Ex alcaldes, a la cárcel

Luis Velázquez

El penal de Pacho Viejo seguirá llenándose de políticos presos. Será a partir del 1 de enero cuando tomen posesión los presidentes municipales. Los nuevos alcaldes irán en contra de sus antecesores. Y la Fiscalía será insuficiente para tantas denuncias penales que se esperan.

El huracán azul, que gobernará en setenta Ayuntamientos, más los 17 del PRD, más quizá los de MORENA, habrá de multiplicarse. Incluso, los vientos en contra de quienes se van están soplando desde hace un ratito.

Que unos ediles hicieron mal con solicitar préstamos “al cuarto para las doce”.

Que hay mucha obra pública inconclusa.

Que están pendientes los pagos, incluso, al Seguro Social.

Que demasiados laudos perdidos por ex burócratas despedidos y con denuncias en la Junta de Conciliación y Arbitraje.

Que las Comunas están llenas de “aviadores”.

Que los ediles que se van favorecieron a compañías constructoras de amigos y de socios y de ellos mismos.

Que como nunca el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, tiene afilada la guillotina.

Y también la Comisión de Vigilancia del Congreso.

Y que la Contraloría por ningún concepto desear quedar fuera de la historia y ha sacado filo a la cuchilla.

Y si la yunicidad ha encarcelado a doce duartistas (el último Juan Antonio Nemi, director del DIF, secretario particular de Javier Duarte y secretario de Salud en el sexenio anterior), entonces, ni modo que los alcaldes del PAN y PRD que tomarán posesión mañana domingo, sean menos, “y dejen hacer y dejen pasar” las pillerías en la vida política.

“EL AÑO DE HIDALGO” SE VA…

El histórico “año de Hidalgo” será relevado en 2018 por “el año de la anticorrupción” para, digamos, purificar la administración pública, sin que lo anterior signifique que los yunistas son unos ángeles de la pureza.

Es más: la Fiscalía irá a la yugular de los ex alcaldes de los municipios donde el PAN y PRD detecten problemas electorales para que el candidato a la gubernatura gane la silla embrujada de palacio con holgura.

Y antes del primero de julio, uno que otro ex edil sería internado en Pacho Viejo como estrategia para levantar expectativas alrededor de Miguel Ángel Yunes Márquez.

La barredora arrasará parejo a todos. Desde los ex alcaldes hasta el secretario de Obra Pública y el tesorero municipal y para enviar un calambre a los empresarios a uno que otro constructor.

Ha llegado, entonces, el mal karma a los políticos locales en cada demarcación.

La prioridad número uno del gobernador Yunes es su primogénito y listo para enfrentar la batalla estelar de su vida hará todo, absolutamente todo, para heredar el poder a su hijo.

Más todavía si se considera que la señora Leticia Márquez profetizó que será madre de dos gobernadores.

Miguel Ángel junior, de los años 2018 a 2024. Y Fernando, el alcalde electo de Veracruz, de los años 2024 a 2030.

Tan es así que cuando días atrás preguntaron a Fidel Herrera Beltrán, en el retiro político total y absoluto, cómo veía el destape de la señora Márquez de Yunes sobre sus dos hijos, la respuesta fue cien por ciento filosófica y biológica:

“Para entonces, ya estaré muerto”.

“DESENVAINADA LA ESPADA”

En los meses siguientes se conocerá si los nuevos alcaldes de MORENA en un total de diecisiete municipios (cuatro de ellos, Coatzacoalcos, Minatitlán, Xalapa y Poza Rica, cien por ciento emblemáticos) interponen denuncias penales en contra de sus antecesores.

Y si tal fuera, entonces sólo servirán al proyecto político familiar de la yunicidad, pues entre más políticos sean acusados de presuntos trastupijes más carnada habrá para posicionar al llamado “gobierno del cambio” como una generación honesta “a prueba de bomba”.

Y la yunicidad con mucho gusto iría en contra de los ediles denunciados.

Es la característica del tiempo actual. Por eso mismo, la Fiscalía azul ha sido denominada la Fiscalía del resentimiento, el odio y la venganza.

Y aun cuando en la cancha priista aseguran que doce meses después ha perdido efecto seguir encarcelando a más duartistas y continuar inculpando a Javier Duarte de todos los males, someter a juicio penal a los ex presidentes municipales significará un respiro y un oasis político para seguir “con la espada desenvainada”.

PRIMEROS ESPADAZOS

Los primeros espadazos se dieron entre el gobernador y el cuarteto de ediles de MORENA a propósito de la política de seguridad pública con la creación de la llamada nueva policía.

El intercambio de flechazos ha incluido hasta el manejo del presupuesto centrado en que garantizar la seguridad en la vida y en los bienes es tarea del gobierno central, cuando, por ejemplo, Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, ha sostenido que se trata de una tarea tripartida con la Federación.

Y en caso de que a ningún acuerdo lleguen, entonces, el río político pudiera, digamos, desbordarse por ahí.

Y así como el precandidato del PAN a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Márquez, denunciara en su momento el aislamiento presupuestal a que lo condenara Javier Duarte, la historia podría repetirse este año de aquí al primero de julio cuando la elección de los diputados locales y federales, senadores, gobernador y presidente de la república alcance dimensión estelar.

Por lo pronto, ninguna duda existe que la yunicidad apretará tuercas a los alcaldes y parte de su gabinete que dejarán de serlo en cuatro días.

La silla embrujada del palacio bien vale, como París, una misa.