viernes, mayo 10, 2024

Expediente 2019

Pasiones desaforadas

Luis Velázquez

24 de agosto de 2019

Policía, sin formación política ni sensibilidad social, el secretario de Seguridad Pública, SPP, ofreció “hacha, calabaza y miel” al panista Miguel Ángel Yunes Linares. Incluso, “le dio en su mero mole”.

Por ejemplo, la semana anterior Hugo Gutiérrez Maldonado, incapaz de frenar el oleaje de inseguridad se acordó de la matanza de Mixtla de Altamirano, sierra de Zongolica, donde emboscaran y asesinaran a la presidenta municipal, Maricela Orea, su esposo y chofer del Ayuntamiento, y sintiéndose iluminado por Huitzilopochtli, inculpó, sin pudor, a Yunes como presunto autor intelectual de la masacre.

Y en el peor resbalón político pidió su comparecencia en la LXV Legislatura.

Yunes habría escuchado o leído la noticia feliz, realizado, pleno. Ningún político en el Golfo de México tan bragado, fajador callejero, boxeador. “Oro molido” la oportunidad de debatir.

Y más fogueado una y mil veces en la polémica y la controversia en la tribuna parlamentaria y en el discurso incendiario.

Y más con su formación política y académica y su habilidad mental para atrapar en el aire las bolas perdidas.

Pez en el agua, hecho para el debate.

Más aún:

El pobrecito titular de la SSP abrió la posibilidad a Yunes de lucirse en el Palacio Legislativo.

Un día, cuando Yunes era diputado federal, el presidente Carlos Salinas de Gortari ordenó a su cabildero que Miguel Ángel subiera a tribuna para contestar a un opositor.

Después, cuando Salinas tomó cafecito con Yunes, le dijo: “Te pedí que subieras a defender el caso, pero incendiaste a todos”.

Por eso, el resbalón político del regio Hugo Gutiérrez.

Y más, por lo siguiente: está en chino demostrar que, en efecto, Yunes es el homicida intelectual del asesinato de la alcaldesa, su esposo y el chofer.

Y más, cuando el titular de la SSP dijo que el presunto asesino físico, aquel que se suicidara cuando estaban a punto de detenerlo, el policía Primitivo Islas Falcón, inspector de la Policía Municipal de Mixtla, había trabajado con Yunes en su tiempo de gobernador.

Caray, el rencor y el odio de la casta dominante de Morena encaramada en el palacio de Xalapa ha deschafetado las neuronas de los Morenos.

De entrada, están viendo moros con tranchete. Pero bueno, el Eclesiastés dice que el hombre público y todos y cada uno de los ciudadanos han de amarrarse la lengua porque suelen proferir muchas pifias, y de paso, y como asegura el diputado José Magdaleno Rosales, convertirse en “el hazmerreír nacional”.

Yunes, feliz, dichoso, de subir a la tribuna en el Congreso local con mayoría de Morena. Se tragaría a todos, “vivitos y coleando”.

Sería como torero en tarde de luces. Como boxeador en noche victoriosa.

Si el policía regio, aquel que solía o suele andar “con pistola al cincho” conociera la biografía política sabría que el peor agravio a Yunes Linares es ignorarlo.

Hugo Gutiérrez, por el contrario, “le dio cuerda”.

VIÑETAS DEL PODER PARA UNA SERIE DE NETFLIX

La matanza de Mixtla parece una película siniestra y sórdida de Juan Orol.

Primera viñeta. La alcaldesa, marido y chofer fueron emboscados una noche en la noche aciaga de la sierra de Misantla.

Segunda viñeta. Las voces virulentas se levantaron y culparon a la suplente del crimen.

Tercera viñeta. La LXV Legislatura acató órdenes superiores y anunciaron la desaparición de poderes, considerando que la suplente era la presunta asesina.

Cuarta viñeta. El policía Primitivo Islas Falcón fue visto como el homicida físico y la autoridad expidió la orden para su captura.

Quinta viñeta. A punto de ser detenido, el policía se pegó un tiro con su pistola.

Sexta viñeta. El secretario de Seguridad Pública se aceleró o lo aceleraron y mostró el peine señalando a Yunes Linares como el presunto asesino intelectual.

Séptima viñeta. El Fiscal detuvo al ex síndico de Mixtla, Ricardo Pérez Marcos, y lo presentó como el homicida intelectual de la ex alcaldesa, exhibiendo, claro, al secretario de Seguridad Pública, a quien, además, calificó de hablador.

Un simple y vulgar hablador, le dijo.

Alguna vez, los escritores Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes Macías anunciaron en una exposición de libros en el Palacio de Minería de la Ciudad de México que habían decidido dejar de escribir novelas porque la realidad era más interesante.

Es el caso. Incluso, hasta los guionistas de Televisa y TV Azteca, mejor dicho, de Netflix, tienen todo el material cardiaco en Mixtla para escribir una serie, y en donde desde el gobierno de Veracruz pudieran recomendar a Leslie Garibo para interpretar a la alcaldesa asesinada y al mismito Hugo Gutiérrez como el policía que se suicida. Yunes Linares actuaría en el papel de Yunes Linares.

PAN COMIDO PA’YUNES

Hay, sin embargo, todavía muchos capítulos pendientes, pues como en el béisbol, “no se acaba hasta que se acaba”.

Por ejemplo, el Fiscal citó en audiencia a Hugo Gutiérrez para documentar los hechos sobre la carpeta de investigación del sensacional caso de Mixtla, y aun cuando lo plantó Wínckler insiste en hacerle pesada la vida, bajo el adagio popular de “quien se lleva… se aguanta”.

Yunes Linares, entonces, esperando el citatorio de la LXV Legislatura para “como pez en el agua”, mejor dicho, como tiburón de mar proceloso tenga la gran batalla de su vida como peleador callejero.

La vida pública, convertida en un reality-show, fuego pirotécnico, dimes y diretes en la aldea global, sacarse la lengua unos a otros políticos, pitorrearse.

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