•El ternurita de AMLO

•Javier Duarte, campeón

•Que PGR lo encañonó

Por Luis Velázquez

UNO. Ternurita de AMLO

En la lógica de AMLO, el presidente, Javier Duarte sería “un ternurita” más.

Ternurita cuando dice, por ejemplo, que su esposa vive con 180 mil pesos mensuales en Londres y el sueldo de Andrés Manuel López Obrador es de 108 mil mensuales y cuando la secretaría de Hacienda y Crédito Público le pagó veinte mil más… los devolvió.

Ternurita Duarte cuando revela que la Procuraduría General de la República lo presionó y lo “obligó a aceptar la culpa o me sumaba delitos”, luego de que Enrique Peña Nieto lo dejara solo y enviara a su presidente del CEN del PRI a declarar que era el político más corrupto en la historia del país.

Ternurita cuando dice que su expediente penal del que lo acusara Miguel Ángel Yunes Linares y su Fiscalía “está basado en chismes”, y más ternurita cuando asegura que su “sentencia podría ser menor”.

Ternurita cuando rechaza que sea millonario como la gente dice y se enoja… cuando su fama pública es conocida hasta en el extranjero.

Ternurita cuando dice que cada mes se “truena los dedos” para pagar los gastos de su familia en Londres.

Y más ternurita cuando la imaginación social se pregunta cómo hará Duarte para tener los 180 mil pesos mensuales para su familia en Londres si está preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.

DOS. Duarte, encañonado…

Máxima ternurita de Duarte:

Decir, primero, que la PGR lo obligó a aceptar culpa y lo amenazó de acusarlo de delincuencia organizada.

Así, durante varios meses guardó silencio, tiempo de Enrique Peña Nieto en la presidencia de la república, y ahora, a los casi tres meses de AMLO en el Palacio Federal, lo revela.

Pero más, mucho más ternura cuando dice, sin precisar nombres ni cargos públicos, que le “pusieron la pistola en la cabeza”.

Es decir, lo encañaron y lo “obligaron a aceptar la sentencia”.

Caray, ni una palabra de Duarte en contra de Peña Nieto, quizá, porque cuando en el primer trimestre del año 2014, la Auditoría Superior de la Federación (Juan Manuel Portal) denunciara en la PGR y la secretaría de Hacienda y Crédito Público (Luis Videgaray Caso) los primeros desvíos de recursos federales, el asunto fue archivado.

Y Duarte siguió al frente de la gubernatura durante más de dos años y medio.

Pero, bueno, ternurita al fin se va contra la PGR y dice que fue encañonado “por una persona que no conozco”.

TRES. Una pesadilla llamada Javier Duarte

Por lo pronto, el Fiscal de Veracruz libró el juicio político en la LXV Legislatura y sigue en el cargo.

Y en sus pendientes está, entre otras cositas, continuar escarbando ilícitos de Duarte.

Según trasciende, lo sigue investigando por más desvío de recursos.

Y sigue macheteando contra Karime Macías, a quien Duarte declara inocente de todo y con todo.

Y le tiene abiertas órdenes de aprehensión hasta por desaparición forzada.

Y en su cancha se afirma que si Duarte librara más años de cárcel y de pronto fuera liberado, por aquí saldría del Reclusorio Norte de la Ciudad de México lo apañaría por más delitos, sobre todo, por “el delito de lesa humanidad”.

De nueva cuenta el tema duartiano en la cancha política, social, penitenciaria, jurídica y mediática.

Decenas de toneladas de papel y de litros de tinta y de horas rating han sido ocupadas en el asunto y la población común que todos los días vive con sencillez está hasta la coronilla.

Incluso, nadie dudaría que también una parte de los políticos.

¡Vaya pesadilla!