jueves, abril 25, 2024

Barandal

•Los priistas, equivocados

•Hay tempestad y nadie se hinca

•Quieren perdón para Karime 

Luis Velázquez

06 de junio de 2018

ESCALERAS: Los priistas están equivocados. Miran la tempestad y nadie se hinca. Desde el más alto nivel hasta el medio en Veracruz. En todo caso, la militancia, que siempre ha sido utilizada como «carne de cañón», «acarreados, «perrada» le llaman algunos, le vale.
Por eso cuando las elites rojas están obsesionadas con defender a Javier Duarte y Karime Macías y proclaman que en la tierra jarocha se acabará la persecución «y se hará valer la ley», caray, el tricolor ha sufrido tres derrotas consecutivas en menos de un año, y ni así se vuelven humildes.
Mejor dicho, ni mirando el viento huracanado aceptan que si hay treinta y tres duartistas presos en el penal de Pacho Viejo, más Duarte en el Reclusorio Norte, más otros prófugos de la justicia, más Karime Macías con orden de aprehensión, más otros amparados y otros más, los más, azorrillados, incluso, quizá buscando acuerdos y pactos para lograr el perdón, se debe, simple y llanamente, a que todos ellos se excedieron en los usos y abusos del poder sexenal.
Y ahora, ni modo, han de pagar las consecuencias.
Las cúpulas tricolores han deseado llamar persecución política al manotazo de la yunicidad para aplicar la ley con el saqueo, el desvío de recursos, la creación de empresas fantasmas, la ordeña de los fondos federales y estatales y la desaparición de personas y de cadáveres, entre otros delitos.
Pero la persecución sólo existe en sus locas imaginaciones y mentes torcidas.
Hay delitos que perseguir y si nadie ha de estar fuera de la ley, entonces, que cada duartista que se crea y siente perseguido que contrate al mejor despacho jurídico que pueda y a enfrentar a la Fiscalía azul y a la Procuraduría General de la República, PGR.

PASAMANOS: Las elites rojas «se curan en salud» hablando de abanderar la legítima defensa de los derechos humanos fundamentales.
Y, bueno, si ellos creen que con las órdenes de aprehensión y los procesos penales a los duartistas los derechos humanos son ultrajados, entonces, hay, incluso ONG y tribunales nacionales e internacionales para interponer la denuncia lo más pronto posible, además, claro, de lanzar una cruzada cívica en los medios y en los foros académicos y en marchas para que ningún funcionario público del sexenio anterior se sienta agraviado.
Pero eso de litigar en la prensa ningún efecto produce.
Por el contrario, nadie dudaría de un gran rechazo social pues están «defendiendo lo indefendible».
Bastaría un solo dato:
Javier Duarte creó con su contador público de confianza, restaurante y socialité, Víctor Manuel López Gachuz, una red de cuatrocientas (400) empresas fantasmas para «ordeñar» el presupuesto federal y estatal según lo documentara el portal «Animal Político».
Y 400 empresas fantasmas significan palabras mayores, la más alta escuela Al Capone, la más canija metida de manos al cajón.

Cuatro/cientas.
Y en contraparte, las elites priistas anunciando que con ellos en el poder sexenal se acabará la persecución.
Las cúpulas confunden la realidad con la ficción.

CORREDORES: Las elites rojas cacarean una renovación social, moral, ética, política, etcétera, en Veracruz.
Cierto, pero la renovación en ningún momento significa «borrón y cuenta nueva», con el pasado.
Y menos, como en el caso del duartismo, en que además del desvío de recursos y la desaparición forzada de que están señalados, ofendieron la dignidad de cada habitante de Veracruz con la soberbia, el autorismo, el desdén y el menosprecio y el desprecio y el pitorreo que hicieron la mayoría de secretarios del gabinete legal y ampliado.
Y todos, y hasta donde sea posible, han de pagar sus culpas.
El gobernador Yunes está en el objetivo. Poco a poco ha ido llenando de políticos, jefes policiacos y policías el penal de Pacho Viejo.
A cada uno según los tiempos, incluido, claro, desde luego, obvio, lógico, el cálculo político.
Y si hay una orden de aprehensión en contra de Karime Macías (y que en ningún momento significa persecución política ni cacería de brujas como dicen las cúpulas priistas), en su momento habrá de llegar la guillotina de la Fiscalía a los demás duartistas bajo sospecha, incluso, con denuncias penales, pues como la Contraloría y el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, lo han revelado, llevan más de quinientas denuncias penales en la Fiscalía por el presunto desvío de recursos cometidos en el sexenio anterior.
Y por ahora, los nombres de los políticos involucrados en esas quinientas denuncias son manejados con discrecionalidad como ha de ser, pero nadie duda ni dudaría de que la yunicidad procederá, sea quien sea.
Y por supuesto, más le vale.
Y más le vale al gobernador Yunes, pues en caso de que la presunta impunidad a cambio de pasarse a la cancha azul con su primogénito fuera confirmada, entonces Miguel Ángel Yunes Linares se ganaría el absoluto y total rechazo social y quedaría como un farsante, igual o peor que Javier Duarte por la monstruosa «tomadura de pelo».

RODAPIÉ: Más vale a los priistas un candado en la boca con doble llave y tirar la llave al Golfo de México si continúan defendiendo a Duarte con el chorizo de la persecución política.
Nadie dudaría, por ejemplo, del terrorismo político del Yunes azul para crear y recrear lo que el poeta León Felipe llamaba «el miedo al miedo», derivado, entre otras cositas, de la incertidumbre y la zozobra de ignorar y pensar, suponer, por ejemplo, que sus nombres están en la lista negra de la yunicidad.
Pero…
Primero: Si hay quienes se creen perseguidos, sus razones tendrán.
Segundo: Si están seguros de su inocencia, entonces, amparados y con un buen abogado presentarse en la Fiscalía para aclarar paradas.
Tercero: Si los han intimidado y hostilizado para eso existen tribunales nacionales e internacionales.
Cuarto: Si sienten fuego mediático manipulado por órdenes superiores, con más razón la querella en la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Cinco: Si andan azorrillados temerosos de figurar en la lista del mal y al mismo tiempo están seguros «a prueba de bomba» de su honestidad, entonces, caray, mejor consultar a un sicólogo para reorientar la calidad de la vida.
Pero de ahí a que las elites priistas también hablen de persecución política, ¡vaya pérdida de tiempo!
Y más por un dato:
En el primer trimestre del año 2014, la Auditoría Superior de la Federación (Juan Manuel Portal) interpuso las primeras denuncias penales por desvío de recursos de Javier Duarte, anexos y conexos, en la Procuraduría de Justicia de la República, y las denuncias fueron archivadas.
Ahora que nadie se llame inocente ni sorprendido ni perseguido.

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