Escenarios
•Población atemorizada
•Hablar mal del góber
•Conspiración jarocha
Luis Velázquez
04 de junio de 2020
UNO. La lección de la calle
El fracaso social ha de buscarse en la calle, en la vida diaria y en los hábitos de la gente.
Entre cositas, las siguientes:
A: El rastro sangriento de cientos de asesinados y que van desde mujeres, niños y ancianos hasta jóvenes, activistas sociales, taxistas, políticos, líderes partidistas y empresarios, gente sencilla y común.
B: La gente evitando hablar de los carteles y cartelitos, temerosa de que sean espiados, y de pronto, se vuelvan víctimas.
DOS. Árbol que crece torcido…
C: La población electoral evitando hablar del góber jarocho de Amlove por temor a represalias. Y si en la plática aborda el asunto, entonces, habla en voz baja, incluso, como aquel priista que se tapa la boca lleno de miedo de que el vecino sea “un oreja” y sepa leer los labios y tenga broncas por ahí.
D: De pronto, mientras en otros meses, la gente hablaba del góber fifí y sabadaba, ahora, nadie. Quizá porque tanto ha desencantado que dejó de significar tema de interés. Acaso porque sientan que a ningún lado se camina porque “árbol que crece torcido jamás la rama endereza”.
TRES. Espías por todos lados
E: La certeza de que hay “orejas”, los famosos espías de cada sexenio gubernamental, y hasta teléfonos ocultos en los restaurantes y las cantinas.
F: Una percepción que, incluso, se deriva de los llamados “orejas” en el gremio reporteril, además de los Carteles de Periodistas al servicio del mejor postor.
G: Las mujeres hablando pestes del góber de Amlove en las tardes pasteleras y en el descanso en la zumba y hasta evidenciando su virilidad.
CUATRO. Conspiración en Veracruz
H: La sensación de que un conciliábulo de un trío de priistas, panistas o perredistas se vuelve una conspiración en contra del gobierno de Veracruz.
Más todavía cuando en la plática llegan a la conclusión de que el góber y MORENA serán derrotados en las urnas en la elección de presidentes municipales y diputados locales y federales de mediados del año 2021, y lo que significaría un revés sustancial.
Habría de recordarse la denuncia mediática en el Congreso de la Unión de la senadora morenista, Gloria Sánchez, de haber descubierto una conspiración periodística en contra del gobernador.
CINCO. Soberbia política
I: Antes, los ciudadanos interesados en la vida pública hablaban sobre el nepotismo, el tráfico de influencias, el conflicto de intereses y la compra por dedazo de las patrullas, las ambulancias y las medicinas cometidas por el gobierno del estado.
Ahora, ya nadie, pocos quizá, excepcionales, se ocupan del tema. Caso cerrado diría la doctora Polo.
Aún más: si en un principio el tema de una plática, un café, una copita de vino, un desayunito, era la soberbia de la dinastía política de MORENA en el palacio de gobierno de Xalapa, ahora, parece, ha sido borrada del tema.
La soberbia parece, más bien, significa parte consustancial de la naturaleza política. Ser político convalida la altivez y el desdén.
SEIS. Iluminados de la izquierda
J: Desde mediados del siglo pasado, los priistas ejercieron el poder y creyeron iluminados y mesiánicos.
Hoy, la izquierda gobierna y son iguales o peores, porque hacia mediados del año 2018 levantaron muchas, demasiadas expectativas.
Y como cada jefe de familia vive de prisa y con prisa para llevar el itacate a casa (6 de los 8 millones de habitantes de Veracruz en la miseria y la pobreza), entonces, la elite gobernante va por un lado y la población electoral por otra y que cada parte se rasque como pueda.
Expediente 2020
Daifas empobrecidas
Luis Velázquez
04 de junio de 2020
Las trabajadoras sexuales es el sector poblacional donde más duro y tupido ha pegado el coronavirus. Desempleadas, 9 de cada diez cortesanas. Y las otras, reduciendo tarifas a más del cincuenta por ciento.
Una crónica de la directora de AVC Noticias, Flavia Morales, lo testimonia, concentrado el texto en la ciudad de Xalapa, la capital.
