miércoles, abril 24, 2024

Malecón del Paseo

•Últimos días de Hemingway

•La peor pesadilla de su vida

•Tres meses de alucinaciones

Luis Velázquez

15 de julio de 2019

EMBARCADERO: En el mes de julio, pero de 1961, hace 58 años, a las 6 de la mañana, Ernest Hemingay, Premio Pulitzer de Periodismo, Premio Nobel de Literatura, se levantó de su cama en su casa… Luego, descalzó, caminó al sótano donde guardaba las escopetas que utilizaba para cazar elefantes, tigres y leones en Africa… Tomó una y se la llevó a la boca… Y mientras su esposa dormía, se pegó un tiro… La noticia fue transmitida hacia las 8 de la mañana por radio…

ROMPEOLAS: El escritor Juan García Ponce la escuchó en México y habló por teléfono a su amigo Gabriel García Márquez… Le dijo: “Hemingway se pegó un tiro y está muerto”… El Gabo guardó silencio unos segundos y le dijo: “No te preocupes. Los reporteros son muy mentirosos”… Cazador de animales en Africa, pescador en las aguas profundas del Golfo de México en su yate, boxeador que se trepaba al ring en Estados Unidos, playboy en París, experto en toros y toreros, uno de los hombres más deseados por las mujeres de su tiempo, escritor de más de 25 libros, varios, llevados al cine, los últimos 3 meses de Hemingway fueron una pesadilla…

ASTILLEROS: La cuenta su amigo, el escritor y reportero, A. E. Hotchner, en el libro “Papá Hemingway”… Hotchner se presentó a Hem (así permitía que le llamaran sus amigos probados y comprobados) de la siguiente manera: “Soy reportero. Y me encargaron una entrevista con usted bajo la advertencia de despedirme si fracaso”… Hem le reviró con frase sencilla: “Nunca será por mi culpa. Aquí lo espero”…

ESCOLLERAS: Según Hotchner, en los últimos 3 meses de su vida, a Hem lo persiguieron las alucinaciones… Por ejemplo, creía, estaba seguro que el FBI y/o la CIA lo perseguía por una (presunta) violación sexual de una menor, aun cuando al mismo tiempo decía que nunca había ultrajado a nadie, pero sus enemigos y adversarios así lo acusaban… Un día, estaba con su amigo el reportero en un restaurante y Hem miró a dos hombres sentados a lo lejos tomando unos tragos… “Ahí están. Ellos son. El FBI” dijo el escritor… Y se le volvió una obsesión…

PLAZOLETA: Hem pidió al reportero que lo checara y hablara, por ejemplo, con el dueño o el gerente del restaurante y se levantó de la mesa y habló… “Son agentes de ventas. Cada semana pasan por aquí” le dijeron… Hotchner fue y le dijo a Hem la versión… Y Hem le contestó: “No, no, el FIB disfraza a sus espías de agentes de ventas”… Y sin más, debieron abandonar el restaurante… El escritor solía caminar en el bosque en medio de los árboles y sentarse debajo de un árbol frondoso a leer el periódico del día… Pero también descubrió que unos agentes lo perseguían y suspendió sus visitas…

PALMERAS: En aquellos 3 meses en varias ocasiones fue internado en un hospital siquiátrico… Pero algunas veces logró escapar, incluso, con ayuda de las enfermeras, que lo admiraban, como todas las mujeres… Hacia finales del mes de junio convenció a su esposa de que ya estaba curado y que se portaría bien… Lo juró una y otra y otra y otra vez… Pero en el regreso a casa cayó en la melancolía y pasaba días anteriores sin pronunciar una palabra… El 2 de julio de 1961, a las 6 de la mañana se levantó de la cama donde dormía con su esposa, fue al sótano, tomó la escopeta preferida y se pegó un tiro en la boca…

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