jueves, abril 25, 2024

Escenarios

•Victoria pírrica

•Derrota descomunal

•Cuitláhuac y Wínckler

Luis Velázquez

22 de junio de 2019

UNO. Victoria pírrica

Cada día que pasa, cada semana, cada mes, y si el Fiscal se mantiene en el cargo significa un triunfo, aunque sea pírrico, para Jorge Wínckler Ortiz, pero una derrota sin paralelo en la historia para el gobernador y su equipo panzer.

Han caminado 6 meses y tres semanas y el rafagueo de Cuitláhuac García para destituir al Fiscal ha sido en vano.

Un diputado local de MORENA, José Magdaleno Rosales Torres, lo dijo así:

“Somos el hazmerreír nacional”.

Incluso, todo indica que Cuitláhuac lloró como niño en el hombro de AMLO para que el gobierno federal se ocupara de la caída del Fiscal.

Y sin embargo, con todo y bombardeo mediático de una parte de la prensa en contra de Wínckler, nada han podido.

Cierto, siguen insistiendo, gota de agua que perfora a la roca legendaria.

Pero mientras, y según sea “el color del cristal con que se mira”, el Fiscal sigue ahí.

Está cercado por el gobierno de MORENA. Lo excluyen de las juntas diarias en el palacio de Xalapa para dar seguimiento a la ola de violencia.

Lo dejan fuera de los eventos relacionados con la procuración de justicia.

El Solecito, entre otros, lo seguirá con su tiroteo mediático.

Podrán enviarle mensajes siniestros, por el ejemplo, con el tiroteo al Fiscal de Las Choapas.

Pero con todo, el Fiscal continúa en el cargo.

Cada día en su palacio constituye una victoria, aunque sea pírrica.

DOS. Fiscal de 9 años

Pirro, ya se sabe, era el rey griego del reino de Epiro.

Enfrentó dos batallas estremecedoras.

Una, la batalla de Heraclea, donde ganara, pero al mismo, de sus 25 mil hombres en la batalla trece mil perdieron la vida.

En la segunda batalla, la de Asculo, tres mil de sus hombres fueron asesinados.

Entonces, dijo:

“Otra victoria como esta y volveré solo a casa”.

Batallas así fueron bautizadas con su nombre.

Victoria pírrica para el Fiscal. Derrota ignominiosa para Cuitláhuac.

Un manotazo de Miguel Ángel Yunes Linares fue suficiente para destituir a Luis Ángel Bravo Contreras como Fiscal de Javier Duarte.

Incluso, hasta lo envió de huésped al penal de Pacho Viejo.

De un manotazo, Javier Duarte destituyó al procurador Felipe Amadeo Flores Espinoza, pues el primero, Reynaldo Escobar Pérez, quien sólo permaneció ocho meses en el cargo presentó su renuncia por voluntad propia luego de mentar la madre al poderoso gobernador que era Duarte.

En el caso, en casi siete meses, Cuitláhuac ha mostrado por demás su experiencia, madurez, estrategias, operativos y relaciones.

Simple y llanamente no ha podido. Y así como van las cosas, Cuitláhuac terminará el sexenio y el Fiscal lo será por 9 años.

TRES. Ramalazo fallido

El gobernador, el secretario General de Gobierno y el secretario de Seguridad Pública, los diputados locales de MORENA, los senadores, algunos Colectivos, el Solecito, el más encendido, uno que otro presidente municipal, han descarrilado y quedado bajo evidencia con su fallido ramalazo en contra del Fiscal.

Y con todo y la soberbia, petulancia y egotismo de Wínckler, el Fiscal, como el dinosaurio de Tito Monterroso, como el Gregorio Samsa de Franz Kafka, como los cronopios de Julio Cortázar, como los súper héroes de los niños, Superman, el más famoso, ahí se mantiene.

Y como se conserva en el puesto público, entonces, estaría lejos de hacer suya la frase bíblica de Cuauhtémoc a Hernán Cortés de que si acaso creía que estaba en un lecho de rosas.

Pero, al mismo tiempo, sigue ganando la batalla. Un gobernador y los suyos, derrotado por un Fiscal, la ridiculez total.

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