domingo, mayo 5, 2024

Barandal

•Pueblo cocainómano

•Alto consumo de refresco

•Chiapas, campeón mundial

Luis Velázquez

25 de octubre de 2019

ESCALERAS: ¡Ahora sí, como suelen exclaman algunos mexicanos borrachos… ¡Viva México, cabrones! Hay razones de sobra. La primera y única, por ahora: Chiapas, un estado con unos 570 municipios, la mayoría indígenas, ocupa el primer lugar nacional en consumo de Coca-Cola.

Todavía peor: el primer lugar mundial en el consumo del refresco.

Peor aún: de acuerdo con el C.O.N.A.C.Y.T. (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) cada habitante de Chiapas, sobre todo los indígenas, se toman 821.25 litros de Coca-Cola… por año.

PASAMANOS: Lázaro Cárdenas del Río, uno de los héroes de A.M.L.O., gobernaba el país. Entonces, el secretario de Salud le informó al detalle el alto consumo de cerveza en las regiones indígenas, todas pobres.

Así, y luego de sopesar los riesgos, Cárdenas pactó con los industriales de la cerveza y el aguardiente una baja drástica en la distribución en las regiones étnicas de la república.

Y durante su gobierno, así fue aplicada la medida. Luego, llegarían otros presidentes y rompieron el acuerdo y el pacto.

En la 4T y en la República Amorosa, y según la Cartilla Moral, el gobernador Morenista de Chiapas, bien podría inspirarse en Cárdenas para reducir la venta de Coca-cola.

Y por añadidura, otros gobernadores de MORENA (Tabasco, Veracruz, Morelos y la Ciudad de México) bien podrían copiar el modelito.

CORREDORES: De entrada, se antoja una locura que cada chiapaneco se beba 821 litros por año de Coca-Cola.

Por eso, dice el C.O.N.A.C.Y.T., Chiapas ocupa el primer lugar nacional en muertes por diabetes.

Antes que el himno nacional, antes que Miguel Hidalgo y José María Morelos, antes que Benito Juárez y el subcomandante Marcos, antes que Bartolomé de las Casas y Samuel Ruiz, antes que el poeta Jaime Sabines, y antes que la profe Elba Esther Gordillo, para los chiapanecos está la Coca-Cola.

BALCONES: Antes, incluso, que Isela Vega, la seductora y sensual y fascinante artista del siglo pasado, cuando en una gira en Chiapas la plebe se le fue encima y la desnudó por completo y quedó en “pelotas” en el escenario, solo con unas botas según crónica sabrosa de Carlos Monsiváis, para los chiapanecos está la Coca-Cola.

PASILLOS: ¡Sorpresas que da la vida! De acuerdo con la investigación del C.O.N.A.C.Y.T. los presuntos culpables del insólito consumo de Coca en Chiapas se debe a que cuando los líderes religiosos tradicionales sustituyeron el aguardiente de caña por refrescos como parte, digamos, de la evangelización, hacia el año 1980, la Coca fue elevada al rango de “nutrimento de la deidad celestial”, y todo mundo le entró al refresco de cola.

Es decir, que en veinte años del siglo pasado y los 19 años que van del siglo XXI, Chiapas alcanzó el estrellato internacional.

Desde entonces, el grueso del ingreso de por sí jodido y precario de la mayoría chiapaneco se va en la compra de la bebida azucarada para la familia.

Ni don Samuel Ruiz ni Marcos tuvieron la visión para detenerse en los estragos del refresco de cola.

VENTANAS: Veracruz quizá también ocupe un lugar privilegiado en el consumo del refresco que sin ninguna duda contiene una dosis de droga y por eso crea adicción.

Se ignora si el C.O.N.A.C.Y.T. incluye al resto de la república en la investigación, aun cuando todo indica se concentraron en la frontera sur del país, incluyendo los estados de Chiapas, Tabasco y Oaxaca. Quizá, Campeche y Yucatán.

Pero dada la publicidad subliminal de la Coca, Veracruz también estaría jugando en las grandes ligas, máxime si se considera que ocupamos el primer lugar nacional en adolescentes embarazadas, abortos y producción y exportación de trabajadoras sexuales.

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