, y Felipe Calderón Hinojosa, PAN.

Pero además, ampliar el estercolero a funcionarios del gabinete legal de Peña Nieto, como por ejemplo, Luis Videgaray Caso, el poderoso secretario de Hacienda y Crédito Público y Relaciones Exteriores, de quien, se afirma, fue, es, cabildero de López Obrador en Estados Unidos.

DOS. Coctel explosivo

Otros políticos están presos. Entre ellos, la ex perredista y casi casi priista, Rosario Robles Berlanga, ex secretaria de Desarrollo Social y Desarrollo Urbano, ex jefa de Gobierno en la Ciudad de México y lideresa nacional del PRD, partido que también dirigiera López Obrador.

Genaro García Luna, el poderoso ultra contra súper secretario de Seguridad Pública federal en el tiempo de Felipe Calderón.

Y César Duarte, ex gobernador de Chihuahua, el priista del nuevo siglo como dijera Peña Nieto también de Javier Duarte y Roberto Borge Angulo.

Todos, con Lozoya ahora, en el cóctel explosivo para cacarear el combate a la corrupción iniciado por López Obrador, de cara, además, y de manera coincidente, a la elección de quince gobernadores de aquí a mediados del año entrante.

TRES. Poncio Pilatos

Desde la conferencia mañana, López Obrador es jugador de altos vuelos en las grandes ligas.

Por un lado, “se lavó las manos” asegurando que nunca procedería en contra de Peña Nieto y Felipe Calderón.

Pero…

Pero si la población así lo decide en una encuesta ciudadana, entonces, el pueblo manda.

En el juego y rejuego, y “mientras son peras o manzanas”, López Obrador alienta la posibilidad jugando al Poncio Pilatos del siglo XXI.

CUATRO. Salpicadero electoral

En la percepción ciudadana, la seguridad de que el cochinero en Pemex con Lozoya Austin salpicando a Peña Nieto y Felipe Calderón, anexos y conexos, está demasiado posicionada.

También está cuajada la sensación de que el obradorismo ha garantizado blindaje a Lozoya a cambio de desembuchar, sobre todo, golpeando a Peña Nieto.

Pareciera que el objetivo es claro:

A. Seguir exhibiendo al ex presidente.

B. Desacreditar a parte de su gabinete legal.

C. Encender a la población contra los políticos acusados de pillos y ladrones.

D. Ganar voluntades electorales a favor de los candidatos de López Obrador y MORENA.

CINCO. “La joya de la corona”

A menos de un mes del segundo informe de gobierno del presidente de la república el primero de septiembre, Lozoya, más que Rosario Robles y García Luna, “es la joya de la corona” para desnudar la corrupción de los gobiernos anteriores.

Más porque la corrupción es la prioridad número uno del obradorismo y que fue el gran pivote para ganar en las urnas en el año 2018 y lanzar del Palacio Nacional a los priistas y panistas.

SEIS. La gran carnada

Entonces, Lozoya, Peña Nieto, Felipe Calderón, García Luna y Rosario Robles, integran la carnada superior para pescar los votos en las urnas el año entrante.

Y reposicionar a López Obrador como el Quetzalcóatl que con espada flamígera anuncia el advenimiento del paraíso socialista donde todos son, y serán, políticos honestos “a prueba de bomba”, incapaces de “meter la mano al cajón”, soldados de la patria y siervos de la nación como se hacen llamar con mucha, excesiva y demasiada petulancia.


Expediente 2020

Bandera obradorista

Luis Velázquez

06 de agosto de 2020

El combate contra la corrupción política es la bandera obradorista. En los días que corren, por ejemplo, por enésima ocasión López Obrador se ocupa del avión presidencial para seguir cacareando el lujo en el Peñismo.

Pero en Veracruz, todo indica, la 4T, la purificación moral y la honestidad valiente se caracterizan por una lucha, digamos, discursiva y mediática, frágil, débil, insípida, incolora, inodora, contra los políticos pillos y corruptos.

1) Cierto, en el primer año del sexenio del góber bendecido, los funcionarios guinda y marrón interpusieron montón de denuncias penales en contra de yunistas, duartistas y fidelistas, y veinte meses después, solo una ha prosperado con un político de SEFIPLAN preso en el penal de Pacho Viejo. El resto, en el limbo. Demasiadas, excesivas chachalacas, mucho ruido y pocas nueces.

