Resistencia pacífica
Luis Velázquez
27 de julio de 2019
Unos vecinos más, un pueblo, Orizaba, se han sublevado. Entre ellos, frustraron el plagio de un dentista. Incluso, capturaron a un secuestrador mientras los cómplices (una mujer y un hombre) huían.
Luego de Coatzacoalcos, Orizaba y Córdoba son el modelo de la resistencia pacífica. Los más activos, los feligreses de Córdoba con su obispo, Eduardo Patiño Leal, al frente.
En repetidas ocasiones han caminado en las calles y avenidas con el Santísimo por delante clamando tranquilidad y paz.
Incluso más encendidos luego de cuando unos feligreses fueron asaltados en una iglesia una tarde cuando rezaban el rosario.
Y cuando además trascendiera el robo del Santísimo en varias comunidades de la diócesis.
Fue el viernes 19 de julio. En la calle Norte y Oriente 25. Un secuestrador, de 32 años, originario de Ixhuatlanclillo, pueblo vecino, con sus cómplices, una mujer de entre 25 y 30 años, y un taxista, intentaron asaltar y secuestrar al dentista Raúl Arturo R. C., de 45 años.
El dentista opuso resistencia. Logró zafarse. Se escondió en su consultorio desde donde pidiera auxilio.
Entonces, llegaron los vecinos y amigos. “Rápidos y furiosos”, solidarios.
El malandro fue sometido. Pero la mujer y el taxista pudieron darse a la fuga, almas perseguidas por el diablo. (Diario de Xalapa, Gabriel Lagos)
¡La creyeron fácil! ¡Desdeñaron la capacidad de resistencia social y de irritación popular!
Alienta y reconforta el nuevo testimonio de organización vecinal para defenderse unos a otros.
En Coatzacoalcos fue la primera expresión social de inconformidad. La población se integró en una resistencia pacífica. Caminatas en la ciudad. Plantones frente al palacio municipal. Reclamos al presidente huidizo, evasivo y evadido. Cartas a la ONU denunciando la inseguridad. Cartas a la presidencia de la república. Plantones de vecinos de Coatzacoalcos en la oficina del gobierno de Veracruz en la Ciudad de México.
Luego, vendrían las defensas comunitarias de Soledad Atzompa deteniendo, linchando y quemando vivos a unos malandros.
Orizaba, el último testimonio de rebelión social.
SÓLO RESTA CUIDARSE ENTRE SÍ…
Se ha llegado a la expresión más alta de la solidaridad humana. Incluso, habrá quienes lo interpreten como la alianza de la población con el gobierno de Veracruz.
A, si la secretaría de Seguridad Pública, SPP, no puede con los carteles y cartelitos…
B, si la Fiscalía General de Veracruz tampoco…
C, si la Guardia Nacional está más ocupada en detener y deportar a los migrantes de América Central, Asia y África…
D, si la SSP y la Fiscalía se la pasan desacreditándose entre sí…
E, si los Colectivos sigue buscando a los suyos para darles cristiana sepultura…
F, si la numeralia de la muerte resulta insólita y pasmosa…
G, si los panteones continúan llenándose de cruces…
H, si hay un montón de hogares enlutados…
I, y un montón de niños huérfanos y mujeres y hombres viudos…
Entonces, solo resta, en ningún momento rezar como dice el arzobispo de Xalapa, sino defenderse los vecinos y los familiares entre sí.
Se llama resistencia pacífica. Y en el tiempo sombrío vivido y padecido, bien puede considerarse una actitud positiva de los ciudadanos en auxilio del gobierno de Veracruz, tan ocupado en el nepotismo y en la compra de patrullas policiacas, ambulancias y medicinas por asignación, es decir, por dedazo.
Si la SSP y la Fiscalía fallan, entonces, los cuidadanos organizados entran al quite.
¡Veracruz está a salvo!
Solo falta recuperar la historia del ganadero de Jáltipan quien con su familia en el rancho esperó con la escopeta para cazar conejos en la mano y los enfrentó y confrontó y matara en legítima defensa propia a tres sicarios.
Aquel ganadero es el héroe civil anónimo. El Superman. El Batman. El Llanero Solitario. El vengador solitario, la famosa película filmada por Charles Bronson, uno de los actores duros del cine mundial.
HORA DE LA ORGANIZACIÓN CIVIL
Las elites políticas pasan los días del chongo.
El góber, por ejemplo, cerrando las puertas del palacio a la gente, incluso, hasta pasar al baño por una emergencia urinaria.
El góber, quitando las ambulancias a los presidentes municipales donadas por el gobierno panista de 2 años.
El góber, ordenando a los alcaldes sureños la contratación de migrantes de América Central para quedar bien con Donald Trump.
El presidente del CDE del PAN y su diputado He Man, amenazando con expulsar de la bancada panista en la LXV Legislatura a los diputados Nora Jéssica Lagunes y Enrique Cambranis.
El histórico y milenario pleito del gobierno de Veracruz para destituir al Fiscal.
El secretario de Educación denunciando más plazas de “aviadores” en el COBAEV de la diputada Érika Ayala.
Y los vecinos de Veracruz, como en Orizaba con el caso del dentista Raúl Arturo R. C., de 45 años, defendiéndose entre ellos y capturando a uno de los tres secuestradores.
Es hora, entonces, de legitimar las guardias comunitarias, las autodefensas, los comités de barrio, las redes vecinales, digamos, como cuando Adolfo Ruiz Cortines, gobernador de Veracruz, creara las Juntas de Mejoramiento Moral, Cívico y Material, y por cierto, su gran legado histórico.
En el caso, con el único objetivo de garantizar la seguridad en la vida y en los bienes.
La sociedad civil como le llaman, quizá también los ciudadanos y las familias organizadas, con el gran ejemplo de resistencia cívica en defensa de todos.
El gobierno de Veracruz, ejerciendo el poder en gerundio, planeando y volviendo a planear un operativo todos los días, a las 7 de la mañana cuando en el palacio de Xalapa se reúnen en tanto los soldados custodian el palacio en la calle para evitar un atentado.
