viernes, abril 26, 2024

Expediente 2019

A.M.L.O. y su promesa

Luis Velázquez

09 de octubre de 2019

El 22 de octubre es una fecha clave. Sin ser histórica, es indicativa y significativa. Digamos, para los 8 millones de habitantes de Veracruz.

Y es que el 22 de abril, en gira por la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, A.M.L.O., el presidente de la república, dijo que en 6 meses bajaría la inseguridad aquí, en la entidad jarocha, de igual manera como en el resto del país.

Y el 22 de octubre, cumpleaños de Juan Pablo II, se cumplirá el tiempo, recuerda el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica, respetable académico de universidades privadas.

Faltan, entonces, unos días y la lámpara votiva de seguro estará ardiendo en la secretaría de Seguridad Pública para lograr el milagro, de igual manera, digamos, como Jesús multiplicara los peces y los panes.

La carga, sin embargo, es demasiado pesada y el camino se ha vuelto más largo y extenso, sórdido, siniestro, sombrío, sembrado de espinas y cardos en vez de flores y nardos.

Bastaría mirar alrededor.

Veracruz, primer lugar nacional en secuestros y feminicidios.

Más de mil 500 asesinatos en los últimos diez meses y días.

Mujeres secuestradas, desaparecidas, quizá ultrajadas, asesinadas, cercenadas, decapitadas y arrojados sus cadáveres en la vía pública.

Incluso, cadáveres de mujeres flotando en los ríos y lagunas.

Todavía más significativo: mujeres policías asesinadas.

Más los casi cincuenta menores ejecutados.

El Estado Delincuencial lleno de cruces de políticos, líderes partidistas, activistas sociales, taxistas, profesores, hombres desconocidos, sin duda pistoleros y sicarios y un reportero asesinado.

Y el 99 por ciento de los casos, en la impunidad.

Es más, todo indica, parece indicar, que el oleaje de violencia está fuera de control, desbordado como un tsunami entrando en cada pueblo de norte a sur y de este a oeste.

Simplemente, está en chino que la profecía, o el juramento, de A.M.L.O. de que en un semestre (del 22 de abril al 22 de octubre), la inseguridad disminuiría en la tierra jarocha, su segunda patria chica.

Ni modo, Dios dispone y viene aquel…

Los carteles, adueñados de este pedazo del Golfo de México.

FRACASÓ EL SOCIALISMO CON ROSTRO HUMANO…

En un semestre, muchas cositas han ocurrido.

Primero, con Jorge Wínckler, el exfiscal, dijo el góber sabadaba, “sucedían cosas peores”.

Segundo, cada vez los carteles se recrudecen, como por ejemplo, el homicidio de una mujer de unos 26 años de edad, empleada de un negocio de comida rápida, en las cercanías del libramiento de la carretera federal del municipio de Cuitláhuac, cometido por unos tipos que de pronto llegaron y dispararon varias ocasiones, la mataron y huyeron mostrando el puño a la autoridad.

Tercero, una Guardia Nacional que está “guardada”…, como dijeron los ciudadanos en resistencia pacífica en el sur de Veracruz, a la altura de Cosoleacaque, por el secuestro y asesinato de varias mujeres,

Cuarto, cada vez más niños huérfanos y más parejas viudas y más hogares enlutados y más cruces familiares en los panteones municipales.

Cinco, los malos “crecidos al castigo” pues como matan y nada pasa, entonces, siguen operando con una ferocidad incrementada.

Seis, nunca como ahora, y de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública, Veracruz, primer lugar nacional en secuestros y feminicidios.

Por eso, las buenas intenciones del presidente de la república de disminuir la inseguridad en un semestre se trató de una esperanza fallida, pues ni modo que en unas semanas la vida social cambie.

El nuevo socialismo de rostro humano ha fracasado. También la 4T. Y la República Amorosa. Y la Cartilla Moral. Y la advertencia de que los malosos serán acusados con mamá, papá y los abuelos. Y la convocatoria bíblica para portarse bien porque se achicharrarán en el infierno al lado del diablo. Y la amnistía.

POCOS SALEN DEL INFIERNO

Hace un semestre, A.M.L.O. vitoreó y levantó la mano a su gobernador de Veracruz glorificándolo como un político honesto, honesto, honesto, en quien, dijo, tenía una confianza “a prueba de bomba”.

Y si al mismo tiempo aseguró en la famosa mañanera de que en 6 meses Veracruz sería de nuevo el paraíso terrenal, el paraíso perdido, la tierra prometida, entonces, la secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía debieron apechugar la realidad y trabajar juntos atrás del objetivo.

Se diluyeron. Se enfrascaron en sus odios. Cada quien peleando por imponerse al otro.

Y el góber y su equipo de seguridad y política, en el limbo, festinando las mieles de A.M.L.O. al Poder Ejecutivo Estatal y olvidando la tarea primordial, dice el profe Carlos Ronzón.

A.M.L.O., solito, se puso un plazo. Y el plazo llegará en trece días. Y Veracruz es aún el infierno. Y ninguna duda hay, sin necesidad de una bolita de cristal, de que Veracruz seguirá en llamas.

Y es que, bueno, del infierno pocos salen.

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