•ADN del mexicano

•Acoso sexual

•Toqueteo en autobuses

Luis Velázquez

20 de noviembre de 2019

ESCALERAS: A diferencia de la 4T, la ONU ha lanzado una alerta sobre un viejo y roñoso pendiente social… Siete de cada diez mujeres, dice, son víctimas de alguna forma de violencia en el país… Y la más frecuente es el acoso de los hombres a las mujeres en el transporte público de pasajeros… Una práctica tan antigua como la historia de la humanidad y que nunca ha sido considerada como un asunto de seguridad nacional… Y menos, en un país de machos que se creen y sienten unos conquistadores, unos galanes, unos playboys…

PASAMANOS: Por lo pronto, una O.N.G. (se llama “Dejemos de hacerlo”) lanzó una cruzada cívica soñando con terminar con el hostigamiento sexual… El epicentro está en las ciudades de México, Monterrey y Guadalajara, y en donde, todo indica, el acoso registra decibeles elevados… Claro, sin considerar que Veracruz, por ejemplo, ocupa el primer lugar nacional en feminicidios y que en las últimas semanas se han dado muchas violaciones de mujeres en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río…

CORREDORES: La O.N.G. sueña que con su campaña los hombres reconozcan que han sido o son hostigadores sexuales y cambien su conducta, su filosofía sexual de vida, su forma de ser y actuar ante las mujeres… ¡Vaya utopía!… Tan ilusa como, por ejemplo, apostar a que con “abrazos y besos”, los carteles y cartelitos volverán a la vida normal y dejarán de convertir al país en un camposanto gigantesco,… Tan ilusa como, por ejemplo, apostar a que ningún mexicano robe, ni mienta ni mate, cuando hace más de dos mil años fueron lanzados los Diez Mandamientos y sean pocos, excepcionales, que los respeten…

BALCONES: El toqueteo sexual en los autobuses de pasajeros está, incluso, en el ADN del mexicano… Y la O.N.G. “Dejemos de hacerlo” piensa, cree, está segura que con enfocarse a los hombres de 18 a 35 años de edad puede crearse y recrearse al nuevo tipo de hombre respetuoso de los más elementales derechos humanos de las mujeres… A esa edad, dijeron, “aún se puede cambiar la idea de lo que es ser macho”… De entrada, la premisa es falsa… Un cambio de mentalidad, dice el sicólogo vecino, inicia desde la infancia y sigue en la adolescente y ha de consolidarse en la primera juventud…

PASILLOS: Bienvenida la posibilidad, pero por encima de todo trabajar para que el mexicano deje de sentirse un macho significa una tarea azarosa desde el hogar, y desde luego, multiplicada en la educación básica… Por ejemplo, la reeducación familiar para que el trato a las hijas y los hijos sea en igualdad de circunstancias… Y para que el varón aprenda desde la casa el respeto a la dignidad y a la identidad y a la personalidad de cada mujer… Y para que cuando se interpongan abusos y excesos de los varones reciban en automático un castigo ejemplar…

VENTANAS: El dato de la representante de la O.N.U.-Mujeres en México de que 7 de cada 10 mujeres han sido víctimas de una forma de violencia es alarmante… Bastaría referir que en el caso de los feminicidios, por ejemplo, los mismos funcionarios la achacan a la violencia intrafamiliar… Pero al mismo tiempo, se quedan en la declaratoria periodística sin asumir una política de Estado… Tan es así que las mujeres asesinadadas fueron, primero, secuestradas, y luego desaparecidas, y después ultrajadas y de inmediato asesinadas y de colofón, decapitadas y arrojado el cadáver en la vía pública… Y en todos los casos se trata de machos abusivos que nunca tuvieron una reorientación en su desarrollo sicológico…