Masacres en Veracruz

Luis Velázquez

07 de mayo de 2019

Además de “La bamba” y “El tilingo lingo” y el huapango y el tamal de zacahuil, Veracruz es así:

Matanza en Soledad Atzompa. 6 sicarios presuntos secuestrados de profesores, detenidos, linchados y quemados vivos.

Matanza en el Valle de Uxpanapa. Un hombre que baleara a su esposo linchado por una llamada guardia comunitaria.

Matanza en Jáltipan. Un ganadero mató a tres malandros que intentaban asaltar su casa en el rancho con una escopeta para cazar conejos.

Matanza en Minatitlán. Trece personas asesinadas, entre ellas, un bebé de un año y 5 mujeres, por un cartel ajustando cuentas con un transgénero, dueño de un par de cantinas donde vendían drogas. Iban por uno y mataron a trece.

Matanza en Las Choapas. Unas llamadas guardias comunitarias fusilaron a tres turistas, a quienes según el boletín oficial, confundieron con roba-chicos.

Matanza en Mixtla de Altamirano. Unos pistoleros emboscaron y mataron en la noche, 22:30 horas, en una carretera de la sierra de Zongolica a la presidenta municipal, su esposo y el chofer del Ayuntamiento.

Hay, claro, una matanza peor, cruenta y atroz: del primero de diciembre del año 2018 a la fecha, han asesinado a 743 personas, entre ellas, a 94 mujeres y 33 niños.

Nunca como hoy, Veracruz atrapado entre la espada y la espada de una ola de violencia que parece inacabable.

Por eso quizá los diputados de la LXV Legislatura “se agarraron del chongo” el lunes 29 de abril en el Congreso, sin llegar a una conclusión, puro fuego pirotécnico, ganas puras de enfrentarse y confrontarse, por la inseguridad, “rasgándose las vestiduras”, unos, por su gobernador y su secretario de Seguridad Pública, y otros, por su fiscal.

El reality-show. La parafernalia. El incienso a los jefes máximos. En tanto, Veracruz sigue chorreando sangre.

PURAS CACAYACAS ENTRE DIPUTADOS

El lodazal rayó en lo insólito, para Ripley. Por ejemplo, los diputados del PAN se lanzaron contra el presidente de la república porque en su gira del 21 de abril en Antón Lizardo, cuando vitoreó a su gobernador, nunca expresó el pésame a las familias de las trece personas asesinadas en la masacre de Minatitlán, con todo y que días después viajara a Minatitlán para ser y estar.

Los llamados “Conscriptos de la patria” en la vieja Roma satanizándose entre sí, en vez de aportar soluciones concretas y específicas (si existieran) para combatir la ola de violencia, mejor dicho, tsunami de violencia en Veracruz.

Que la inseguridad fue heredada por varios ex gobernadores. Que hoy con MORENA en el palacio de Xalapa se carece de una estrategia para combatir la delincuencia. Que la Guardia Nacional ya está en el sur.

Que el góber sigue desdeñando al Fiscal. Que por cuarta ocasión una diputada exige la comparecencia hasta del góber en el Congreso para explicar sus operativos. Que el Fiscal ningún resultado con el asesinato de la alcaldesa de Mixtla.

Es decir, puras cacayacas.

Los intereses políticos llevados a la máxima tribuna parlamentaria local, sin que ninguna lucecita asome en el largo y extenso túnel de la inseguridad y la impunidad.

Cada diputado local, sirviendo a sus patrones y jefes y tlatoanis, haciendo a un lado a los 8 millones de habitantes de Veracruz.

El mismo chorizo de siempre. Y la población atrapada entre la espada y la espada de la incapacidad oficial, el principio de Peter al que la generación de MORENA llegó en tan breve tiempo originando el desencanto social.

SEGUIR ORDEÑANDO LA VACA…

La inseguridad y la impunidad bambolean en la ruta rusa. Y si alguna duda existiera, y no más para reiterarse, el agarrón el mismo lunes 29 de abril entre el gobernador y el fiscal sobre el triple asesinato en Mixtla de Altamirano.

El góber contra el fiscal debatiendo en los medios nacionales y el fiscal contra el góber en los medios locales.

Un pleito verdulero, barato y ramplón, decepcionante, con el único objetivo de adueñarse del poder total y absoluto en Veracruz, caso del góber, y de permanecer en el cargo para el que fue elegido 9 años, caso el fiscal.

Peor aún:

A pesar de que académicos, ONG, Colectivos, y hasta un ministro (en retiro) de la Suprema Corte de Justicia de la Nación convocó a la prudencia, la mesura y la inteligencia, a las partes ha valido.

Recuerda, por ejemplo, y de manera simple, los viejos y legendarios y míticos agarrones callejeros entre las bandas que se trenzaban a la salida de la escuela.

Y peor:

Las partes arrastrando a los otros actores políticos, entre ellos, los diputados locales, quienes queda/bien les vale el destino social.

En tanto, las matanzas siguen caracterizando al gobierno de MORENA en el palacio de Xalapa como nunca antes, ni con Miguel Ángel Yunes Linares ni Javier Duarte ni tampoco, incluso, Agustín Acosta Lagunes, se han dado en la historia local.

Quizá solo hacia 1940, cuando Manuel Parra, el cacique de “La mano negra”, operando desde la hacienda de Almolonga en Alto Lucero de Paquita la del barrio, cuando con sus pistoleros y al servicio de los latifundistas asesinaron a cuarenta mil campesinos en aquella enconada lucha agraria.

La mesura y la prudencia, el buen gobierno, la inteligencia y las neuronas, aniquiladas por las revolturas de la pasión fermentada.

Igual de decepcionante que los diputados de la LXV Legislatura, el gabinete legal y ampliado del gobierno del estado poniéndose los guantes en un pleito que únicamente interesa a las elites políticas, quizá con sentido patrimonialista para dar rienda suelta al nepotismo, el amiguismo, el cuatismo y el manoseo en la obra pública y en donde los 8 millones de habitantes de Veracruz ningún interés tienen.

El usufructo del poder político (“ordeñar la vaca, meter la mano al cajón”) ha enloquecido al 99 por ciento de los políticos locales…