2) De entonces a la fecha, el camino empedrado para la purificación moral. Por ejemplo, el nepotismo, tráfico de influencias y conflicto de intereses. Desde el góber para abajo, imponiendo a los suyos (parientes, amigos, aliados, conexos y anexos) en cargos públicos. En primer lugar, Cuitláhuac García. En segundo, su primo, Eleazar Guerrero. En tercero, el doctor Roberto Ramos Alor en la secretaría de Salud. Y en cuarto, el profe Zenyazen Escobar en la secretaría de Salud. Todavía ahora, el góber precioso imponiendo a la jefa jurídica de la secretaría de Seguridad Pública, Ailett García Cayetano, hermana de la diputada federal por dedazo, Dorheny García Cayetano, como magistrada del Tribunal Superior de Justicia luego de su fracaso soñando con la Fiscalía Anticorrupción. El cinismo autoritario en su más alto decibel. El Veracruz “de un solo hombre”. “Aquí mando yo” diría la Fiscal General cuando tomara posesión.

3) El dedazo como método infalible para otorgar obra pública. El primer caso, la compra de las patrullas de Seguridad Pública. El segundo caso, la compra de medicinas al negocio del delegado federal en Jalisco, y quien fue cesado por López Obrador, mientras aquí, en Veracruz, “dejaron hacer y dejaron pasar” al secretario de Salud, quizá porque fue muy obediente cumpliendo órdenes superiores.

CABECEADAS DEL GÓBER FIFÍ

4) El dedazo para la compra de las ambulancias. El visto bueno para que la Fiscal General se comprara dos camionetas, ambas blindadas, además de las camionetas escoltas, temerosa quizá de un susto.

5) La denuncia sistemática de las compañías constructoras documentando que el gobierno de Veracruz favorece a empresas foráneas, sin ninguna duda, primero, porque así lo dispuso

Cuitláhuac García, y segundo, porque acaso habría recibido órdenes superiores. El resultado, montón de constructoras quebradas, cerradas, con el despido de cientos de trabajadores.

6) Las denuncias del tráfico de influencias para otorgar obra pública en la secretaría de Educación y lo que significó el despido de un funcionario del Instituto de Espacios Educativos por incómodo pues anduvo rastreando pistas. Y aun cuando en los dimes y diretes fue denunciado por el equipo del titular, Zenyazen Escobar, en la Fiscalía General, nunca fue detenido. Puro reality-show. Fuego pirotécnico. Elementos distractores. Las cabeceadas.

7) El subejercicio en que cayeron la mayoría de las secretarías del gabinete legal y que significara la devolución de los recursos federales a la secretaría de Hacienda y Crédito Público. Pero, oh paradoja, el político Carlos Ronzón Verónica está convencido de que se trató de un juego a valores entendidos para que así el góber precioso quedara bien con López Obrador, quien lo ha vitoreado, levantado la mano, declarado el más honesto y bendecido.

8) El despido, cambio, enroques y nombramiento de montón de funcionarios sin rendir cuentas. Una, las razones del cese. Dos, las razones de las nuevas designaciones, como si el gobierno de Veracruz fuera una hacienda porfirista con un capataz con látigo. En menos de un sexenio, Javier Duarte cambió a ochenta y cinco funcionarios, sin jamás rendir cuentas.

FRÍVOLA, INSULSA, VANIDA

9) Los convenios del gobierno de Veracruz con medios sin ninguna circulación comprobada, otorgados en base a las relaciones políticas y amicales. Incluso, medios impresos, por ejemplo, regalados en las oficinas públicas y en los restaurantes y en donde por lo general es la hora de la cena y ahí siguen, amontonados en un rincón para que un mesero se los lleve y los venda en la tienda de su colonia popular.

10) La frívola vanidad en que ha caído el góber bendecido publicitando los espectaculares donde un extraterrestre le da las gracias por una obra pública, ajá, pero sin que nadie firme, y lo que expresa el grado más alto de la perturbación neurológica.

11) Veinte meses después, ninguna obra pública sólida y trascendente.

12) El cabildeo, mejor dicho, la orden a la bancada de MORENA en la LXV Legislatura para las reformas electorales. Una, anular la revocación de mandato. Dos, achicar a la mitad las prerrogativas a los partidos políticos. Y tres, lo peor, la desaparición de los consejos municipales del OPLE y así, y de acuerdo con los líderes del PAN, PRD y PRI, orquestar el fraude electoral a mediados del año entrante, temerosos en MORENA de una derrota inminente.

