viernes, abril 26, 2024

Barandal

•Otro feminicidio

•Hay protestas…

•Pero son desdeñadas

Luis Velázquez

08 de octubre de 2019

ESCALERAS: Una mujer más fue asesinada en Veracruz. Ella tenía 23 años. Se llamaba Galilea y era madre de un niño de 4 años.

Originaria de Minatitlán, fue secuestrada en Tres Valles, donde había ido con una amiga de fin de semana. Diez días permaneció desaparecida. Su cadáver fue tirado en Tuxtepec.

En Tres Valles fue con unos amigos al río. Y antes de que su cadáver fuera arrojado en Tuxtepec, los amigos también aparecieron asesinados.

Fue el mismo día cuando otra mujer, estudiante de universidad en Coatzacoalcos, fue levantada. Se llama Ingrid Annel Sánchez Yeladaqui y quien, por fortuna, fue liberada.

PASAMANOS: Entonces, los amigos se inconformaron. Y bloquearon la autopista sureña durante 6 horas.

Quisieron manifestar la indignación crónica de norte a sur y de este a oeste con tantos feminicidios (primer lugar nacional en la era MORENA), tantos asesinatos, tantos secuestros (primer lugar nacional), tantos cadáveres flotando en los ríos y lagunas y tirados a los pozos artesianos de agua dados y baja y arrojados en los cañaverales y en las calles y carreteras.

Y lo más canijo, los cadáveres colgando de puentes y árboles y las cabezas decapitadas dejadas en bares y calles.

CORREDORES: Hay feminicidios. Hay protestas. Hay marchas de feligreses con el Santísimo por delante. ¿Y de qué sirve si el gobierno de Veracruz a través de la secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía parece que está sorda y ciega?

La población protesta y ningún resultado social concreto y específico se obtiene.

Por el contrario, pareciera que los asesinatos se multiplican en el peor oleaje de la vida local.

De un Estado de Derecho se ha brincado a un Estado Fallido para desembocar en un Estado Malandresco donde la delincuencia organizada y común son dueños del día y de la noche.

BALCONES: Hay veces cuando la población siente y presidente que esta guerra es y será perpetua.

Y que, cierto, empezó con Javier Duarte en el año 2011. Pero diez meses y 8 días después de la era MORENA todavía sigue ahí.

Y más, con tantas cacayacas y euforia con que de Nuevo León fue importado el secretario de Seguridad Pública, el primer filtro y el más importante para que los 8 millones de habitantes de Veracruz vivan con tranquilidad.

PASILLOS: La población se lanza a las calles. Organiza caminatas y plantones frente a palacio. Envía cartas a la ONU pidiendo ayuda. Trepa cartas en la Plataforma cibernética. Hace plantones en las oficinas del gobierno de Veracruz en la Ciudad de México.

Y en cada homilía, los sacerdotes de la iglesia católica describiendo el infierno vivido clamando la intervención oficial.

Y nada pasa. En palacio tienen otras prioridades, como por ejemplo, viajar a Baja California con diputados locales y reporteros para presentar el primer libro como escritor del secretario General de Gobierno, paso previo, digamos, para hermanar aquella entidad federativa con Veracruz, vaya ocurrencias de la clase dominante.

VENTANAS: Mientras tanto, las mujeres de Veracruz son asesinadas como nunca antes en la historia local.

Ni siquiera, vaya, con Javier Duarte. Tampoco con Miguel Ángel Yunes Linares.

Es el peor lastre que en el camino tan largo y extenso lleno de espinas y cardos arrastra con una cruz muy pesada el gobernador de MORENA y A.M.L.O., feliz, dichoso, de que en cada girita su presidente de la república lo vitoree y levante la mano.

Y, bueno, cuando los políticos están bien con Dios les vale que los ángeles y querubines se inconformen.

Así fue y es el sistema político en el mundo.

Publicidad




Otras noticias

Bitácora Política

Bitácora Política

Bitácora Política

SENTIDO COMÚN