Peor, mucho peor, entonces, en un Veracruz que ocupa el primer lugar nacional en producción y exportación de mesalinas en el interior de la república.
Y en un Veracruz donde algunos medios escritos publican de entre sesenta a setenta, ochenta, anuncios sexuales los fines de semana.
El bichito ha causado tantos estragos que ninguna de ellas escapa. Está pegando en la prostitución callejera. Pero también en el nivel más alto. Las llamadas daifas VIP. El servicio desde casas de citas y antros.
Un análisis de la BB-VA Research lo describe de la siguiente manera:
“La pandemia dejará a empresas quebradas lo que provocará un elevado nivel de desempleo, y como consecuencia un aumento de la pobreza”. (Proceso 2273)
Y si la contracción económica se dispara al 7 por ciento este año, “12 millones de mexicanos entrarían en situación de pobreza y doce millones 300 mil en pobreza extrema”, es decir, lo que simple y llanamente, es la miseria.
La miseria en la que y como describe León Tolstói, es la peor degradación moral para llevar el itacate y la torta a casa.
Entre ellas, las trabajadoras sexuales, y que de por sí duro, terrible, inverosímil, la venta del cuerpo para obtener unos centavitos con que alimentar a los hijos y a los padres ancianos.
VIVIR DE LA ESPERANZA
Napoleón Bonaparte contaba que una madrugada, en el insomnio, tomó un automóvil y salió a las calles en París para quitarse el sosiego.
En la esquina de una calle se topó con una cortesana. Y se detuvo. Y le preguntó qué hacía ahí.
–Espero clientes.
–Pero son las 3 de la mañana.
–Sí. Y aquí estoy. Yo vivo de la esperanza.
Y la invitó a dar la vuelta.
Nada, sin embargo, y a primera vista, puede hacerse con las mesalinas desempleadas en el tiempo del coronavirus.
Semanas anteriores, en Veracruz y Los Cabos ofrecieron el servicio de table-dance a domicilio y se ignora si habría tenido pegue, pues nunca más volvió a subastarse en las redes sociales, las más concurridas.
Durante mucho tiempo, un proxeneta que tenía chicas VIP para la sevicia se instalaba en el antro de un hotel de 5 estrellas para esperar clientes tomando un refresco de cola.
–¿Cuánto?, le preguntó un priista al padrotito.
–Cinco mil.
–´¡Qué tiempo?
–Tres horas.
–No, hermanito, por 5 mil pesos véndeme a mí.
Ahora, se entiende, la tarifa ha bajado, quizá, a unos mil 500 pesos, pero como los antros de los hoteles están cerrados y unos que otros hoteles, sabrá el chamán la nueva estrategia del servicio sexual VIP.
Ellas, las trabajadoras sexuales tienen todos los derechos del mundo para chambear. Pero el COVID ha cambiado la vida por completo.
Lo peor: una doctora china asegura que doce virus más están por venir y serán peores porque como en el caso de “El avispón asesino” de Estados Unidos con una sola picada o mordedura causa la muerte en inmediato sin andar sufriendo tanto como con el coronavirus y que llevara la semana anterior a un señor de la sexta década a tirarse desde el quinto piso del Hospital Regional de Orizaba.
EL SEXO MUEVE EL MUNDO…
Con tanto desempleo, subempleo y salarios insultantes debido a la errática política económica, el servicio social se ha multiplicado. Está por todos lados. Incluye a mujeres y hombres. Grande es la competencia.
En la historia urbana de cada ciudad, por ejemplo, quedaron grandes epopeyas. En la ciudad de Veracruz, por citar una referencia, desde “La escondida”, el mejor prostíbulo en la historia local, hasta “El patio” y las casas de Idalia, Margarita y Rosita.
Un cliente decía: “Yo tengo toda mi inversión en la casita de Rosita. Soy cliente VIP”.
Famosas en el siglo pasado en su momento fueron cerrando una por una. “La escondida”, por ejemplo, fue clausurada para siempre cuando un marinero solitario llegó al antro, pidió una botella de licor, sacó de la bolsa de su camisa una foto de Jacqueline Kennedy de la que vivía enamorado, durante media botella la estuvo mirando y luego, sacó su pistola y cuando las chicas bailaban con sus galanes se pegó un tiro.
