sábado, abril 27, 2024

Barandal

  • Deudas a empresarios
  • Pagos… en abonos
  • Resbalón del góber

Luis Velázquez

ESCALERAS: Lleno de “ternuritas” el gobierno de Veracruz ofreció, prometió, garantizó a los empresarios pagar deudas pendientes.

Y pendientes, claro, de con Miguel Ángel Yunes Linares y Javier Duarte y, parece, desde Fidel Herrera Beltrán.

Y solito, el gobernador se echó la soga al cuello.

Y más, cuando por decreto se vive la austeridad republicana.

Y más, cuando Yunes se la llevó vendiendo promesas a la iniciativa privada de que les pagaría e incumplió.

Y, claro, cuando desde Duarte arrastraron como río desbordado los pendientes de pago.

PASAMANOS: En la mirada del politólogo Ramón Benítez significó un error.

Simple y llanamente, por un eje rector. El góber “soltó al tigre”.

Peor tantito si se considera, como descubriera el diputado presidente de la Mesa Directiva, José Manuel Pozos Castro, que “en el palacio de Xalapa hay demonios”.

También, claro, “traidores y desleales”.

Bastaría referir que la Cámara de Nacional de Comercio, filial Xalapa (Gerardo Libreros Cobos) dijo, sin optimismo, mejor dicho, incrédulos que acaso los empresarios podrían (futuro) recibir los pagos pendientes… pero en abonos.

El gobierno de Veracruz, entonces, como un simple abonero.

“Hoy no fío, pero qué tal mañana”, dice el anuncito pegado en la pared del local en el mercado popular.

CORREDORES: Se trata de viejas, históricas y antiguas deudas que, todo indica, está en chino pueda la iniciativa privada cobrar.

Por eso mismo, el dirigente de la Canaco dice que los pagos, de ser ciertos, “podrían prolongarse durante el sexenio”. (Diario de Xalapa, Itzel Molina, 18 de febrero, 2019)

Ha de recordarse que fue la misma cantaleta de la yunicidad y el duartazgo.

Incluso, nunca negaron la deuda.

Pero al mismo tiempo, una y otra vez repitieron en el bienio azul que revisarían las cuentas por pagar pues mucha suspicacia tenían con los cochupos, diezmos, dobles diezmos, empresas fantasmas, pagos adulterados y empleo de dudosos materiales de construcción, entre otras cositas.

BALCONES: El chamán dice que “prometer a nadie empobrece”.

Pero de igual manera, orilla a “tomar el pelo” a la gente, y en el caso, a los empresarios.

Un caso singular lo ejemplifica:

La deuda dejada por el duartazgo a los medios de comunicación fue incalculable y la yunicidad nunca los pagó.

En el camino, sin embargo, y hacia el segundo año, trascendió que pagarían a unos medios, pero siempre y cuenta aceptaran una renegociación que llegaba al cincuenta por ciento.

PASILLOS: La emboscada está en que el gobierno de Veracruz quiso “tomar el toro por los cuernos” y resbaló.

Jamás debió prometer que pagaría. Por el contrario, que revisaría las cuentas y así, vendiendo esperanzas podría, digamos, ganarse la confianza y el respeto.

Ahora, “la gallera (empresarial) está alborotada” y conforme pasen las semanas y los meses y sigan igual, entonces, sobrevendrá el desencanto social.

Ha de recordarse el reality-show armado por el expanista, empresario de abolengo, Alejandro Cossío, declarando la guerra a la yunicidad y poniendo un reloj público hacia el final del bienio contabilizando los días que faltaban para irse.

VENTANAS: La venta de esperanzas fue secundada por el secretario de Desarrollo Económico del senador Ricardo Ahued Bardahuil, Ernesto Pérez Astorga, quien el sábado 2 de marzo, un día después del día de los brujos, anunció que revisarían, en efecto, la deuda, pero que “ahora será más rápido”.

Quiso así referirse (y de paso tirar pedradas a la yunicidad) de que en su bienio azul quedaron sin escudriñar la mayor parte de las 4 mil 200 empresas a las que Javier Duarte quedó a deber.

Incluso, en el trascendido quedó claro que la deuda asciende a 3 mil 468 millones 700 mil pesos.

PUERTAS: Insólito: de esa cantidad, veinte millones de pesos corresponden a servicios turísticos que van desde restaurantes y hoteles hasta recorridos de guías y rentas de automóviles (Notiver, 3 de marzo, 2019).

Y lo más grave, deudas, se insiste, desde Duarte.

De hecho y derecho, como para quebrar cualquier negocio.

Caray, el colmo de la mala administración, primero, es la deuda, pues manejar la economía de una dependencia es como operar la economía familiar, donde si hay gastos de más, entonces la quiebra es inminente.

Y segundo, insólito, dejar deudas a restaurantes por desayunos, comidas y cenas.

CERRADURAS: En el proceso ilusorio del pago de la deuda se ha caído en el pitorreo.

Por ejemplo, el secretario de Finanzas y Planeación asegura que la yunicidad (Clementina Herreros y Guillermo Moreno) nunca se ocuparon ni preocuparon por documentar la deuda.

Entonces, caray, los empresarios deberán hacer de nuevo sus trámites para demostrar que, en efecto, desde Javier Duarte les adeudan los casi 3 mil 500 millones de pesos.

Una vacilada, pues. Casi casi, “una tomadura de pelo”. De hecho y derecho, más que vender esperanzas, mofándose.

Y todavía, en el colmo de la comedia trágica, el titular de SEFIPLAN advirtiendo a los empresarios y comerciantes que ya basta “de la política de simulación para seguir ganando tiempo al tiempo”.

Ellos sí, jura y perjura, pagarán las deudas de Yunes Linares y Javier Duarte.

Ver… para creer.

Lo bueno es que los mexicanos somos muy aguantadores.

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