El Servicio de Administración Tributaria (SAT) detectó 10 malas prácticas en la emisión de facturas, entre ellas exigir como requisito un dato distinto al RFC, aumentar el precio del bien o servicio si esta se solicita, o negarla cuando se pide después o por pago en efectivo.
El organismo recaudador recordó que no expedir, no entregar o no poner a disposición de los clientes las facturas, o expedirlas sin que cumplan los requisitos señalados por el SAT, se consideran infracciones que pueden llevar hasta la clausura del establecimiento.