MORENA, en el tobogán

Luis Velázquez

31 de mayo de 2019

AMLO es el primer tabasqueño en llegar al Palacio Nacional. Varios de sus paisanos lo soñaron. Pero nunca.

Roberto Madrazo Pintado, por ejemplo, perdió la candidatura presidencial ante Vicente Fox.

Manuel Bartlett Díaz la perdió ante Carlos Salinas.

Enrique González Pedrero, el intelectual respetado por Carlos Salinas, ni siquiera, vaya, alcanzó la posibilidad.

Carlos Alberto Madrazo murió en un raro y extraño accidente aéreo cuando era presidente del CEN del PRI, Gustavo Díaz Ordaz presidente de la república.

Y Tomás Garrido Canabal fue quien más lejos llegó. Secretario de Agricultura con Lázaro Cárdenas.

Por eso, Andrés Manuel López Obrador es tan generoso con sus paisanos, luego de que, incluso, nunca pudo gobernar Tabasco.

La primera medida, el anuncio de la construcción de una refinería.

Y la segunda, y que ha sublevado a la mitad del país y a la otra mitad, la millonaria condonación de la deuda a la Comisión Federal de Electricidad y la rebaja en las tarifas.

Incluso, y dada la inconformidad social, el politólogo Ramón Benítez asegura que el perdón para los tabasqueños podría generar el desplome electoral de MORENA en el año 2021, además de la derrota en las gubernaturas en puerta.

Pero además, oh paradoja, las bendiciones de AMLO en Tabasco han puesto en la cancha el atolladero político, económico y social en que está Veracruz, la entidad federativa a la que priistas, panistas, perredistas y morenistas aseguran que es pródiga en recursos naturales, pero también, habitada por una población en la pobreza y la miseria según datos oficiales del INEGI y el CONEVAL.

VERACRUZ, RICO PERO JODIDO

El ingeniero Marco Antonio Torres Hernández, ex diputado federal, de profesión químico graduado con cuadro de honor en la facultad de Química de la Universidad Veracruzana, se sabe de memoria la riqueza natural de Veracruz.

Por ejemplo:

Mientras Tabasco ningún kilowatt de luz produce, Veracruz produce el 14 por ciento de la energía eléctrica del país, teniendo a Chiapas como el productor número uno de la nación.

Veracruz es el único estado con una planta nuclear como Laguna Verde.

Veracruz ocupa el primer lugar nacional en la producción de petroquímica.

En Veracruz corre el 40 por ciento de las aguas nacionales.

Veracruz produce el 40 por ciento del azúcar nacional.

El 40 por ciento de los cítricos.

El segundo lugar en la producción de café, luego de Chiapas.

El primer lugar nacional en la producción de piña.

El primer lugar nacional en la producción de carne de bovino y avícola.

El primer lugar nacional en la producción de vainilla.

Y sin embargo, dice el politólogo Ramón Benítez, 6 de los 8 millones de habitantes de Veracruz viven atrapados y sin salida en la jodidez.

Más aún:

El 60 por ciento de la riqueza estatal es usufructuada por doscientas familias de norte a sur y de este a oeste.

Por eso resulta inverosímil que AMLO, también con la nacionalidad jarocha pues es hijo de padre nacido en Tres Valles y la Constitución local lo enaltece, dejara fuera a Veracruz con la condonación de la deuda de los vecinos y las empresas a la CFE y con la rebaja en la tarifas.

Está bien que AMLO ame a Tabasco con tanta intensidad pues la canción ya lo dice. “Vamos a Tabasco que Tabasco es un edén” (Letra de José Luis Peña Valencia).

Además, la Malinche y diecinueve doncellas más, todas entre los 13 y 18 años de edad, treparon al barco de Hernán Cortés en Tabasco, enviadas por los caciques regionales, cada una cargando un metate y un comal para echar tortillas a mano con maíz blanco para los jefes españoles.

Y por añadidura, se trataría de una deuda histórica, pero la deferencia tan gigantesca, indicativa y significativa de AMLO solo multiplicó el escozor social.

TODOS UNIDOS POR VERACRUZ, AJÁ

La gran riqueza natural de Veracruz (luz, petróleo, caña de azúcar, café, cítricos, vainilla, ganado, etcétera) se produce aquí, claro, pero migra de “la noche tibia y callada” y solo deja la miseria y la pobreza.

Y mientras los diputados locales y uno que otro senador de la república “se desgarran las vestiduras” exigiendo que AMLO también condone deudas de usuarios a la CFE y rebaje tarifas, y lo que resulta plausible, olvidan lo fundamental como es revisar todos y cada uno de los factores de la producción y luchar por un cambio radical en el sistema político, económico y social.

Claro, es una pelea de muchos años, pero por eso mismo la llamada Cuarta Transformación anda lanzando cacayacas por todos lados.

Además, y lo más indicativo, es que los legisladores locales y federales pasan el tiempo peleando, digamos, por cuestiones electoreras, en vez de zambullirse “en las aguas tormentosas de la política” todos unidos… por Veracruz.

Ha de recordarse, por ejemplo, que en el siglo pasado, el profesor Rafael Arriola Molina, senador electo, adoptó como discurso en la campaña electoral que la Federación era un pulpo que se quedaba con todo de Veracruz y a Veracruz, como al resto del país, solo llegaban las miserias.

Entonces, Luis Echeverría Álvarez presidente electo, lo congeló, y su curul fue ocupada por el dirigente petrolero nacional, Samuel Terrazas Zozaya, “tendido al piso” del gobierno central.

AMLO dirá que es jarocho. “Mis paisanos” suele exclamar cuando de gira aquí.

Pero su cordón umbilical fue enterrado en Tabasco y todo por Tabasco.

Quizá pensaría que en el año 2024 pudiera, digamos, pasar del Palacio Federal a la gubernatura. Y/o en todo caso, volverse el Plutarco Elías Calles del siglo XXI imponiendo presidentes de la república y gobernadores.