sábado, abril 20, 2024

Barandal

•Feminicidio, en su decibel más alto
•Mujeres, seis de cada 10 habitantes
•Inseguridad e impunidad, gemelas

Luis Velázquez
07 de febrero de 2019

BARANDAL: Mujeres, niñas trabajadoras, madres solteras, empleadas, profesionistas y hasta un bebé forman el cementerio de feminicidios más grande del Golfo de México en la Cuitlamanía.
Un mundo sórdido y siniestro en un Veracruz donde 6 de cada 10 habitantes son mujeres.
Además, población electoral fuera de serie para ganar en las urnas.
Además, las mujeres, más, mucho más íntegras y honestas que cualquier hombre, el más declarado impoluto y ángel de la pureza.
Además, activistas fuera de serie.
Y de postre, más leales, firmemente leales.
Y sin embargo, por un lado, la secretaría de Seguridad Pública, incapaz de frenar la ola feminicida (32 hasta anoche), y por el otro, la Fiscalía, atrapada en su presunta destitución, respondiendo al botón nuclear del palacio de gobierno de Xalapa.
El resultado, uno solo:
El feminicidio en su decibel más alto.
Al paso que vamos quizá habríamos dejado atrás al Estado de México del priista Alfredo del Mazo junior, en el primer lugar de feminicidios en el país.

PASAMANOS: Treinta y dos mujeres asesinadas. Diez, madres de familia. 5, menores. 4, embarazadas, esperando la llegada de un bebé, como bien lo ha documentado, día con día, el reportero Antonio Osorio Ojeda.
Se han dado marchas de protesta.
Inconformidad social desoída en el palacio de gobierno de Xalapa.
Más importante quedar bien con AMLO alardeando el regreso del Aguila de Veracruz y el festival de salsa… que frenar, abatir, disminuir, achicar el feminicidio.
Y lo peor, el feminicidio atroz, cruel, sórdido, siniestro.
Samantha. 25 años. Descuartizada y emboscada. Yanga.
Coral. 29 años. Asesinada de un escopetazo. Tierra  Blanca.
Karen. 19 años. Su cuerpo, putrefacto en una parcela ejidal. Álamo.
María. 13 años. Violada y  apuñalada. Zozocolco.
Graciela. 23 años.  Apuñalada. Papantla.
María Herlinda. 28 años. Asesinada a balazos. Guatemalteca. Límites de Isla y Rodríguez Clara.
Blanca Itzel. 13 años. Asesinada en Atzacan.
Maribel. 27 años. Asesinada en Atzacan.
Elia Alicia. 38 años. Asesinada en Atzacan.
(Estas tres últimas, nieta, madre y abuela).

CORREDORES: Itzel. 17 años. Secuestrada en Naranjos. Tirado su cadáver en Tancoco.
Josefina. 25 años. Asesinada a golpes y apuñalada. Mecatlán.
Bebé de un año y medio. Atacada a golpes. Calcahualco.
Aurora. Atropellada y muerta. Chinampa de Goroztiza.
Leonor. 43 años. Apuñalada. San Rafael.
Marisol. Ultimada a balazos. Martínez de la Torre.
Rocío. 25 años. Apuñalada. Acayucan.
Ivón. 38 años. Embarazada. Asesinada junto con su esposo. Martínez de la Torre.

BALCONES: Mónica. 32 años. Asesinada. Torturada. Estrangulada. Colonia «Las brisas». Xalapa.
Athziri. 21 años. Embarazada. Asesinada a balazos. Córdoba.
Karina. 43 años. Asesinada. Coatzacoalcos.
Ángeles. 17 años. Apuñalada. Puerto de Veracruz.
Mujer no identificada. 25 años. Cadáver tirado en camino vecinal. Tlaltetela.
Lorena. Asesinada. Degollada. Tuxpan.
Mujer no identificada. Embarazada. Asesinada a balazos. Tirada en despoblado. Xalapa.
Ana Karen. 16 años. Asesinada. Orizaba.

VENTANAS: Soledad. 16 años. Empleada en un puesto de picaditas. Asesinada por un policía. Orizaba.
Beatriz. Enfermera del IMSS. Asesinada. Tirado el cadáver en cañaverales. Ciudad Mendoza.
Mujer no identificada. Cadáver, en descomposición en un basurero. Papantla.
Lorena. Asesinada a balazos con su esposo. Su hijo, herido. Agua Dulce.
Maritza. 42 años. Asesinada. Su cuerpo, arrojado a un arroyo. Atoyac.

PUERTAS: Podrá la Cuitlamanía defender al secretario de Seguridad Pública, el filtro número uno para garantizar la paz pública.
Podrá inculpar al Fiscal de los asesinatos cuando, en todo caso, le corresponde la procuración de justicia.
Podrán algunas ONG lapidar al Fiscal defendiendo a Hugo Gutiérrez Maldonado.
Podrá la Cuitlámanía ofrecer el paraíso terrenal cuando llegue, ajá, la Guardia Nacional.
Podrá el gobernador gritonear que «vendrán tiempos bonitos, lo bonito de lo bonito».
La realidad se ha adueñado de Veracruz como una ventisca fuera de control, desbordada, implacable.
Un solo principio universal:
La esencia del Estado de Derecho está en garantizar la seguridad en la vida y en los bienes.
Pero más, mucho más, en la vida, pues los bienes, en todo caso, van y vienen…, si regresan, claro.

CERRADURA: El feminicidio tiene permiso en Veracruz.
Un feminicidio impune da pábulo para que otros más continúen ocurriendo.
Río desbordado de inseguridad e impunidad, los asesinatos siguen y siguen y siguen.
Las mujeres de Orizaba fueron a la calle como parte de una insurgencia cívica, una sublevación pacífica, una revolución ordenada pero firme, inalterable.
Pero días después, de nada ha servido.
En Zozocolco fue el último feminicidio.
El cuerpo de una dama tirado en el despoblado de una parcela en avanzado estado de putrefacción.
Con señales de violencia sexual.
Diez presidentas municipales del norte de Veracruz, integradas en un frente común para, entre otras cositas, garantizar su vida.

PATIO: Está bien que regrese el Águila de Veracruz. Hay fanáticos.
Y que también el festival de salsa. Hay salseros.
Y que Tantoyuca sea investigado como el pueblo tamalero más grande del mundo. Hay consumidores.
Pero los femenicidios, entre otras cositas, tiran por la borda los mejores logros de la Cuitlamanía.

Publicidad




Otras noticias

SENTIDO COMÚN

Bitácora Política

SENTIDO COMÚN

Bitácora Política