sábado, abril 27, 2024

Tus primeros 161 años

Por: Profesora María del Rosario Pérez Villegas

San Andrés Tuxtla

“La gratitud, es la memoria del corazón.”

Para hacer escuela se necesitan tres integrantes primordiales: la escuela como institución generadora  de progreso; los alumnos como la materia prima más delicada, la más hermosa y la más importante; y los padres de familia como soporte y colaboración, indispensables representantes de la sociedad y de la idiosincrasia de los pueblos, componentes estos de un trinomio indiscutible que conlleva a un buen proceso enseñanza-aprendizaje.

Tomando en cuenta todos estos elementos: humanos institucionales, físicos y morales, fue como en el año de 1857 (se desconoce el día exacto) se reconoce oficialmente como escuela a nuestro cumpleañero plantel. Es importante deducir que para ser reconocida como el colegio (ya desde entonces) más importante de la región, este ya llevaba por lo menos unos 15 o 20 años laborando de manera regular y continua desde entonces, en la villa de San Andrés Tuxtla,  otrora San Andrés  Tzacoalco. Desde entonces hasta nuestros días la escuela primaria “Landero y Coss”, “La Cantonal” ha entregado a la sociedad sanandrescana y regional, generaciones de personas de bien, quienes regidos por los estatutos, los modelos educativos de la época y teniendo como sustento los principios del artículo tercero constitucional  han hecho que los niños, adolescentes y jóvenes que egresan de dicha institución haya sido, sin duda alguna, desde entonces la base que ha conformado a la sociedad de San Andrés Tuxtla. Lo que es nuestro pueblo, mucho se lo debe a la madre de todas las escuelas, nuestra “Cantonal Landero y Coss”. Encumbrados o humildes pero muy honorables jefes de familia, obreros, agricultores, comerciantes, empresarios, políticos, médicos, abogados, ingenieros, profesores,   arquitectos, químicos, científicos, poetas, pintores, deportistas, artistas, artesanos…todos ellos hijos de la más longeva de todas las instituciones educativas de la región.

Como se dijo antes el día exacto no se sabe, pero la escuela obtiene su oficialización en 1857, se escoge por consenso por un grupo de maestros el día 12 de Octubre para celebrar, porque en ese día, hace 65 años fue inaugurado el nuevo edificio que hasta el día de hoy alberga a buena parte de la niñez sanandrescana. Cuenta los que vivieron en esa época que el edificio del colegio siempre ha estado domiciliado en el mismo lugar, fue un solar que el pueblo de San Andrés y sus autoridades donaron para su escuela. Las vetuscas   instalaciones, eran unas frescas construcciones de techumbre de teja con su patio al centro; ahí la instrucción  se dividía en: primaria elemental de primero a tercer grado, y primario superior a cuarto a sexto años; (cualquier parecido con la actualidad y su nueva división de ciclos es una mera coincidencia?) siempre se sostuvo con el apoyo de la ciudadanía y el de los padres de familia. Recibió apoyos importantes como cuando en 1886 elevan a cantón de los Tuxtlas, a San Andrés, siendo este poblado  la cabecera del  mismo y por ende su escuela obtiene el rango de escuela cantonal. A la cantonal se asistía para estudiar y concluir, la primaria elemental y la superior, además de los niños sanandrescanos, se instruían pequeños de muchas partes de la región: Catemaco, Santiago Tuxtla, Cabada, Lerdo, Isla, Rodríguez, San Juan Evangelista, Hueyapan de Ocampo y así como sus comunidades y rancherías respectivas.

Cada año, cuando empezaban las vacaciones, paralelas a las decembrinas  también las escolares, un grupo de amigos sentados al calor de una jocosa charla  con una rica botana y jugo de nanche, tocaban el tema de siempre: – “Leopoldo (Caraballo Torres), a la escuela le faltan vidrios hay que techar un salón, o bien hay que darle una mano de pintura a la cantonal) etc. Eso era el pan nuestra de cada reunión de estos ex alumnos, en torno a su amigo, quien más tarde sería un hijo predilecto de San Andrés y de su escuela primaria Don Leopoldo Caraballo Torres, y quienes le hacían las peticiones eran entre otros Don Alberto González + Don Rafael Maldonado + y un joven inquieto de aquel entonces, Don Fito Olvera Carreón +. Una buena tarde, don Leopoldo que era el mecenas principal, dijo más o menos así: -“Amigos, ahora que ustedes andan en tantos patronatos y que se está modernizando al pueblo con tanta obra gubernamental, díganle al señor gobernador que si él construye el edificio de “La cantonal”, yo colaboro con la mitad del costo total de la obra”. Más que perplejos, rápidos y veloces los amigos corrieron a redactar oficios y la propuesta fue aceptada por parte del gobierno del estado. Así, el 21 de diciembre de 1949 empezó la construcción de un edificio moderno de dos plantas, con amplios salones, su foro y su cancha al centro, y sus jardines en la parte frontal. Felizmente el 12 de octubre de 1953 fue inaugurado el nuevo edificio del plantel, cuya obra arrojó un costo de 450 mil pesos, siendo auspiciada por partes iguales, por el gobierno del estado de Veracruz, cuyo gobernador era en ese entonces el Lic. Marco Antonio Muñoz y por el magnánimo benefactor, ex alumno: Don Leopoldo Caraballo Torres. Así que hoy, ¡se festeja doble! Y en este mes en el que también se celebran los 125 años de haber sido elevada la Villa de San Andrés Tuxtla a la categoría de ciudad, si tomamos en cuenta que nuestra escuela Landero fue reconocida como tal 36 años antes de este importante acontecimiento  que marcó la vida social, política, económica y cultural de los sanandrescanos, es bueno  reconocer la importancia que nuestra querida escuela tuvo y ha tenido en el destino de nuestro amado San Andrés, pues como se ha comentado antes, el soporte y grosor de quienes forman la gran mayoría de la sociedad y el pueblo sanadrescano, han sido hijos de esta gran institución.

