La mañana de este lunes el alcalde Octavio Pérez Garay, dio a conocer que la administración municipal se encuentra en quiebra, esto a las altas deudas que dejo la administración pasada con el SAT, IPE, CFE, bancos y proveedores.
Por lo que dijo que ante dicha situación, en coordinación con la síndica y los regidores que integran la actual administración se ha implementado el Programa Temporal de Emergencia Administrativa, en el que se hará más con menos.
Agregó que debido a los malos manejos de su antecesor, le han disminuido las participaciones federales.
Otro de los puntos que abundó fue los pagos que realizan a la Comisión Federal de Electricidad, los cuales han incrementado debido a que colocaron lámparas cuya operación fue un fraude al ser una adjudicación directa de 35 millones de pesos.
En el tema de la nómina de empleados, mencionó que para este mes la nómina de empleados sindicalizados, elementos de Protección Civil y policías, es de casi 4 millones de pesos, contra los apenas 2 millones de las reducidas participaciones federales que le llegarán para este mes.
Por lo que de manera voluntaria el alcalde Pérez Garay ha optado por reducir su salario un 20 por ciento, por lo que percibirá el mismo sueldo que los regidores y sindica.
Señaló también que ningún automóvil del Ayuntamiento será utilizado hasta nuevo aviso, quedando excluidos de esta disposición los de Limpia Pública, Protección Civil y las patrullas.
Ante esto, la Síndica y los Regidores renunciaron a su derecho de viáticos y de auxiliares a cuenta del erario.
Por último dio a conocer que solicitará a los diputados locales la autorización para vender bienes en desuso, como los automóviles-chatarra que se heredaron y los bienes de lujo con los que operaba la administración pasada, particularmente en la oficina del Alcalde.