•Exterminio de animalitos
•Amarrados a vías del tren
•Un infierno llamado Río Blanco
Luis Velázquez
EMBARCADERO: Hay en Río Blanco, allí donde en 1907 se consumara la masacre porfirista de obreros textiles, un exterminio de animalitos… Crisis humanitaria le denominarían los animalistas… Perritos y gatitos son abandonados en las calles y terrenos baldíos a su desdichada suerte… Pero, sorpresas que da la vida, también los amarran a las vías del tren para ser destrozados por los vagones del ferrocarril de carga… Y en otras ocasiones, son arrojados a canales de aguas negras en bolsas amarradas con fuerza y vigor para que ninguno escape… Acaso, vivos, quizá muertos… Cada día, algunos vecinos hallan mascotas ahogadas en el canal… Así, con toda la realidad cruda y atroz, lo publicó «El Mundo de Córdoba» con nota de Yamilet Gámez…
ROMPEOLAS: Nadie sabe, conoce, según parece, a los autores del exterminio… Por eso, ninguna denuncia o aviso a la autoridad interponen otros vecinos… Pero el drama es terrible… Por ejemplo, los ciudadanos describen el infierno… Perros mutilados agonizando… Perros partidos a la mitad y otros reducidos a piel, masa y sangre… Olores fétidos por la descomposición corpórea… En algunos casos, los perritos y gatitos, todos, digamos, callejeros, han sido salvados y enviados a refugios, centros y albergues temporales, aun cuando en la mayoría de los casos les dicen que están sobrepoblados… Y entonces, los animales vuelven a sus orígenes deambulando en las calles…
ASTILLEROS: El maltrato animal en su más alto decibel inhumano en Río Blanco… El mundo indígena descrito por Juan Rulfo en «El llano en llamas» de los perritos acompañando a los muertos en el camino al otro lado del charco de la vida entrampado en la realidad avasallante y demoledora… Y más, porque la autoridad municipal de espaldas al exterminio… Quizá, más ocupada y preocupada con el secuestro, desaparición y asesinato de humanos… Pero, bueno, vaya paradoja, cuando la mitad del mundo y la otra mitad suele tener mascotas, la más grata y dulce compañía en la vida, y a toda hora en el día y la noche, así se trate, digamos, de un rinoceronte o un elefante como mascota como sucede en la película de Demi Moore y Robert Redford, «Una propuesta indecorosa», donde compran un hipopótamo para mascota…
ARRECIFES: Tiempo anterior, en la ciudad de Veracruz, el alcalde panista ordenó una razzia de gatos en un cementerio, más de cien, parece… De pronto, desaparecieron, pero al mismo tiempo, se les olvidó que los gatos y los perros siempre vuelven a casa y cuando se dieron cuenta en el mismo panteón ya había otra vez cincuenta… Luego, los exterminaron de un parque ecológico, y al ratito, de nuevo… El único operativo que, parece, les cuajó fue en el palacio municipal inundado de palomas y bastó un halcón llamado Gengis para ahuyentar a todas y que andaban por ahí años después de que Hernán Cortes fundara el primer Ayuntamiento de América Latina en tierra firme…
PLAZOLETA: La cultura y la sensibilidad social de un pueblo y de su autoridad también se miden por el trato a los animales… Y más, mucho más, cuando son callejeros, animalitos sin dueño, abandonados por ahí, dejados a la deriva… Tan es así que, por ejemplo, hay ONG y activistas para quienes tratar así a un animalito significa «delito de lesa humanidad»… La mirada social de los activistas ha de voltear a Río Blanco porque han llegado al exterminio sin piedad ni misericordia, como por ejemplo, amarrar a los perritos y gatitos a las vías del tren para cuando pase el ferrocarril… Mucha, demasiada saña… El corazón humano en su aventura más despiadada… En todo caso, campañas de esterilización permanentes… Y/o como en otras ciudades donde organizan pasarela zoológica para una adopción…
