domingo, mayo 19, 2024

Expediente 2019

Dados cruzados

Luis Velázquez

24 de septiembre de 2019

Según la historia, el peor error de un político es pelearse, primero, con el presidente de la república, y segundo, con el gobernador en turno, como el caso, por ejemplo, de Miguel Ángel Yunes Linares.

El Yunes azul tiene, pues, los dados cruzados con A.M.L.O. y Cuitláhuac, y estará viviendo el peor infierno de su vida.

Ni siquiera, vaya, cuando enfrentó, entre otros, a los líderes regionales del PRI en el Chirinismo que le hicieron perder 107 presidencias municipales, y por añadidura, se le cayó la candidatura priista a jefe del Poder Ejecutivo.

Ni siquiera cuando enfrentara a la profe Elba Esther Gordillo (¡Ay, aquella foto publicada en portada de Reforma donde aparece con ella reclinada en su pecho, mientras Rafael Moreno Valle sonríe a un lado), y a Roberto Madrazo Pintado, de quien fue su jefe jurídico en el CEN del PRI.

Ni siquiera cuando enfrentara a Emilio Chuayffet Chemor, gobernador del estado de México, legislador federal y secretario de Gobernación.

Ahora, está en la pelea estelar de toda su vida. Peleado con el presidente de la república, por ejemplo, tiempo aquel de Plutarco Elías Calles, apodado “El turco”, quien ordenara la matanza de Topilejo, José Vasconcelos candidato presidencial independiente, cien seguidores del maestro de América asesinados en menos de media hora.

Y de ñapa, peleado con el góber de A.M.L.O. y MORENA en Veracruz.

Palabras mayores.

Fidel Herrera Beltrán lo decía de la siguiente manera:

“Hay tiempos de tirar cohetes y tiempos de recoger varas. Hay tiempo de sumar, sumarse y sumirse”.

El Yunes azul en otra órbita.

Toda su vida pública, más de 45 años en la política, nunca, jamás, le enseñaron la prudencia y la mesura, el cálculo político de los tiempos, estar y ser y replegarse, amarrarse la lengua.

Y los tiempos huracanados le llegaron desde el primero de diciembre del año anterior. Mejor dicho, desde la elección del año 2018, cuando su partido, el PAN, perdiera la elección presidencial y la local.

PÉSIMO KARMA

En la campaña electoral de entonces, la dinastía Kennedy de Boca del Río resbaló. Y resbaló porque estaban ultra contra súper seguros de su triunfo en las urnas. Sobre todo, la gubernatura.

Por eso, durante aquella jornada cívica tantos agravios de Yunes Linares y Miguel Ángel Yunes Márquez a Cuitláhuac, pero más, a A.M.L.O.

“Aquí en Veracruz, yo soy la horma de tu zapato”, dijo el padre a López Obrador.

“¡Viejo juango!” le gritoneó el hijo a Andrés Manuel.

Además, claro, del torpedeo.

Quizá “el choque de trenes” entre Yunes y A.M.L.O. data de tiempo histórico. Por ejemplo, cuando fue jefe jurídico de Roberto Madrazo en el CEN del PRI, cuando A.M.L.O. buscaba la gubernatura de Tabasco frente a Madrazo Pintado, cuando Carlos Salinas era presidente y Yunes, uno de sus operadores en el Congreso de la Unión.

Sabrá el chamán…

Pero ahora cuando los destinos políticos se han vuelto a encontrar, el mal fario, el pésimo karma de Yunes ante A.M.L.O.

Bastaría referir un hecho:

Durante 9 meses, su Fiscal Jorge Wínckler Ortiz fue la pesadilla de Cuitláhuac y nunca pudo destituirlo.

Entonces, llegó la matanza de Coatzacoalcos en el night club “El caballo blanco”, con 31 muertos a la fecha.

Un día, en su conferencia mañanera, A.M.L.O. aseguró que Wínckler había liberado a un presunto homicida de aquella masacre.

Y el mismo día, a las pocas horas, Wínckler reviró a A.M.L.O. que la Fiscalía General de la República lo había detenido y dejado en libertad.

Es decir, el Fiscal de Veracruz (“Oaxaqueño chaparrito” le llamó Javier Duarte desde el Reclusorio Norte de la Ciudad de México) contradijo al presidente de la república.

Y horas después, “en un abrir y cerrar de ojos”, antes de que el gallito cantara 3 veces, Wínckler fue destituido, simple y llanamente, cesado, sin mayores protocolos ni segundos juicios políticos. Y lo peor, la orden de aprehensión en su contra y en contra de un quinteto más de funcionarios.

En la cancha política nadie duda de que Wínckler marcó su destino político inmediato cuando aclarara paradas al presidente de la república, el tlatoani, el chamán, el gurú, el tótem, el jefe máximo.

Y el jefe, dice un decálogo que venden en el mercado popular, “es el jefe aun estando en pelotas”.

El aviso es claro:

A.M.L.O. va por Yunes Linares y tarde o temprano apretará tuercas.

Y más, por lo siguiente…

UN CUARTETO EN LA MIRA DE A.M.L.O.

Durante más de quince años, A.M.L.O. empujó la carreta y la empujo con el objetivo claro que buscaba y perseguía.

Y mientras las elites políticas del PRI, PAN y PRD seguían repartiéndose los cargos públicos y el billete oficial y llevaban a México al primer lugar de corrupción política en América Latina y a uno de los primeros lugares en el mundo, A.M.L.O. trabajaba “a ras del piso”, con los pobres “y los pobres entre los pobres”, “los condenados de la tierra” le llamó Franz Fanon, “los olvidados de Dios” les decía Luis Buñuel, “los jodidos” les llamaba el antropólogo Oscar Lewis.

Así, en tanto las clases dominantes (políticos, empresarios, cúpulas eclesiásticas y líderes partidistas y sociales, etcétera) se repartían el poder, López Obrador construyó un ejército invencible de pobres vendiendo ilusiones, esperanzas y utopías, y ofreciendo el paraíso terrenal.

Y cuando las clases políticas despertaron era demasiado tarde. “El dinosaurio seguí ahí”, pero dueño del poder presidencial.

Y si habrá quienes crean en la República Amorosa, la Cuarta Transformación y la Cartilla Moral y el perdón y la amnistía política, A.M.L.O. trae atravesado a un cuarteto de políticos, como son Carlos Salinas, Vicente Fox, Felipe Calderón y Miguel Ángel Yunes Linares, aun cuando Fox, muy gallito, lanzó ya su cruzada cívica para destituir, dijo, a López Obrador. Bien podrá la cárcel esperar al guanajuatense, pues la regla de oro luego de ocupar el más alto cargo público es el silencio.

La parte más frágil es Yunes. Y con el chorizo del perdón, tarde o temprano A.M.L.O.  le ajustará cuentas. El antecedente ya lo dio con la caída del Fiscal. Y lo más canijo de la vida, el peor infierno, el peor entre los peores, es enfrentarse a un presidente de la república. Por eso, la orden de captura.

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