Las otras casas de cita fueron rebasadas por otras más que las sustituyeron en una cadena sucesiva, ininterrumpida, hasta este siglo XXI, donde hay cortesanas menores de veinte años de edad.
Pero el coronavirus, ni modo, las ha estremecido. Y como los epidemiólogos vislumbran que durará hasta fin de año mientras otros aseguran que llegó para quedarse igual que el Sida, entonces, se ignora su destino.
En todo caso, en el relato bíblico siempre se ha dicho que se trata del oficio más viejo del mundo y por tanto vida eterna tendrá, con o sin pandemias, acaso copiando la filosofía de Sigmund Freud de que el sexo mueve, agita, convulsiona y estremece el mundo.
Barandal
•Derrota anunciada
•Inseguridad, eje rector
•MORENA, en el tobogán
Luis Velázquez
04 de junio de 2020
ESCALERAS: El chamán lo dice así: Entre más inseguridad e impunidad en Veracruz con el tiradero de cadáveres, más derrotada será MORENA en las elecciones de mediados del año 2021 de presidentes municipales y diputados locales y federales.
Entre más desempleo, subempleo y salarios insultantes, más desplome de los candidatos guinda y marrón en las urnas el año entrante.
Entre más estilo fifí y sabadaba de ejercer el poder, más estrepitosa será la caída de los abanderados de MORENA el próximo año.
Cuidado, advierte el chamán, 2024, elección de gobernador, pasa por el año 2021.
PASAMANOS: El chamán, sin consultar la bolita de cristal, mira hacia el pasado.
2016. Javier Duarte perdió la elección de gobernador con su candidato Héctor Yunes Landa, primero, por tanto pillaje con el dinero público, y segundo, por el oleaje de incertidumbre y zozobra y que pusiera a Veracruz en la cancha nacional como “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”.
Además, de la desaparición forzada por vez primera incidiendo en Veracruz y que significa la alianza sombría, sórdida y siniestra de los políticos, los jefes policiacos, los policías y los carteles para desaparecer personas.
CORREDORES: 2018. El panista Miguel Ángel Yunes Linares perdió la elección de gobernador con su primogénito, primero, porque los carteles y cartelitos siguieron adueñados de la agenda setting y el tiradero de cadáveres se multiplicó en tierra fértil como los ácaros, la humedad y los conejos.
Y segundo, por el nepotismo con la nominación de su hijo y que peguera duro y tupido en las urnas.
Ahora, con el góber jarocho de Amlove, el tiradero de cadáveres continúa germinando en el surco. Veracruz, primer lugar nacional (Seguridad Nacional dice que bajó al segundo lugar como si fuera consuelo) en feminicidios, secuestros y extorsiones, un delito más agregado a la larga y extensa lista de la muerte.
BALCONES: Nada más indicativo que el panista Felipe Calderón Hinojosa entregara la bandera nacional a Enrique Peña Nieto pues uno de los factores significativos fue la inseguridad y la impunidad.
Nada más emblemático que Peña Nieto entregara la presidencia de la república a Andrés Manuel López Obrador, pues de nuevo la incertidumbre convertida en el factor detonante y explosivo.
En Veracruz, asesinatos de mujeres, niños, jóvenes y ancianos. Activistas sociales, miembros de la comunidad sexual, taxistas, políticos, líderes partidistas, reporteros y empresarios.
La mayoría, en la impunidad.
PASILLOS: El cóctel resulta explosivo y es un viento huracanado en contra de la dinastía política de MORENA en el ejercicio del poder.
Si ya de por sí estamos mal y jodidos con el desempleo, el subempleo y los salarios insultantes, por ejemplo…
Con la baja calidad educativa y de salud…
Con un millón de paisanos como migrantes sin papeles en Estados Unidos…
Y Veracruz como la entidad federativa en el primer lugar nacional en la producción y exportación de trabajadoras sexuales…, entonces, resulta intolerable e insoportable el tsunami de violencia e impunidad.
VENTANAS: De entrada, la profecía es optimista.
