viernes, abril 26, 2024

Escenarios

•500 años de La Habana

•Veracruz, desplazado

•Capital cultural de América

Luis Velázquez

04 de enero de 2019

UNO. 500 años de La Habana

Igual que la ciudad de Veracruz, otras ciudades de América Latina, celebrarán este año su fundación por las huestes españolas de Hernán Cortés.

Entre ellas, la Habana.

Pero en 500 años, la Habana despegó más, mucho más que Veracruz, a la que, incluso, opacó.

Por ejemplo:

Las comparsas jarochas siempre se inclinan reverentes ante la magia espectacular y el embrujo de las cubanas.

Entre una cubana y una jarocha, los playboys prefieren a la primera.

Y aun cuando Veracruz ocupa el primer lugar nacional en producción y exportación de trabajadoras sexuales al resto del país, la fama de las jineteras cubanas alcanza los rincones más alejados del planeta.

La Habana fue con la dictadura de Fulgencio Batista la referencia en el continente.

Y cuando los barbudos Fidel y Raúl Castro Ruz y Ernesto “El Che” Guevara y Camilo Cienfuegos, entre otros, lo derrocaron y entraron a La Habana, la fama trascendió en el mundo.

Los escritores del boom (Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Octavio Paz, etcétera) se declararon feligreses de la capilla castrista.

Incluso, luego se dividieron y fragmentaron de igual manera, digamos, que los intelectuales europeos, entre ellos, Jean Paul Sastre y Albert Camus.

Los escritores cubanos, Guillermo Cabrera Infante, Dulce María Loynaz y Alejo Carpentier convirtieron La Habana “en personaje y protagonista de muchas de sus obras” (El País, Mauricio Vicent).

“Nuestro hombre en La Habana” es una novela de Graham Greene y “El viejo y el mar” de Ernest Hemingway, es otra basada en la realidad cubana.

Hemingway, por ejemplo, vivió muchos años en La Habana, en su finca, donde tenía cincuenta gatos y uno era el preferido, al que sentaba a su mesa y le servía lechita, mezclada y entremezclada con whisky.

La Habana produjo a un José Martí y a un José Lezama Lima con sus “Tres tristes tigres”.

Hoy, el escritor Leonardo Padura es una referencia literaria mundial.

Y en contraparte, Veracruz solo ha tenido en los 500 años a un Salvador Díaz Mirón, más famoso por su violencia irracional que llevó a matar a un hombre por la espalda que por “Lascas”, con todo y que Víctor Hugo se declarara su fans.

La Habana, pues, en estos 500 años de conquista se tragó por completo a la ciudad de Veracruz y lo peor, la opacó.

DOS. Capital cultural de América

La Habana está considerada la capital cultural de América Latina, con todo y el IVEC jarocho y los grupos culturales gravitando dentro, fuera y alrededor del Instituto de Cultura, atónito y sorprendido ante los festejos de los 500 años.

Hay una Habana declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad, en tanto en la ciudad de Veracruz apenas, apenitas, apenititas hay un centro histórico que huele a orines de los borrachos de Los Portales enfermos de la próstata.

Los Portales de Veracruz, por ejemplo, son famosos en la novelística de Jack London, uno de los maestros de John Reed, “México insurgente” y “Diez días que estremecieron al mundo”, y los hizo famosos porque ahí se emborrachaba y luego contrataba a una prostituta y se encerrada con ella en el hotel Diligencias, donde se hospedara en la invasión norteamericana de 1914.

En el hotel Diligencias, por cierto, Gabriel García Márquez se tomó un lecherito, firmó la publicación de su primer libro en la editorial de la Universidad Veracruzana, Sergio Galindo, el director, y luego de conocer La Parroquia, Los Portales, el zócalo y el malecón del paseo decidió quedarse a vivir en México.

Y aun cuando los hechos anteriores cuentan, digamos, para la anécdota y la picaresca, hay una Habana ecléctica y una Habana déco y una Habana señorial, famosa en el mundo, mientras en Veracruz los viejos edificios se están desplomando, muchos otros están en venta y mucho más son madriguera de pordioseros y drogadictos.

“Chinos, mulatos, blancos, negros, ingleses, franceses, norteamericanos, jamaicanos y habitantes de las más diversas tierras del Caribe fueron pasando” por La Habana (Mauricio Vicent), creando y creando un estado de ánimo, mientras que aquí, en Veracruz, hay picardía, digamos, natural, como la existe en todos los pueblos que viven de cara al mar, pero sin la riqueza cultural de La Habana.

TRES. Grandeza histórica en La Habana

El 16 de septiembre del año que inicia, en La Habana celebrarán la fundación de los 500 años por el conquistador español, Diego Velázquez de Cuéllar.

Y desde ahora tienen definido un ambicioso programa de actividades que incluye, entre otras cositas, la restauración del Capitolio “y de su emblemática cúpula de 91,7 metros, la sexta del mundo por su altura y diámetro”.

Es más:

La rehabilitación del edificio, más impresionante que la Casa Blanca, fue iniciada en el año 2010 (9 años antes) y costará cerca de 17,5 millones de euros, y de nuevo será convertido en la sede del Parlamento.

Pero además, tienen programadas la reinauguración de un montón de obras emblemáticas, cuando aquí, en la ciudad de Veracruz, solo, y hasta donde se sabe si bien se sabe, la remodelación de parte del bulevar, declarado, ajá, por el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, el más hermoso, fascinante, deslumbrante y bonito del mundo.

Y es que en La Habana, con una gran visión universal, el gobierno cubano convocó a otras naciones del mundo y organizaciones internacionales y organismos no gubernamentales para celebrar con grandeza histórica y social y arquitectónica y de bienestar común los 500 años.

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