13) Sin un combate a fondo contra la corrupción, el crecimiento exponencial de la inseguridad (los carteles y cartelitos), los secuestros, las extorsiones y los feminicidios. Y de ñapa, la impunidad. En el mes de diciembre del año 2018, el góber prometió acabar con la delincuencia organizada en dos años. Faltan tres meses y cacho. Y estamos peor. Veracruz, un tiradero de cadáveres y un tiradero de impunidad.

14) Lo peor entre lo peor: decenas, cientos de padres de familia siguen buscando a sus hijos desaparecidos en el duartazgo, la yunicidad y la cuitlamanía. El oleaje de incertidumbre se explica a partir de la incapacidad, la ineficiencia y la ineficacia y que también se consideran hechos y acciones corruptivas.

15) Más lo que se ignora, pues los políticos tienden, por lo regular, a ocultar trastupijes y pactar en lo oscurito, tras bambalinas, conscientes de que “tu mano izquierda no sepa las travesuras de la mano derecha”.

El combate a la corrupción en Veracruz, la esencia superior de la 4T y la purificación moral del obradorismo es una vacilada. “Mucho ruido y pocas nueces”. Demasiado cacareo. “Tomadura de pelo”. Por eso, el desencanto social en tan poco tiempo.

Tierra fértil, sin duda, “para movilizar a una sociedad indignada” como dice Cuauhtémoc Cárdenas.


Barandal

•La cruz a cuestas

•Economía despeñada

•¡Pobre SEDECO!

Luis Velázquez

06 de agosto de 2020

ESCALERAS: La SEDECO, Secretaría de Desarrollo Económico de Veracruz, carga la cruz a cuestas. Y en un camino largo y extenso, sórdido y sombrío, con una cruz más pesada que nunca. Peor, con la pesadilla del coronavirus.

Montón de comercios, negocios, changarros, empresas, industrias y fábricas, en el despeñadero. Muchas, bajando el telón. Quebradas por la recesión. Y el creciente, imparable, desempleo.

La creación y recreación de empleos, la tarea básica, fundamental, de la SEDECO. Encima, los vientos huracanados, sin una lucecita alumbrando el túnel.

PASAMANOS: En los últimos veinte meses del sexenio de la izquierda, ningún campanazo.

Más cuando, queda claro, la creación de un empleo significa muchos años de gestión y cabildeo para la respuesta positiva de la iniciativa privada.

Peor tantito, con el oleaje de inseguridad, incertidumbre, zozobra e impunidad, pandemia y recesión, aparte.

Un ex secretario de la SEDECO asegura, por ejemplo, que con frecuencia pasa el sexenio y ningún cabildeo aterriza la posibilidad.

Y en el mejor de los casos, el sexenio siguiente cosecha. Ninguna cosecha en el surco del bienio panista y tampoco en el casi bienio guinda y marrón que camina.

CORREDORES: Se registró, cierto, una especie de campanazo que deseó ser. Fue cuando la SEDECO se puso a vender mangos de Actopan en un carro de carga con los productores.

Vendieron, claro. Pero al mismo tiempo, decenas, cientos, miles quizá de toneladas de mango quedaron en los sembradíos.

Simple y llanamente, la producción fue mucho mayor. Y la SEDECO en el tan tan para, digamos, ganar unos titulares y hacer presencia en el segundo año del gobierno de Veracruz y que han transcurrido en puros bandazos.

BALCONES: De acuerdo con el académico de la Universidad Veracruzana, Alfonso Velázquez Trejo, la SEDECO fue (¿Será todavía?) un club de cafetómanos que todos los días solían tomar el cafecito para vivir en gerundio.

Es decir, planeando… lo que algún pensaban podrían hacer y que nunca aplicaron.

Menos ahora, cuando los vientos son huracanados soplando con tanta intensidad y que por el contrario, arrecian.

De ñapa, la plaga de la langosta en la región de Omealca, proveniente del sur del país, con el riesgo de acabar con los cañaverales y hundan mucho más la economía regional.

PASILLOS: Se viven días apocalípticos. Por ejemplo:

Insólito, los meseros pidiendo limosna en las calles y avenidas.

Los mariachis tocando en los cementerios para sepultar al enfermo de COVID.

Las taiboleras ofreciendo, primero, table-dance a domicilio, y después, table-dance virtuales.

Las trabajadoras domésticas efectuando marchas con la mano extendida clamando un apoyito del gobierno de Veracruz.

TAMSA, el consorcio industrial privado más importante de Veracruz, despidiendo a más de dos mil obreros y empleados.

