•Cadáveres flotando en los ríos
•Cuerpos destazados con saña
•Bar rafagueado, el colmo
Luis Velázquez
EMBARCADERO: Hay días terribles y espantosos… Es cuando la muerte cabalga victoriosa en Veracruz… Y es cuando en unas horas asesinan a trece personas… El decibel más alto en la historia sórdida de “la noche tibia y callada” de Agustín Lara… Lo peor: el domingo 17 de marzo, tres cadáveres flotando en tres ríos, lagunas y arroyos… Uno, un ganadero, David Reyes Carrillo, secuestrado 9 días antes, su cadáver flotando en el arroyo del poblado Zapotal, de Las Choapas, allí donde han descubierto fosas clandestinas…
ROMPEOLAS: Dos, el cadáver de un desconocido flotando en el río Jamapa, en el municipio de Medellín, descubierto por unos pescadores de Playa de Vaca, a la orilla de la población… Y tres, el cadáver de un hombre flotando el domingo en un tiradero a cielo abierto en la colonia Solidaridad, de Agua Dulce… Sus restos, además, en dos bolsas negras de plástico… Descuartizado… Su cuerpo en cachitos… La más alta expresión de la saña y la barbarie, pues si antes fue secuestrado y desaparecido y asesinado, caray, demasiada maldad y perversidad para destajarlo…
ASTILLEROS: El 17 de marzo fue fatídico… En Ixtaczoquitlán, un hombre fue plagiado, amarrado de las manos, y luego, tiroteado… Después, su cadáver tirado en despoblado… Se llamaba Joaquín Armando Hernández Notario y vivía en Río Blanco… Los vecinos descubrieron el cadáver a orilla de la carretera… Fue el mismo domingo cuando en Cosoleacaque cuatro personas (tres hombres y un menor) fueron masacrados en su casa en una colonia popular… Y cuando en Córdoba una pareja viajando en un taxi fue asesinada… Y cuando en Paso del Macho, un bar fue rafagueado con el saldo de dos hombres ejecutados y uno herido…
ARRECIFES: Hay domingos así, cuando se va a misa a rezar un padrenuestro por los muertos y una ave maría por los vivos… Y cuando el gobbierno de Veracruz exclama frase célebre de tres palabras… “Todo está bien”, compitiendo con la frase del preso del Reclusorio Norte de la Ciudad de México… “Aquí, no pasa nada”… Lo más canijo, sin embargo, y cuando toda vida humana es invaluable, son los cadáveres flotando en los ríos, lagunas y arroyos de Veracruz…
PLAZOLETA: Da ternura mirar a los políticos blindados por tierra y cielo cuando andan de gira, por ejemplo, cuando llegan días después de una conflagración al pueblo para comer hot dogs en la vía pública y festinar que “vendrán tiempos bonitos”… Más ternura cuando se les mira ultra contra súper pertrechados con armas de uso exclusivo del ejército y chalecos antibalas para inspeccionar el terreno pasado el huracán, además de custodiados por las fuerzas policiacas con todo y que los elementos de la Fuerza Civil envíen cartitas al presidente de la república quejándose del mal trato laboral…
PALMERAS: Ahora, ningún día de la semana respetan los carteles… Antes, solo operaban de lunes a viernes, quizá al sábado… Pero como la guerra se ha recrudecido, hasta el domingo, día de misa, día de guardar, tiran cadáveres a los ríos… Igual que los peces, los muertos multiplicados en las aguas fluviales de Veracruz… La población avecindada a orilla o cerca de los ríos sabe que el paisaje ha cambiado y además de los pescadores, los niños también miran atónitos y sorprendidos los cuerpos sin vida flotando aguas abajo… El daño sicológico es y será incalculable… Una película de terror y horror… Los realistas, en la guerra de Independencia, colgando los cadáveres de los árboles a orilla de los caminos llenos de pólvora…
