•Vidas paralelas y equidistantes
•Yunes Linares y Cuitláhuac García
•Veracruz, entre el PAN y MORENA
Luis Velázquez
ESCALERAS: Hay entre Miguel Ángel Yunes Linares, el góber que se va, y Cuitláhuac García, el góber que llegará, vidas paralelas y equidistantes.
Por ejemplo, algunas características:
Una. El padre putativo de Cuitláhuac García es Andrés Manuel López Obrador, AMLO, el presidente electo. Su gurú y tlatoani. El padre putativo de Yunes Linares fue Rafael Hernández Ochoa, su hacer. Y sus ángeles de la guarda en la vida pública, entre otros, Humberto Lugo Gil, Vicente Fox, Felipe Calderón y Elba Esther Gordillo. En política, decía Juan Maldonado Pereda, Q.E.P.D., “no hay hombre sin hombre”.
Dos. Mientras Yunes logró la gubernatura en el tercer intento, Cuitláhuac en el segundo, “antes de que el gallo cantara” por segunda vez”. Claro, AMLO llegó al poder presidencial en la tercera búsqueda, y Luiz Inácio Lula da Silva y Françoise Mitterrand, en la cuarta.
Tres. El Yunes azul se sentó en la silla principal de gobierno de Xalapa cuando tenía 59 años. Cuitláhuac, a los 50. Miguel Alemán Valdés, a los 36 años.
PASAMANOS: Cuatro. Yunes aterrizó en palacio luego de haber sido diputado local y federal, líder estatal de la CNOP y secretario General de Gobierno y presidente del CDE del PRI, su ex partido, con Patricio Chirinos Calero. Cuitláhuac solo tuvo un cargo público antes del trono imperial y faraónico que ejercerá los próximos seis años, y como diputado federal, cargo, además, inconcluso.
Cinco. Yunes fue priista y llegó al palacio como panista. Cuitláhuac es Morenista. La MORENA de AMLO.
Seis. El papá de Cuitláhuac, el profe Atanasio García, ex diputado local en el Fidelato, académico en la Universidad Veracruzana, fue su ángel de la guarda. Yunes, en contraparte, ha sido el ángel de la guarda de sus dos hijos políticos, Miguel Ángel y Fernando.
Siete. Ningún respeto ni cohabitación política hay ni existirá entre Yunes y Cuitláhuac. Los dos, apretando el botón nuclear. Cuitláhuac, aplicando la misma política a Yunes que Yunes a Javier Duarte. El desenlace todavía es de película, pues nadie puede profetizar lo que sucederá. Y más, luego de la cacareada amnistía política de AMLO a Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón, Vicente Fox, Ernesto Zedillo y Carlos Salinas.
CORREDORES: Ocho. En nombre de la civilidad, AMLO invitó a Enrique Peña Nieto a una comidita en su casa modesta y sencilla. Más aún, AMLO repite una y otra vez que Peña Nieto fue decente con él, mientras que otros ex presidentes como Felipe Calderón, Vicente Fox y Carlos Salinas, nunca, jamás. En contraparte, ni Yunes tendió la mano para saludar a Cuitláhuac ni viceversa.
Nueve. En su momento, el Yunes azul migró a la Ciudad de México, el altiplano, la metrópoli más grande del mundo, para continuar su desarrollo político dejando atrás el rancho, la aldea y la provincia. Cuitláhuac también observó el mismo camino. Con tanto éxito, que dejó inconclusa la diputación federal para contender en un par de ocasiones como candidato de AMLO a gobernador, cuando, caray, otros Morenistas más cercanos al tabasqueño (Manuel Huerta Ladrón de Guevara, Amado Cruz Malpica y Rocío Nahle) quedaron en la recta final. Los dos, construyendo puentes en el altiplano para crecer.
RODAPIÉ: Diez. Tanto Yunes como Cuitláhuac, con los mismos graves pendientes en la sucesión. De Javier Duarte a Yunes, y de Yunes a Cuitláhuac, como son, la inseguridad, los desaparecidos, las fosas clandestinas, la pobreza, la miseria, la desigualdad social y económica, educativa y de salud y de procuración de justicia y de desarrollo humano. De góber en góber, el pendiente se ha agravado. 6 de cada 10 millones de habitantes de Veracruz en la jodidez. Medio millón de personas solo hacen dos comidas al día, y malcomidas, de tantas pobres que son. Un millón de paisanos en Estados Unidos como migrantes sin papeles. Uno de cada tres jefes de familia, llevando el itacate a casa trabajando o dueñitos de un puesto de fritangas. Veracruz, en el primer lugar nacional en producción y exportación de trabajadoras sexuales. El Veracruz pródigo en recursos naturales, habitado por gente en la miseria y la pobreza. De góber en góber, desde hace 75 (el primero fue Guadalupe Victoria, en 1824), el Veracruz jodido. 6 de cada diez habitantes, en la marginalidad.
BALAUSTRES: Once. Yunes y Cuitláhuac, cada uno en su mundo, soñando con la utopía de un Veracruz con calidad de vida. El sueño, no obstante, esfumado, por lo pronto, y en el caso del panista. El morenista apenas asumirá el poder a las cero horas del primero de diciembre. Por delante, seis años, donde la utopía se llamará Papá AMLO. Y al mismo tiempo, en extraña y rara contradicción, cada ciudadano de Veracruz, sobre todo, la clase media, renovando la esperanza para vivir mejor, cada habitante con un empleo pagado con justicia social y una buena calidad educativa para los hijos y de salud y de seguridad y de procuración de justicia, el viejo ideal en la historia de la humanidad.
Doce. Un gobernador más, Yunes, dejará el trono en unos días. Otro, asumirá el cargo en el palacio principal de Xalapa. Hacia el final de los días y las noches, lo más grave es que la pobreza y la miseria de la mayoría poblacional subsisten, dominan y predominan, y constituyen el único vaso comunicante de cada generación política sexenal en un Veracruz jodido.
