Orizaba, Ver.-
El minisalario en México pasa por el peor momento en los pasados 25 años. De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el ingreso económico por persona económicamente activa perdió hasta 26 por ciento de su valor real; al mes un trabajador con estos ingresos recibe 2 mil 658 pesos mientras que el valor de la canasta básica alimentaria es de 2 mil 989 pesos.
En su informe más reciente, la organización México Social retoma datos del Coneval acerca del salario mínimo y plantea que está peor que hace 25 años. En su texto señala que el valor del ingreso laboral per cápita ha perdido 26% de su valor entre los años 2017 y 2007.
41% de la población ocupada, precisa el texto, «percibe menos ingresos que los requeridos para adquirir una canasta alimentaria; asimismo, es importante destacar que un salario mínimo al mes equivale a 2 mil 658 pesos, mientras que en los ámbitos urbanos el valor de la canasta alimentaria es de 2 mil 989 pesos. El concepto de trabajo digno implica al menos dos cuestiones centrales: acceso a seguridad social y otras prestaciones, y remuneración justa a través de un salario digno, en el sentido establecido por la Carta Magna y por la Ley Federal del Trabajo», según se explica.
En México, dice el comunicado, el salario mínimo se establece por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos y para el año 2018, el monto del salario mínimo general se fijó en 88.36 pesos diarios.
No obstante el documento exhibe que mientras el salario mensual mínimo es del orden de 2 mil 658 pesos, «el presidente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos recibe un sueldo mensual bruto de alrededor de 173 mil pesos, cifra equivalente a 5 mil 766 pesos diarios, es decir, 65.2 veces más que lo que percibe una persona que gana un salario mínimo; 32.6 veces más que quien percibe dos salarios mínimos; y 21 veces más que quien percibe tres salarios mínimos mensuales».
En México, al mes de febrero, prosigue, «había 77.8% de las mujeres y 71.2% de los hombres que trabajan, cuyos salarios no rebasan los tres salarios mínimos y de acuerdo con el Coneval, al cierre del cuarto trimestre de 2017 había 41% de las y los trabajadores del país que percibían ingresos laborales por debajo del valor de la canasta alimentaria, es decir, sus ingresos producto del trabajo no alcanzan para salir de la pobreza».
Otro factor apremiante es la diferencia entre las zonas rurales y urbanas y los datos para este indicador señalan que el promedio de trabajadores del ámbito rural que percibe ingresos laborales por debajo del valor de la canasta alimentaria es de 55.7%, es decir, desde hace al menos 13 años no hay variaciones significativas para el ámbito rural. Lo mismo ocurre para el ámbito urbano, en donde incluso, si se compara 2017 con 2005 sí habría diferencias significativas.
