Dueño de la pelota
Luis Velázquez
25 de septiembre de 2019
Solito, así lo quiso, el góber de MORENA en Veracruz se creó y creó la fama de un político fifí, sabadaba y salsero.
Si antes de encumbrarse como el gobernador número 78 de Veracruz (el primero en 1824, Guadalupe Victoria, luego presidente de la república, igual que Antonio López de Santa Anna, Miguel Alemán Valdés y Adolfo Ruiz Cortines), ya como jefe electo del Poder Ejecutivo trascendió su amor y festín por la salsa.
La fama pública lo registró como un fanático del palacio de la salsa en la ciudad de Veracruz.
Después vino lo de fifí y más tarde lo de sabadaba solucionando los grandes conflictos sociales y cerró la primera parte de su ciclo como “El Power del Sureste”, con sus homólogos de Tabasco y Chiapas.
Entonces, sobrevino la otra fama pública encarnada en su frase bíblica. “Con Wínckler las cosas estaban peores” y de la que tanta chunga y pitorreo hiciera Nachito, Nachito Lozano, en su programa estelar matutino en TV Imagen.
Pero casi diez meses después como jefe máximo, tlatoani, chamán, tótem y príncipe, el Príncipe del Palacio, ya aprendió las artes marciales de la política, pero más aún, ya le habría caído el veinte del ejercicio del poder.
Y según las versiones, actúa como tal.
Primero, y según las versiones de los testigos, algunos secretarios del gabinete legal, se impone hacia el interior de su equipo.
Por ejemplo, si expide una orden y la cuestiona, termina el debate ordenando que se haga, sin más.
Segundo, de ser necesario, regaña. Llama la atención. Hace observaciones severas, así sea, por ejemplo, el secretario General de Gobierno, tan echado para adelante con la defensa a ultranza de los objetivos de MORENA.
Y tercero, se ha vuelto muy ejecutivo.
Claro, estando bien con el dios terrenal, el jefe máximo, el presidente de la república, podrán los ángeles y querubines emberrincharse.
El góber, dueño único de las pelotas.
Y como decía aquel, si se equivoca vuelve a mandar y nada pasa.
EL CÍRCULO ROJO
En el trascendido está que el góber tiene un solo círculo del poder. El llamado en otros tiempos el círculo rojo.
Está formado, entre otros, por las diputadas Rosalinda Galindo y Dorheny Cayetano, la directora del IPE, Daniela Griego, y la ex Contralora, Leslie Garibo, a quien todo y formar parte de su grupito fue lanzada del cargo público, además, sin ninguna rendición de cuentas (¡Oh, Contraloría), de igual manera como Javier Duarte destituyó, cambió y enalteció a 85 funcionarios sin dar explicaciones a nadie.
Pero Cuitláhuac tiene a un par, digamos, de políticos en su primer círculo del poder.
El primero es Zenyazen Escobar, el secretario de Educación cuya experiencia como stripero en la región de Orizaba y Córdoba le permitió encumbrarse en la más alta silla de la política educativa siguiendo la huella de Enrique Rébsamen, Enrique Laubscher, Rafael Delgado y Carlos A. Carrillo.
Y el segundo es el diputado local, Juan Javier Gómez Cazarín, titular de la Junta de Coordinación Política, la JUCOPO, que maneja, entre otras cositas, además de las negociaciones y los acuerdos, el billete oficial en la LXV Legislatura.
Gómez Cazarín tiene, se afirma, más, mucha más experiencia en el manejo de la naturaleza humana.
Por ejemplo, durante catorce años de su vida ganó el itacate y la torta vendiendo automóviles en Coatzacoalcos.
Y para vender coches durante tanto tiempo aprendió a conocer y manejar los hilos y resortes de la naturaleza humana.
Además, en los 14 años participó en un número incalculable de cursos de mercadotécnica y sicología para aumentar sus ventas.
Y ese conocimiento lo está aplicando en las relaciones con los 49 diputados locales de la LXV Legislatura, dando juego a todos, incluso, con más habilidad que el presidente de la Mesa Directiva, el ex priista, ex panista y ex perredista, José Manuel Pozos Castro, soñando en quedarse con la JUCOPO, mínimo, con la candidatura de MORENA a presidente municipal de Tuxpan en el año 2021, para él o para uno de sus hijitos.
Con Zenyazen y Gómez Cazarín, el góber está ejerciendo el poder, por encima, incluso, de con el secretario General de Gobierno.
SER Y PARECER
“El dos de palacio”, el segundo del góber en el organigrama, Éric Cisneros Burgos, también está en el ánimo de Cuitláhuac.
Pero al mismo tiempo, y como fue impuesto desde arriba (se afirma, parcela de poder de la secretaria de Energía, pensando en el año 2024), entonces, tiene su pelotita para jugar, pero hay otras mujeres y hombres más cercanos al patrón.
Así, el góber necesita asestar varios campanazos para modificar la imagen y la percepción que la mitad de la población electoral y la otra mitad tiene sobre su estilo personal de ejercer el poder.
Si es cierto, por ejemplo, como se afirma, que asesta manotazos en la toma de decisiones, solamente lo saben los suyos, pero el grueso ciudadanía lo ignora.
Y continúa pitorreándose.
Si es cierto que hacia el final del día fija su postura inamovible, quizá convendría manejar tales acciones en los medios y las redes sociales, anexos y conexos, pues la mujer del César, decía aquel, ha de serlo, pero también parecerlo.
Y en política, dice el viejito del rancho, tan importante es ser como estar,
Y más, porque lo más importante en la vida, igual como en la política, es el respeto, aun cuando para algunos teóricos de la política es el miedo.
En el caso, ni respeto ni miedo…, por más y más que un gobernador es dueño del día y de la noche y propietario del destino común.
