•Panteón flotante de malandros
•Chorrean sangre ríos y lagunas
•Un fosario llamado Veracruz
Por: Luis Velázquez
EMBARCADERO: Los ríos, lagunas y arroyos de Veracruz anuncian la muerte… Los cadáveres flotando en las aguas fluviales arrastrados por las corrientes aguas bajo… Siempre, claro, los ríos en el verano son destructivos… Se desbordan y las aguas turbulentas y revolcadas entran sin pedir permiso a la población y avasallan con la vida… La vida de los árboles… La vida de los animales… La vida de los humanos… Solo Noé trepado en su arca, con una pareja de animalitos de cada especie pudo sobrevivir… Pero los ríos ahora parecen un cementerio flotante de los malosos…
ROMPEOLAS: Hay ríos, por ejemplo, que desde años anteriores se secaron… Y solo quedan unas microscópicas islitas como un charquito por ahí… Los pescadores dejaron de vivir de la pesca y ahora se miran unos a otros cuando en vez de pececitos flotan cuerpos sin vida, por lo regular, desconocidos, pues en unos pueblos los secuestran y otros los matan y en otros son tirados a los ríos… Es el nuevo paisaje urbano, suburbano, rural e indígena de “la noche tibia y callada” soñada por Agustín Lara, el músico-poeta que deseó nacer en Tlacotalpan, allí donde el río Papaloapan se desborda con frecuencia…
ASTILLEROS: Los ríos huelen a muerte en un Veracruz descubierto como un fosario por el sacerdote de la Teología de la Liberación, José Alejandro Solalinde Guerra… A la orilla de sus aguas, los niños, y también los pescadores, han descubierto cadáveres flotando, y en otras ocasiones, atrapados entre los árboles o en medio de las piedras… Los niños indígenas y campesinos conociendo la muerte en sus pueblos y que en vez de perseguir mariposas amarillas, rojas y blancas en la primavera que inicia, quizá se habrían acostumbrado y ahora pescan cadáveres…
ARRECIFES: Los ríos desembocan en el Golfo de México… Y por fortuna (por fortuna, digamos, para la población, pero también, para el turismo), los cadáveres han sido embargados en los pueblos, comunidades, rancherías por donde flotan… De lo contrario, terminarían navetando en la bahía, y entonces, sería el Día del Juicio Final, casi casi la resurrección de los muertos… Un escenario catastrófico, digamos, para los 500 años de la fundación del Ayuntamiento de Veracruz, el primero en América Latina en tierra firme, y para el festival de Salsa en Boca del río…
PLAZOLETA: Desde luego, el tiradero de cadáveres en los ríos, lagunas y arroyos en ningún momento es nuevo, digamos, una característica en el sexenio de la izquierda… Fue en el último sexenio priista de Veracruz cuando los cuerpos sin vida aparecieron en los ríos y en los 6 años se multiplicaron… Ahora, sin embargo, han rebasado a los peces y los panes y de norte a sur y de este a oeste del territorio jarocho significa un viaje al infierno…
PALMERAS: Imposible que un presidente municipal, un diputado local o federal, un senador, el gobierno de Veracruz, etcétera, pudieran en un frente común evitar que en los ríos sigan tirando cadáveres… Sería una epopeya condenada al fracaso porque Veracruz tiene más de 40 ríos y tan solo el río Pánuco significa el 14.75 por ciento de la superficie estatal… Además, hay 650 millas por la costa del Golfo de México… Y su territorio equivale al tercio de los recursos hidrológicos del país… Por eso, quizá, y cuando los panteones se agoten quizá volveríamos a la cultura indígena de encaramar los cadáveres en un féretro flotante, llenarlo de teas humeantes y lanzarlo a las aguas pluviales para incinerarse…
