Escenarios

360

•La UV, en el pantano

•Rebasada en el país

•Falta solidez académica

Luis Velázquez

16 de enero de 2019

UNO. La UV, en el tobogán

Miles de estudiantes de Veracruz egresarán del Bachillerato en unos meses, hacia mitad del año. Listos todos para ingresar a la universidad. Pero insólito:

Los jóvenes hijos de la clase baja y media, soñando, y como es natural, con ingresar a la Universidad Veracruzana, con todo y que cada año rechace a miles de estudiantes, como lo precisara el reportero Edgar Onofre en una nota informativa de la UV diciendo que aprox., cada año la máxima casa de estudios acepta al 32.2 por ciento de los aspirantes y que suman alrededor de 13 mil 500, en tanto el número de rechazados rebasa los más de veinte mil.

Y en contraparte, los jóvenes, quizá una parte de clase media alta y de clase alta, soñando con ingresar a una universidad privada en otras latitudes geográficas, digamos, el Tec de Monterrey y/o sus filiales en Puebla y la Ciudad de México, la UNAM y la UDLA, de Puebla.

Y en tales circunstancias, llama la atención que los hijos con padres, digamos, con recursos o pudientes apuesten a la educación superior privada en otras regiones del país en vez de quedarse en la UV con una oferta de más de setenta y cuatro facultades y veinticuatro institutos.

DOS. Mejores universidades que la UV

En primera instancia, los hijos de parte de la clase media y alta apuestan a la universidad privada foránea y la UNAM y el Politécnico, bajo el argumento de que son mejores que la UV y las ciento treinta universidades públicas y privadas en el estado de Veracruz.

Sin contar, claro, a las nueve universidades que en el transcurso del año serán abiertas como parte de las cien en el país por la república amorosa de AMLO y MORENA.

Cada ciudadano de Veracruz desearía que la UV estuviera en uno de los primeros lugares del ranking nacional.

Pero su nombre y crédito queda avasallado por otras de la nación, pues con todo y tantos rechazadas cada año (cada vez en aumento), si alcanzara un prestigio fuera de duda, liderazgo, incluso, en calidad de maestros, en la calidad de la enseñanza, en la calidad de la investigación y en la calidad de las investigaciones, entonces, la UV sería tan disputada como, digamos, la UNAM, el Politécnico y/o el Tecnológico de Monterrey.

Pero, caray, falta mucho, muchísimo para alcanzar tales dimensiones académicas, con todo y que cada facultad de la UV alardea de ser la mejor entre las mejores.

TRES. La UV, en el pantano

Ni siquiera, vaya, las universidades privadas de Veracruz (uno de los negocios más florecientes), alcanzan la estatura académicas de otras del país.

De entrada, resulta inverosímil que de norte a sur y de este a oeste existan ciento treinta y una instituciones de educación superior en la tierra jarocha.

Y lo peor, ofertando las carreras tradicionales, saturadas en el mercado laboral.

Y más peor aún, con un cuerpo académico bajo sospecha, llegando en muchos casos a profesores de educación primaria impartiendo clases en la universidad.

Y más, porque ningún estudiante merece el engaño y menos los padres de familia quienes realizan esfuerzos para cubrir la escolaridad luego de que el hijo ha sido rechazado en la UV.

Y es ahí donde sobresale el fenómeno de la migración educativa con parte de los hijos de la clase media y la clase alta buscando el ingreso en escuelas privadas con nombre y renombre.

Han de preguntarse, entonces, las razones (que serán múltiples) para identificar el despegue de otras escuelas en el país frente al pantano en que la UV está atrapada y sin salida.