viernes, abril 26, 2024

Barandal

•Recesión en Veracruz

•Se vive. No. Se sobrevive

•Llevar el itacate a casa

Luis Velázquez

19 de julio de 2019

ESCALERAS: Hay recesión en Veracruz. Y ninguna lucecita alumbra el extenso y largo túnel económico.

Los tres cultivos tradicionales (caña de azúcar, cítricos y café) que durante décadas han significado el sostén estatal, de capa caída.

Y lo peor, en la industria azucarera unos veinticinco líderes asesinados, todos, en la impunidad.

Las remesas de los paisanos en Estados Unidos (calculan un millón de migrantes sin papeles) han revelado por completo a los 3 cultivos tradicionales en el ingreso familiar.

Incluso, ocupan el primer lugar en el manejo de la economía.

PASAMANOS: Uno de cada 3 jefes de familia llevan el itacate y la torta a casa con el ingreso obtenido con el changarro en la vía pública vendiendo fritangas.

6 de los 8 millones de habitantes en la pobreza y la miseria. Medio millón de paisanos solo haciendo dos comidas al día y mal comidas dada la precariedad en que viven.

Según la investigadora Patricia Ponce, Veracruz ocupa el primer lugar nacional en la producción y exportación de trabajadoras sexuales.

CORREDORES: En todas las cabeceras municipales hay montones de anuncios de casas que se alquilan o venden.

En Coatzacoalcos, por ejemplo, hay una calle donde hay diez casas en venta.

La migración de familiares a otras ciudades del país y hasta del extranjero por el tema de la inseguridad y de la impunidad está fuera de control. Desorbitada y descarrilada.

Un montón de negocios están quebrados. Cada vez, despidiendo más personal. Cada vez, cerrando más puertas.

BALCONES: En cada Feria del Empleo, sorprende y alucina el número de solicitantes, la mayoría jóvenes y jóvenes egresados de una carrera profesional.

“Los sueldos que ofrecen, dice uno de ellos, son de hambre, pero es lo único que hay, ni modo”.

La frase indica de manera significativa la recesión a que hemos llegado.

Por un lado, la desesperación social. Y por el otro, el desencanto. Y por el otro, la resignación. “¡Aquí nos tocó vivir y qué le vamos a hacer!”.

La población, los jefes de familia, los hijos tratando de ayudar en el sostén económico buscan trabajo de lo que sea.

PASILLOS: En otros tiempos sexenales, la elite gobernante lanzaba proyectos sociales de obra pública con sentido utilitario, pues ofertaban empleos aunque fueran temporales, también, claro, con sueldos de hambre.

7 meses y medio después, ninguna obra pública en Veracruz. Nada. El colmo del ridículo:

La secretaría de Infraestructura y Obra Pública, SIOP, alardeó la inauguración de un cajero en su dependencia en Xalapa.

La secretaría de Salud festina la inauguración de Centritos de Salud, incluso, vacío el botiquín de medicinas mientras el titular posa sonriente como pigmeo de Blanca Nieves tomando la protesta a los líderes de médicos en medio de un clima de tranquilidad y paz social, ajá.

VENTANAS: Se vive. Mejor dicho, se sobrevive.

Muchos jefes de familia están tentados a migrar con o sin papeles a Estados Unidos. Pero lo piensan y carburan.

Algunos, por ejemplo, y desde hace ratito se pusieron a vender cositas, como ropa, zapato, perfumes, y hay quienes y como en el siglo pasado venden colecciones de libros clásicos conscientes y seguros de que constituye una odisea, pero confiando en un golpe de suerte.

Otros piensan en Ernesto “El ché” Guevara para volverse fotógrafos ambulantes afuera de la Catedral y hasta vender estampitas de la Virgen de Guadalupe con todo y que el celular ha rebasado a los fotógrafos tradicionales.

Lo importante es llevar el itacate a casa. Veracruz, en recesión, hundiéndose cada vez más.

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