domingo, mayo 5, 2024

Malecón del Paseo

•Cárdenas y Agustín Lara

•Era su artista preferido

•“Rosa”, su canción favorita

Luis Velázquez

06 de noviembre de 2019

EMBARCADERO: El general Lázaro Cárdenas del Río, uno de los héroes patrios de AMLO, el presidente de la república, tenía, como todo ser humano, sus artistas preferidos… Entre ellos, Luis Alcaraz, Gonzalo Curiel, José Sabre Marroquín y Agustín Lara… De todos, Agustín Lara era el preferido… También le gustaban los valses de Johann Stratus y la música de Ignacio Fernández Esperón, Tata Nacho, y a quien, además, “conocía desde que” había sido gobernador de Michoacán según cuenta el historiador Ricardo Pérez Montfort en su libro “Lázaro Cárdenas, un mexicano del siglo XX”…

ROMPEOLAS: Un día, un reportero de la fuente le preguntó cuál era su canción favorita de Agustín Lara… Y dijo: “Rosa”, una, por cierto, de las románticas con lo que expresado quedaba el gusto del general y presidente, y hasta entonó la siguiente estrofa… Rosa, una trabajadora sexual de la que el músico-poeta vivió enamorado… En el libro hay una foto donde Cárdenas posa con Pedro Vargas y Agustín Lara, y en donde Lara apareció en su primera juventud, delgadito y afiladito, antes, mucho antes de que una cortesana del prostíbulo “La bandida” le hiciera una rajada en los pómulos ardida y encendida de celos…

ASTILLEROS: Agustín Lara inició su vida musical en el antro “La bandida”, de la Ciudad de México, el más cotizado con las mujeres más bellas, la menor tendría unos 15 años… El prostíbulo, ubicado en el corazón de la colonia Condesa, calle Nuevo León, era propiedad de Graciela Olmos, amiga, entre otros, de Plutarco Elías Calles y sus hijos, Luis Napoleón Morones y un montón de políticos postrevolucionarios… Y aun cuando Calles llamaba “Mi chamaco” a Lázaro Cárdenas, por alguna razón “La bandida” hablaba mal de Cárdenas y como componía canciones le compuso una donde lo llamaba “El trompudo d Jiquilpan”… Agustín Lara tocaba el piano cada noche y cuando Calles llegaba a “La bandida” con sus amigos ahí estaba “El flaco de oro”…

ESCOLLERAS: Dos estrofas de la canción de “La bandida” en contra de Lázaro Cárdenas dicen así: “Cárdenas fuiste un ingrato/ y con eso les pagaste/ hasta llamarlos traidores/ en el modo de expresarte/ Cárdenas no te queremos/ por tu mala y vil acción/ traicionaste al amigo/ y ha de odiarte la nación”… Graciela Olmos fue muy poderosa… Incluso, Maximino Avila Camacho, el hermano de Manuel Ávila Camacho, quien también fuera presidente de la república, era uno de sus protectores…

PLAZOLETA: Hacia el final del sexenio, Cárdenas otorgó una audiencia a “La bandida”, quien bragada y macha le cantó aquella canción y Cárdenas ordenó que ningún policía la tocara… Incluso, algún lambiscón le llevó los requisitos legales para cerrar su lupanar, pero el presidente de la república fue generoso y lo dejó funcionar… De la colonia Condesa, el antro pasó a operar en el Hotel Regis, en la avenida Juárez, y luego en la calle Durango, cuando el regente de la ciudad de México era Ernesto P. Uruchurtu y quien, se afirmó siempre, le regalara una mansión para seguir regenteando a sus chicas…

PALMERAS: Agustín Lara y Pedro Vargas, amigos de Lázaro Cárdenas, nunca abogaron por “La bandida”… Y por el contrario, mantuvieron la distancia… Uno era el negocio prostibulario y otra la admiración artística de Cárdenas por Lara y otra la amistad entre ellos y otra las debilidades de la carne ante las mesalinas… Cárdenas terminó el sexenio y Agustín Lara dejó de tocar en el lupanar aquel y se volvió el músico-poeta preferida de la época, a tal grado que hasta María Félix sucumbió a su encanto artístico…

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