Según Porfirio Muñoz Ledo, ex de todo menos de presidente de la república, MORENA permanecerá en el poder durante dieciocho años. Dos sexenios más.
De acuerdo con el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica, solo serán doce años. Un sexenio más.
Pero como la política cambia de manera imprevista, un año y medio después en Veracruz, cada vez aumenta el desencanto social, económico, educativo, de salud, de seguridad y de justicia en la población.
Con tales signos el único resultante es el abismo electoral.
Malecón del Paseo
•Pobreza del Gabo
•El niño de Aracataca
•La fama mundial
Luis Velázquez
04 de junio de 2020
EMBARCADERO: Gabriel García Márquez, el Gabo, tuvo una vida donde la pobreza se metía por todas las ventanas y las puertas de la casa familiar en Aracataca, el pueblo que entrara a la historia con el nombre de Macondo… Desde que naciera fue entregado a los abuelos porque la vida económica de sus padres naufragaba en la precariedad… Pero al mismo tiempo, la madre estuvo pendiente de su desarrollo educativo, de igual manera que de los ocho hijos restantes… Y antes, mucho antes de que los nueve hermanos entraran a la escuela primaria, por ejemplo, la mamá los había enseñado a leer y escribir… Y por eso mismo, todos iban por delante en el salón de clases…
ROMPEOLAS: Vivía, cuenta el Gabo en documental en Netflix, en una familia donde cada año nacía un niño… Entonces, mirando la situación económica de su padre quien era telegrafista y ganaba poco, miró hacia adelante y decidió que la única salida era migrar de Aracataca para buscar un destino… Y se fue a Sucre y luego a Bogotá y después a Cartagena y luego a Barranquilla y después regresó a Bogotá, y hacia el final de aquella aventura, terminó en París, siempre, mirando hacia el futuro para crecer más…
ASTILLEROS: A los doce años conoció de las pasiones contrariadas del cuerpo humano… Fue cuando con los amigos se metieron en el burdel del pueblo, que se llamaba “La hora”… Y aun cuando tuvo relaciones con una trabajadora sexual dice que fue “la cosa más aterradora de toda mi vida”… A los catorce años, conoció a Mercedes, quien tenía 9 años, y quedó prendido… Y sería la mujer de su vida, aquella que cuando se encerrara en su casa a escribir “Cien años de soledad” y vendiera el automóvil para sobrevivir 6 meses, realizó el más insólito de los milagros porque se tardó dos años, aprox., y Meche logró que los proveedores de servicios domésticos, incluído el dueño de la casa donde vivían, les fiaran…
ESCOLLERAS: El Gabo llegó a París como enviado especial de un periódico para el que trabajaba como reportero… Pero estando allá, hubo golpe de Estado en Colombia y el diario fue cerrado… Y quedó a la deriva… Entonces, escribió a los amigos, encabezados por el reportero y escritor, Plinio Apuleyo Mendoza, que le enviaran unos centavitos… Y durante mucho tiempo esperó la respuesta que nunca llegaba, igual, igualito como sucede en la novela, “El coronel no quien le escribe”, y la que consideraba su obra maestra…
PLAZOLETA: La administradora de aquel edificio le permitió vivir en la azotea, confiando en que algún día le pagaría… Y en las noches, escribía la novela hasta la madrugada cuando escuchaba el camión de la basura circular en la calle… Y se levantaba tarde, hacia el mediodía, para engañar las tripas y ahorrar el desayuno…
PALMERAS: Un día, llegó el correo y puso la carta “patas arriba” buscando el dinerito… Y tiró la carta… Y cuando al día siguiente llegara una segunda carta, los amigos le precisaban que en la carta anterior habían enviado los billetes bien escondidos… Y el Gabo corrió a buscar la primera en el cesto de la basura… Por fortuna, la encontró y ahí en un apartado estaban los pesos… Luego, y ante todas las puertas laborales cerradas, iniciaría su periplo en América Latina (Cuba y Estados Unidos) hasta llegar a México donde luego de conocer la ciudad de Veracruz y su gente y de tomarse un café en el Hotel La Parroquia y descubrir la misma identidad que Colombia decidió quedarse a vivir en el país…