Expediente 2019

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Adiós, adiosito al PAN

Luis Velázquez

21 de agosto de 2019

Si el sicólogo social tiene razón, entonces, el ex priista y panista, por ahora, Miguel Ángel Yunes Linares trama ya, ya, ya, su renuncia al PAN.

La señal, como el topo de Carlos Marx asomando a la superficie para calibrar el medio ambiente, fue dada la semana anterior.

Entonces, se lanzó con todo en contra de Marko Cortés, el presidente del CEN, amigo de Ricardo Anaya, el fallido candidato presidencial.

Dijo, por ejemplo, que no puede con la carga política y navegan sin rumbo, sin brújula, sin objetivo, sin estrategia.

Y si se mira hacia el pasado, cuando, y por ejemplo, también se fue del PRI, tiempo cuando perdió 107 presidencias municipales y, de ñapa, la primera candidatura a gobernador, también expresó el mismo discurso. Además, en aquel entonces, dijo que en la familia tricolor había muchos, demasiados traidores.

El Yunes azul está o estaría lastimado. Los tribunales electorales, tanto federal como estatal, anularon la elección del presidente del CDE del PAN, donde se encumbrara su protegido José de Jesús Mancha.

Y el CEN de Marko Cortés permaneció callado, “dejando hacer y pasar”.

Tal cual se está reproduciendo a sí mismo. De entrada, llamar la atención. Después, presionar. Luego, buscar un pretexto para desertar del PAN.

Incluso, diría el sicólogo social, presiona que lo expulsen. Más todavía, hacerse la víctima. Y el mártir.

Más cuando los vientos huracanados le están soplando.

Por ejemplo, ya se le fueron los diputados locales Omar Miranda y Bingen Rementería, listo el senador Julen Rementería del Puerto para seguir a su hijo.

Bien decía Morris West en su novela “El arlequín”, los grandes imperios y emporios se destruyen desde adentro.

El chamán dice en caso de consumarse la profecía del sicólogo social, entonces, ex priista, ex panista, cerradas las puertas en MORENA, el Yunes azul se volvería perredista, donde Rogelio Franco Castán lo recibiría con pompa y festín.

¡Aleluya, aleluya! El padrino Yuruba, su religión, estará feliz. Una vida nueva. “Vida Virtuosa” diría AMLO con su Cartilla Moral en la mano.

EL PRD, SU NUEVA ÍNSULA

El Yunes azul fue con Rogelio Franco Castán al velorio en la Catedral de Xalapa del cardenal emérito, Sergio Obeso Rivera.

Incluso, publicó en las redes sociales su foto con Sergio Obeso en un diálogo corto y directo, sin intermediarios.

Después, lanzó su comelitona en casa del primogénito en Boca del Río.

Y en el atracón hubo perredistas enviados quizá por Rogelio Franco para hacer bulto y presencia. También, se afirma, parte de sus trabajadores. Panistas que apenas, apenitas, comienzan, sin una biografía política, sin liderazgo propio, sin representatividad.

Y si en el mes de diciembre del año 2016 cuando ocupara la silla embrujada del palacio de Xalapa, los perredistas fueron beneficiados con cargos públicos, entonces, y de consumarse la profecía del sicólogo social y el chamán, significaría que hacia el año 2021, desde el PAN (en caso de seguir) o desde el PRD (su partido en ciernes) lanzaría a los perredistas como candidatos a presidentes municipales, síndicos y regidores y diputados locales y federales.

La profe Elba Esther Gordillo y Roberto Madrazo Pintado confirmarían su tesis. Yunes, dirían, es así. Mucha experiencia. Mucho fogueo. Muchas mañas. Pero impulsivo y frenético. El hígado, por encima de las neuronas.

Uno de sus cercanos lo describe de la siguiente forma:

“De diez estrategias que le planteo… solo acepta una, y a regañadientes. Primero es él. Luego, él. Y al último, él”.

ES YUNES O GUZMÁN AVILÉS

El 8 de septiembre será la elección del presidente del CDE del PAN. En la contienda interna, Joaquín Guzmán Avilés y José de Jesús Mancha.

Pero más, mucho más allá de Pepe Mancha, en realidad, la feroz y reñida competencia es, será, entre Guzmán Avilés y Yunes Linares.

Son los Yunes azules o los Guzmán Avilés.

Incluso, y así como el Yunes despotrica contra Marko Cortés, es Yunes o es el PAN, el partido político que le abriera las puertas y originara la renuncia de Gerardo Buganza Salmerón y Juan Bueno Torio y sus fans, seguidos por la inconformidad de cientos, miles quizá, de panistas, desde las cúpulas hasta la militancia.

Luego de su renuncia al PRI, más de 25 años de militancia, siempre encumbrado, el PAN lo cobijó. Y desde el PAN alcanzó estadios superiores. Por ejemplo, con Vicente Fox y Felipe Calderón. Luego, en un par de ocasiones fue candidato panista a la gubernatura.

Y para sus hijos, cargos públicos. Presidencias municipales, diputaciones locales y la senaduría.

Ahora, cuando ya utilizó al Partido Acción Nacional en repetidas ocasiones, así como entró al PAN, también pareciera estarse yendo.

Nunca tuvo la grandeza política de Dante Delgado Rannauro de formar su partido político. Tampoco la inteligencia prudente de Fidel Herrera Beltrán para mantenerse en el priismo durante ocho presidentes de la república. Ni la estrategia de Fernando Gutiérrez Barrios para escalar y mudar de policía a político.

Las semanas próximas serán indicativas. El PAN enfrentará un reajuste de fuerzas políticas. Los panistas de convicción en la prueba de fuego.

Es Yunes o es el PAN. Es Yunes o Guzmán Avilés. Pepe Mancha solo es un instrumento y quien, claro, ha sacado jugo del viaje “ordeñando la vaca” como lo documentara en su denuncia el titular del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, Antonio Lorenzo Portilla Vázquez.