•Fervoroso priista
•Operador político
•Ahora, en MORENA
Luis Velázquez
21 de agosto de 2019
UNO. Fervoroso priista
Hay un priista fervoroso. Durante unos 50, 55 años de su vida, el PRI ha sido su religión. Amor eterno.
Pero ahora cuando los vientos son huracanados en contra de su historia partidista, ni modo, se ha vuelto el más devoto predicador de la izquierda, la izquierda delirante, y desde MORENA lucha, digamos, por un nuevo Veracruz.
Ver para creer. Se llama Ranulfo Márquez Hernández. Y en la política ha sido todo, menos jefe del Poder Ejecutivo.
Diputado federal, secretario de Protección Civil, secretario de Desarrollo Social, presidente del CDE del PRI, ideólogo fidelista y duartista, representante del tricolor ante la autoridad electoral y empresario beisbolista.
Ahora, deja la vida por la Cuarta Transformación del País en Veracruz. La república amorosa y la pobreza franciscana son su lema. La Cartilla Moral de don Alfonso Reyes, su nuevo catecismo social. “Por el bien de todos, primero los pobres” es el dogma de su nueva religión. ¡Jesucristo vive!
Nadie, sin embargo, ha de juzgarlo. Tampoco satanizarlo. En todo caso habríase de mirar alrededor.
Dante Delgado fue priista y ahora es de izquierda. AMLO fue priista y ahora de izquierda. Miguel Ángel Yunes Linares fue priista y ahora panista. Manuel Bartlett fue priista y hoy de izquierda. Noticia sería, por ejemplo, que Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón Hinojosa se volvieran morenistas.
Pero ni así cuando los caminos de Dios son inexpugnables.
DOS. Gran operador político
Ranulfo Márquez está jugando en el llano de los Morenos. Según las versiones, opera, uno de sus grandes atributos políticos. Teje y desteje. Zurce. Pule y vuelve a pulir.
Por ejemplo, según el trascendido, una de sus encomiendas es operar con el diputado presidente de la Mesa Directiva de la LXV Legislatura, José Manuel Pozos Castro, ex priista, ex panista y ex perredista, la reelección de Antonio Lorenzo Portilla Vázquez como jefe máximo del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior.
También, su operación política con bajo perfil, pero efectivo, para encumbrar a Daniela Griego, directora general del Instituto de Pensiones, IPE, como candidata de MORENA a la presidencia municipal de Xalapa y, claro, su triunfo arrollador.
Otros hablan de tareas superiores encomendadas por el gobernador.
Pronto quizá podría operar el nuevo juicio político al Fiscal para su destitución, pues, está claro, Juan Javier Gómez Cazarín, titular de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, fue rebasado por las circunstancias y con su ineficacia convirtió al gobierno de Veracruz “en el hazmerreír nacional” según asegurara el diputado local de MORENA, José Magdaleno Rosales.
TRES. “En los cuernos de la luna”
Luego de Fidel Herrera Beltrán, el tlatoani mayor, Javier Duarte terminó en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México y un montón de duartistas presos en el penal de Pacho Viejo.
Pero Ranulfo sigue teniendo vida y en MORENA y en donde, se entiende, aprovechan al máximo su capacidad como operador político, antes, mucho antes, menospreciada.
Incluso, desde el año anterior, cuando la elección del gobernador, operó para MORENA con su candidato a la silla embrujada del palacio.
Y aun cuando en el camino le dejaron de contestar el teléfono y durante varios meses de ejercicio sexenal de igual manera, ahora, todo indica, ya está de nuevo “en los cuernos de la luna”.
Y, bueno, si Ranulfo entró ya al círculo del poder de la izquierda, entonces, la puerta está aceitada para el ingreso de algunos de sus discípulos, entre ellos, Antonio Benítez Lucho, Zeferino Tejeda Uscanga y Ricardo Landa. Y en un descuido, las hermanas Fabiola y Regina Vázquez Saut, las cacicas de Acayucan.