De hecho y derecho, con el desempleo y el subempleo y los salarios insultantes, la muerte en vida. La muerte por inanición. Más que vivir, sobrevivir.

VENTANAS: En los tiempos adversos es donde la mide y calibra la grandeza humana. Más, la estatura de un político. Su calidad de Estadista. La imaginación aplicada al ejercicio del poder y la tarea de gobernar.

Una cosita es que te otorguen el cargo público por el tráfico de influencias y el conflicto de intereses y el santo y supremo dedazo. Otra, que el puesto público te llegue por la gran vía democrática de “La Tómbola”, que permite ganar, como en la Lotería Nacional, el premio mayor.

Y otra circunstancia, mil años luz de distancia, que cuando el tiempo de huracanes sociales y económicos golpeen a un pueblo, el político Estadista sea digno.


Malecón del Paseo

•Literatos heroicos

•Escribían a mano

•Y con una veladora

Luis Velázquez

06 de agosto de 2020

EMBARCADERO: Los escritores del siglo XIX para atrás fueron héroes de la palabra escrita… Escribían a mano, página por página, tiempo cuando la máquina mecánica de escribir estaba lejos de inventarse… Las películas sobre muchos de ellos dejan perplejo y atónito el corazón humano y las neuronas… Un caso simbólico es, entre tantos otros, de Honorato de Balzac, por ejemplo, quien solía escribir hasta quince horas diarias, a mano, con lápiz, hoja tras hoja, y terminaba agotado tanto de la mano como del cerebro y se tiraba en la cama para dormir en la pocilga donde vivía…

ROMPEOLAS: Una película sobre la vida de sor Juana Inés de Asbaje la muestra encerrada en su cuarto en el convento como escribiendo a destajo, a mano, con una pluma de ganso que a cada rato metía en el frasco con tinta para seguir escribiendo… Suetonio, el autor del libro “Los doce Césares”, de Roma, aparece en un documental en una aldea lejos de la vida política y pública escribiendo a mano día y noche, alumbrándose con una veladorcita, pues entonces en aquel pueblo rural nadie conocía la luz eléctrica…

ASTILLEROS: Gabriel García Márquez escribió y publicó más de veinte libros… Todos, en máquina mecánica… Incluso, en una máquina portátil que cargaba de un extremo a otro del planeta… Es más, tenía la máquina sobre una mesita de madera de esas que venden los indígenas de pueblo en pueblo… Y el día cuando las computadoras llegaron y las utilizó dijo que si en su tiempo habría existido tendría escritos el doble de libros… Ya podrá, entonces, imaginarse el caso de Balzac quien escribió unos cuatrocientos libros, la mitad por encargo, llenos de pasiones revolcadas, como estrategia segura para ganar el billete fácil, que le urgía, pues su familia, sobre todo, su señora madre, lo desconoció porque era feíto…

ESCOLLERAS: Por lo regular, los filmes sobre escritores del siglo XIX para atrás giran alrededor de un cuentista, un novelista, un poeta, un dramaturgo escribiendo textos a mano y con una veladora… Y en una pobreza impresionante… García Márquez, por ejemplo, viviendo en París en la azotea de un edificio donde le cobraban menos, llegó a dejar una de sus novelas en garantía al administrador para que le diera crédito y seguir habitando la buhardilla…

PLAZOLETA: Antón Chéjov, el escritor admirado por León Tolstói, también escribía a mano y con una veladora, tiempo aquel cuando también estudiaba medicina y estaba seguro que su vocación era la literatura… Su caso fue peor, porque padecía tuberculosis y siempre andaba con un cucurucho en la mano donde escupía la sangre y luego lo arrojaba a la chimenea más cercana para evitar el contagio a los demás… Con todo, enfermo, se fue a los campos de concentración de los zares para escribir el reportaje sobre las cárceles rusas donde estaban concentrados los malos, pero también, los contestatarios, los inconformes, los activistas y los críticos…

PALMERAS: La leyenda dice que Benito Juárez aprendió a leer a los doce años de edad y en las noches alumbrándose con una veladora… Y como en todos los casos de escritores de aquellos tiempos se necesitaba insólita fuerza de voluntad, como la de Honorato de Balzac, para cumplir su designio vocacional… Por eso resultan más admirables si se compara con la computadora usada por los escribidores y por lo general desde el cuarto de estudio con aire acondicionado y una asistente doméstica sirviendo el cafecito caliente, ¡vaya escritorazos!…

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