viernes, mayo 3, 2024

Expediente 2020

Prensa sumisa y acrítica

Por Luis Velázquez

El estilo personal de ejercer el poder del góber jarocho de AMLO está definido. Si por el góber fuera desaparecería de un manotazo, digamos, a la prensa crítica, a la prensa incómoda, aquella que suele preguntar cositas perturbadoras.

Y solo dejaría con vida a los medios que suelen halagar al gobernador en turno aceptando, permitiendo, incluso, acallar las cosas adversas y huracanadas de los días y las noches, como por ejemplo, la ola de violencia.

Así, desaparecería a la prensa que suele mostrar la vida pública desde el lado más oscuro para quedarse solo con una prensa rosácea, aquella que le preguntara los temas que a él le gustan y escribiera y publicara lo que él desea.

Una prensa, entonces, sumisa, tendida al piso, acrítica, como dejó testimonio en la reunión con los medios el lunes 27 de enero.

La prensa miente, dijo, cuando se abordan temas de violencia (Notiver, 28, 1, 20).

Y tronó contra los reporteros Noé Zavaleta, corresponsal de Proceso, y Rosalinda Morales, y perdió el control y el donaire, e incluso, hasta quiso dictar clases de periodismo bajo el pretexto de que fue profesor en la Universidad Veracruzana, además de que su señora madre es maestra de literatura y dicción.

Nunca antes, y de entrada, un gobernador con la piel más frágil del mundo.

Ni tampoco un mandatario obsesionado “en tapar el sol con un dedo”, cuando Veracruz está convertido en un tiradero de cadáveres y ha sido encumbrado en el primer lugar nacional en feminicidios y secuestros y en donde están operando casi todos los carteles del país.

Además de la más terrible y espantosa impunidad de la historia.

Ni siquiera Francisco Ignacio Madero, uno de los 5 héroes de AMLO; intimidó, azuzó y hostilizó a los medios defeños, y en contraparte, financió con recursos públicos el periódico “Nueva Era” a su hermano Gustavo… para revirar a los críticos, y que en el caso, el góber jarocho ya tiene “Regeneración” y a los chairos y los Siervos de la Nación para enaltecer su trabajo. Además de la prensa que aceptó “convenios chiquitos, muy chiquititos”.

HOMBRE DE POCA MECHA…

En la rueda de prensa, en repetidas ocasiones el góber perdió los estribos. Sueña con un mundo a imagen y semejanza. Y desea que todos lo alaben y “tiren al piso”. Se cree más fregón que Antonio

López de Santa Anna, 3 veces gobernador de Veracruz, y quien como presidente de la república creara “el país de un solo hombre”.

Pareciera, incluso, que está gobernando el país de un solo partido político como durante tantos años fue el partido tricolor.

Por ejemplo, varias veces interrumpió a los reporteros incómodos. Les quitó la palabra, única y exclusivamente, háganos favor, para regañarlos.

Y lo peor, perdió la compostura. “No mientas”, dijo a una reportera. “No pongas palabras en mi boca” advirtió, enojado y molesto.

“Paren su carro”, insistió. “Yo les pido congruencia” dijo.

En el rancho dicen que “perro que ladra… no muerde”.

Pero, cuidado, un político de mecha corta como el góber jarocho de AMLO, a quien la gubernatura le llegó “caída del cielo”, dueño total y absoluto del poder, del presupuesto y de las corporaciones policiacas, y con operadores siniestros y sórdidos, bien puede repetir la historia de Gustavo Díaz Ordaz, por ejemplo, cuando ordenara prender fuego a las instalaciones y las oficinas del semanario Por qué? del reportero Mario Renato Menéndez Rodríguez, y luego exiliara a Cuba.

Incluso, y como Luis Echeverría Álvarez, recurrir a la guerra sucia en contra de don Julio Scherer García para lanzarlo del periódico Excélsior.

Y, bueno, y pensando mal, hasta Javier Duarte con sus diecinueve reporteros asesinados y los tres desaparecidos puede convertirse en modelo político del góber jarocho de AMLO.

EL HÍGADO, DUEÑO DE LAS NEURONAS

Por ahora, en el primer año del sexenio quedó manifiesta la relación tirante de la dinastía de MORENA en el palacio en contra de la prensa.

Por ejemplo, el bombardeo nuclear de varios secretarios del gabinete legal a los medios incómodos.

Y la denuncia de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, CEAPP, de funcionarios hostilizando a los medios.

Pero cuando el jefe máximo pierde el control y deja que el hígado se adueñe de sus neuronas en una rueda de prensa, entonces, el góber da paso, y hasta podría escribirse que “línea”, para que el gabinete legal y ampliado trate a la prensa como una enemiga y una adversaria de la 4T, la Cartilla Moral y la política de abracitos y besitos.

Y en nombre de la patria hasta puede ajustar cuentas físicas con uno que otro reportero incómodo.

Nadie, por ejemplo, desearía que a los reporteros Noé Zavaleta y Rosalinda Morales les diera un ataque de caspa fulminante luego de que hicieron encabritar al góber jarocho de AMLO.

Pero desde luego, han de andar con cuidado, porque está probado y comprobado que siempre existe gente oficiosa y queda/bien.

Nada bueno anuncia ni se deriva de la filosofía política del góber en materia de comunicación social. Y más, cuando por delante quedan casi 5 años. Y más, cuando como en el caso, son dueños, o se creen dueños del poder.

Si con Javier Duarte Veracruz se convirtió “en el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”, con un góber mecha corta puede olfatearse el infierno a la puerta.

En todo caso, si el góber sueña con una prensa, digamos, patriótica y a su lado, entonces, que cumpla con el Estado de Derecho y pacifique Veracruz y evite el tiradero de cadáveres y la impunidad y el desempleo y el subempleo y la baja calidad educativa y de salud pública.

Y más, en un Veracruz donde 6 de los 8 millones de habitantes están en la pobreza y la miseria, y en la miseria, allí donde y como escribiera Fiódor Dostoievski se pierde la dignidad humana a cambio de llevar el itacate y la torta a casa.

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