•Cuitláhuac, salpicado por la corrupción

•Arenas movedizas de Morenistas

•Sembradas la duda y la sospecha

Luis Velázquez

18 de mayo de 2019

(Con premisas de Jan Martínez Ahrens)

ESCALERAS: Apenas, apenitas van 5 meses y medio y el gobierno de Veracruz ha sido enlodado. En la cancha publica, varios casos. Uno, las patrullas policiacas. Dos, la concesión de alimentos en los veinte penales. Tres, los negocitos en el DIF. Cuatro, el nepotismo tan arraigado. Cinco, el amiguismo y el cuatismo.

De algún modo, la misma corrupción priista y panista fue desenterrada. Y el espectro apenas inicia. Y aun cuando se han dado, digamos, precisiones, la duda y la sospecha fue sembrada. Mal, de cara, por ejemplo, a las elecciones de alcaldes y diputados locales y federales del año 2021, pues la población electoral suele ajustar cuentas en las urnas.

PASAMANOS: “El núcleo de la ofensiva” está centrado, por ahora, en ejes concretos y específicos. Seguridad Pública, DIF y varias secretarías.

Y por eso mismo, ha de precisarse, mejor dicho, aclararse, digamos, a tono con la rendición de cuentas.

Y más porque si la duda queda se multiplica. “Calumnia que algo queda” diría, en todo caso, un priista histórico.

Más cuando la oposición vive como los zopilotes o las águilas, acechando.

CORREDORES: Cosa juzgada fue el casi sexenio (le faltaron 48 días) de Javier Duarte.

Y cosa juzgada el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares y que por ahora significa la denuncia penal por un total de 5 mil millones de pesos y que según el politólogo Ramón Benítez, la Fiscalía procedería pero en contra de achichincles, protegiendo y blindado a los jefes de jefes.

Ahora, sin embargo, es la era Cuitláhuac. Y aun cuando en la LXV Legislatura, los diputados de oposición sean menos, todas las mayorías fueron antes minorías dice el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica.

Si las versiones de corrupción dejan correrse se volverá un alud político en la cancha pública.

Más todavía por el cacareo de la famosa Cartilla Moral y la austeridad republicana y la pobreza franciscana.

BALCONES: MORENA se hizo grande abanderando la lucha contra la corrupción y enarbolando un país de políticos honestos.

AMLO lo dijo con precisión:

Si el presidente de la república es honesto, el resto de funcionarios, desde el más encumbrado hasta el menor, serán honrados por ósmosis.

Pocos, claro, han creído. Menos ahora cuando en Veracruz la marca ha sido enlodada.

Más todavía, con el silencio oficial. Y más, cuando y como en el caso de las patrullas, la defensa fue débil.

Y en el caso del nepotismo, la mecha que prendió, los motivos fueron insulsos. El orgullo de mi nepotismo dijeron, por ejemplo, la secretaria de Protección Civil y el diputado presidente de la Mesa Directiva de la LXV Legislatura.

PASILLOS: En la era de Cuitláhuac, un par de caciques, políticos aldeanos, han sido detenidos.

El primero, Manuel Francisco Martínez Martínez, de Chicontepec, acusado del secuestro de la secretaria de Trabajo y Previsión Social y su esposo, fallido candidato a la presidencia municipal.

Y el segundo, Reveriano, “El Pelón” de Coxquihui, acusado de la fuga de unos presos.

La misma prontitud y eficacia ha de aplicarse en el caso de los presuntos trastupijes en Seguridad Pública y el DIF, por ejemplo.

Y más, porque desde el altiplano, el microscopio obradorista sigue la pista de MORENA en Veracruz.

Todos los morenistas… en el punto de la mira. En el ojo del huracán. En el epicentro del temblor. Cuidado, con un resbalón moral. Las manos, fuera del presupuesto.

VENTANAS: Se ignora si al momento habrá sospechosos. Si la Contralora está aplicando la cuchilla. Si el castigo se endurece y aplica con el llamado “rigor de la ley”. Incluso, si son enviados a un proceso penal, digamos, como escarmiento.

Y es que si hay culpables y son blindados, entonces, nada fácil que luego trascienda. Y más, cuando como el caso de las presuntas pillerías en el DIF fue descobijado por un columnista.

Y si el caso de las patrullas se volvió viral se debió, cierto, a las redes sociales, pero también, al ejercicio reporteril, con todo y que los trabajadores de la información sean satanizados desde el nuevo poder.

PUERTAS: En la cancha pública, la diana está abierta para “cuantificar todas las fuentes directas o indirectas” de la posible corrupción, con todo y que el mito de los “Siervos de la Nación”, y “Los chairos”, y los políticos puros por decreto, pudiera derrumbarse.

Incluso, AMLO así lo trató meses anteriores como cuando, por ejemplo, anunciara el despido de algunos funcionarios que pretendieron pasarse de listos con sus nombramientos bajo sospecha, un nini y una cultora de belleza, por ejemplo, en el CONACYT.

CERRADURAS: La más alta promesa de campaña del señor Cuitláhuac García, igual que AMLO, fue el combate a la corrupción priista y panista y perredista.

Ahora, caray, resultaría insólito que la virtud más fuerte que pregonaban tuvo su resbalón.

Nadie quisiera pensar que MORENA está construyendo la ilusión de un mundo posible, ideal, honesto, transparente, pero sobre arenas movedizas.

El discurso de la tolerancia cero en materia ética y moral ha de cumplirse cada día, sin ninguna sospecha.

PATIO: Nadie tampoco creería que el góber es un político débil.

En todo caso, la gente en que confió bien se excedió y lo pudo defraudar, y ni modo, reza el dicho popular, “el que se lleva se aguanta”.

La única posibilidad de que el góber siga vitoreado y levantada su mano por ya saben quién… y de paso, amarrar el aplauso de sus fieles es aplicando la ley.

Lo dijo Benito Juárez: “Nada por encima de la ley, nada fuera de la ley”.

Y, claro, con una inteligente política de comunicación social, aclarar paradas. Patrullas. Alimentos en los penales. Diezmos en el DIF. Nepotismo. Cuatismo. Amiguismo. Los males de la caja de Pandora.