El gobierno de Estados Unidos anunció que impondrá aranceles al acero y aluminio mexicano, y su vecino del sur contestó de manera casi inmediata. Las decisiones empujan a la región hacia una guerra comercial.
México respondió de manera fulminante al gobierno de Donald Trump. La administración de Enrique Peña Nieto impondrá tarifas comerciales al cerdo, las uvas, las manzanas y el acero plano que Estados Unidos vende en su vecino del sur. Entrarán en vigor este 1 de junio.
Es la respuesta, en minutos, al anuncio de este jueves de que Estados Unidos va a imponer finalmente aranceles del 25% al acero y a aluminio importado de México y Canadá.
La medida se toma en la recta final de las negociaciones de Washington con estos dos países vecinos sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA).
En un comunicado, el gobierno mexicano dijo que impondrá «medidas equivalentes a diversos productos como aceros planos, lámparas, piernas y paletas de puerco, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos, diversos quesos, entre otros, hasta por un monto equiparable al nivel de la afectación».
México justifica su decisión en que «el acero y el aluminio son insumos que contribuyen a la competitividad de varios sectores estratégicos y altamente integrados en América del Norte, como el automotriz, aeroespacial, eléctrico y electrónico, entre otros».
Las medidas mexicanas estarán vigentes hasta que el gobierno estadounidense no «elimine los aranceles impuestos», dijo la Secretaria de Economía.
Los anuncios de aranceles cruzados pone en un precipicio el tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá (NAFTA), que durante más de dos décadas ha tejido la relación comercial en la región y ha permitido el intercambio sin aranceles.