Muchos han sido sus benefactores pero principal, entre los padres de familia, el cariño de sus maestros y el entusiasmo y la energía que día a día  le transmiten para mantener la viva, esos niños, sus alumnos, sus hijos…la parte medular, la que ríe con esos pares de ojitos que quieren aprender más, que necesitan del empeño firme y decidido de sus maestros, pero también del cariño y la comprensión de los mismos para adquirir los conocimientos para la vida. Un ex alumno, ex padre de familia, y maestro de su cantonal querida, inmortalizó el diario devenir de su Landero y Coss en un precioso himno, el cual es cantado  por sus niños de primero a sexto, desde entonces hasta el día de hoy; ¡gracias maestro Carlitos Villegas Díaz! +. Por cierto, alguna vez, en una amena plática con el inolvidable profesor Don Adalberto Toto Linares +, me comentaba que el nombre original era: “Francisco Landero y Coss”, y así con palabras textuales me dijo: – “Don Panchito fue un gobernador (de Veracruz), muy honrado, leal y honesto, de pensamiento libre, por eso “La Cantonal” lleva su nombre pero por algún error y creo fue telegráfico, no salió el nombre en una información que se enviaba y solo salió correctamente escrito “Landero y Coss”, de ahí en adelante, así llegaron todos los documentos oficiales”.

Vanguardista en todo lo que significa progreso, en la década de los años 80’s toma la delantera y abre la puerta a una población estudiantil mixta, ya que por décadas fue la escuela exclusiva de varones, pues la Josefa Ortiz de Domínguez  era la escuela de las niñas. En ese año se inscribieron solo dos lindas niñas que hoy orgullosamente son profesionales de la docencia.

Primeros lugares en los concursos de aprovechamiento, de oratoria, del himno nacional, del himno a Veracruz, de competiciones deportivas etc.

Ha albergado y dio píe al nacimiento de su hermana escuela vespertina, Antonio C. Rascón y a la nocturna, Ricardo Flores Magón; así como también albergó por muchos años a la Universidad Pedagógica Veracruzana.

Los tiempos cambian, muchas cosas se reforman, se reestructuran, se renuevan, pero la esencia de la escuela continúa vigente en la vocación y los corazones de quienes han laborado y laboran en ella: educar para la vida, acoger con responsabilidad y cariño a todo su alumnado, servir al progreso de su comunidad, su San Andrés querido, eso, no ha desmerecido. La “Landero y Coss” tiene sus puertas abiertas para todos sus niños; ahí no se cuestiona en donde trabajan los papás o se miden sus ingresos; la escuela es integradora y formadora, por algo alguien alguna vez en broma y con cariño le llamaba: “refugio de pecadores”, porque el niño de conducta más compleja, o el padre más renuente a colaborar en la educación de su hijo, cabe y es bienvenido en esta casa del saber, que tiene vecinos tan importante como los de enfrente del Palacio Municipal, los de Catedral a un costado y los habituales al parque Lerdo de Tejada.

Este ciclo lectivo que pasó, 2017-2018, nuestro colegio obtuvo el primer lugar en grupo de sexto grado, en la olimpiada del conocimiento y a nivel de alumnos, la alumna de la escuela, ocupó el segundo lugar de aprovechamiento, todo esto a nivel de zona. Promover y propiciar el conocimiento, el arraigo a las tradiciones y fomentar los valores, son metas diarias que se marcan  en esta institución, como parte del objetivo del día que se tiene que cumplir, guiados siempre por un grupo de seres humanos profesionales y dedicados a su vocación que es la de educar, esos son los profesores de la “Landero y Coss”.

Para quienes fueron alumnos, son alumnos, o tuvieron a su abuelito, su tío, su papá, su hermano, su suegro, su esposo, o su novio, o algún familiar en su querido colegio, o bien hemos colaborado humildemente en esta institución, ¡hoy orgullosamente estamos de fiesta! Agradeciéndole la oportunidad a la vida, el habernos dejado desarrollar nuestra vocación en esta gran escuela, nuestra Cantonal “Landero y Coss”.

Escuela Landero, que vivas muchos años para que le sigas dando a la niñez sanandrescana de forma generosa, una educación de calidad, libre y formadora  de personas de bien: buenos ciudadanos y ciudadanas, y excelentes seres humanos. Muchas gracias querida escuela  por dejarme que te dedique estos apuntes…

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