•Yunes Márquez 2018
•Define su ideario
•Se gasta y desgasta
Luis Velázquez
ESCALERAS: El primogénito del gobernador Yunes está en precampaña electoral. Ya es el candidato oficial del PAN y PRD a la silla embrujada del palacio de Xalapa. Se expone. Y se gasta y desgasta. Muestra fortalezas y debilidades. Que su temperamento y carácter es más fuerte, se afirma, que del padre.
Así, se está dando un doble discurso en su forma de mirar Veracruz.
Una, por ejemplo, el año anterior, hacia el final del duartazgo, cuando un montón de alcaldes del PRD, primero, y al día siguiente, del PAN, se fueron uniendo para reclamar la entrega de las participaciones federales. Las mismas que en la leyenda eran jineteadas en el mundo bursátil.
Ahora, sin embargo, otro es el discurso. Lo dijo en Xalapa el domingo 26 de noviembre, como si fuera homilía.
Duarte, recordó, dejó una deuda de 4 mil millones de pesos a los presidentes municipales, uno de ellos, él mismo, 250 millones la deuda a Boca del Río.
Pero…pero para la yunicidad azul “es prácticamente imposible pagar la deuda. Hay que ser realistas. Y sólo aspiro a que sea una cuenta por cobrar”.
El primogénito refiere así el mismo discurso de la rectora de la Universidad Veracruzana. Igualito.
En el sexenio anterior, la rectora, por ejemplo, se fue a la yugular de Javier Duarte. Resistencia pacífica le llamó. Marchas, discursos incendiarios, acusaciones, cabildeo en la ANUIES y en el Senado. Y en Hacienda. Y en los medios.
Ahora, en el bienio azul que corre, un año después, callada, sumida, sumada. Incluso, agradecida, porque le entregan de manera religiosa las participaciones federales y que es, ya se sabe, obligación institucional.
Pero, bueno, la leyenda urbana dice que el góber azul es un político seductor. Tanto que, por ejemplo, obsequiara una vestimenta deportiva al presidente Carlos Salinas con el escudo nacional y todos los días se lo ponía para correr quince kilómetros.
PASAMANOS: Demoledor el primogénito con Duarte (ni hablar, son los tiempos huracanados que se ventilan), va definiendo su estilo, su ideario y su filosofía social.
A: El llamado “Municipio exitoso”, con todo y que en Boca del Río, la pobreza, la miseria y la jodidez fermenta en las colonias populares.
B: Antes, los azules y los amarillos contra Duarte y los duartistas. Ahora, todos unidos alrededor del proyecto político familiar, tal cual, los Kennedy de Boca del Río, los Plutarco Elías Calles del siglo XXI en el Golfo de México, los Madero de 1910.
C: La nueva renovación moral. De entrada, la orden para que los secretarios del gabinete legal del gobierno de Veracruz en la primera comparecencia ante la LXIV Legislatura denunciaran el mayor número de pillerías y trastupijes duartianas. Y en contraparte, tanta rudeza en contra de la corrupción política… que los azules y amarillos se creen y sienten ángeles de la pureza, capaces de resistir auditorías implacables.
D: Tocados por los dioses, propietarios de la llave para abrir el cielo como decía Carlos Hank González en la euforia tricolor, Veracruz, gran potencia energética con el yacimiento petrolífero de Cosamaloapan. Pero Veracruz, también, con el parque de diversiones en la Plaza Dorada de Boca del Río entrando “al primer mundo” desde el bulevar jarocho.
E: Si hay inseguridad se debe a la Federación, que es la responsable. Y allá ellos que se la arreglen, con todo, y por ejemplo, el plantón de presidentes municipales electos y en funciones al gobernador el lunes 27 de noviembre.
F: Igual que los políticos del mundo, vender esperanzas. “En el 2018, lo ideal será llegar al equilibrio financiero” en el gobierno yunista. Y entonces, “la posibilidad de meter la deuda de los 4 mil millones de pesos a los alcaldes al presupuesto. Pero es un tema que por lo menos tardará dos o tres años”.
CASCAJO: El par de Yunes azules están metidos (por ahora) en el carril político, social y mediático. A partir del primero de enero, 2018, habrá un tercero. El alcalde de Veracruz, que ejercerá de presupuesto más de mil millones de pesos anuales. Y buscará su espacio en la cancha.
La agenda pública, entonces, será marcada por los Yunes, además de los Yunes rojos que ya están en la pelea de gallos.
Y más, porque el candidato presidencial del PRI es José Antonio Meade, el ex secretario de Hacienda y Crédito Público, que enfrentara el gobernador en el mes de diciembre del año anterior cuando el cabildeo para sanear las arcas de la SEFIPLAN.
Uno. Meade, le dijo, entonces, que si necesitaba dinero… que se endrogara. Y el góber azul se irritó. Meses después, ni modo, solicitó créditos. Incluso, en el mismo mes de diciembre debió pedir 4,500 millones de pesos para cubrir salarios, pensiones y aguinaldos. Más de mil millones de pesos.
Dos: Meade le dijo que si necesitaba recursos… que pidiera las participaciones federales anticipadas. Y también se negó, porque era tanto como ahorcarse a sí mismo.
Tres. Luego, vino un bombardeo mediático a Meade y Meade “aguantó vara”, pero etiquetó su procedencia y que venía de Veracruz.
Y aun cuando Yunes y Meade trabajaron con Vicente Fox y Felipe Calderón, su relación es como la de aquellos condiscípulos en el salón de clases que pertenecen a equipos encontrados.
Más encontrado Yunes, porque además abrió otro frente, en el caso con Andrés Manuel López Obrador, a quien le advirtió que le tiene un expediente negro para utilizarse, ajá, en el momento adecuado, y que será, claro, y de ser así, en el año electoral.
Los padres heredan todo a los hijos. Lo bueno y lo malo. Y en el caso, se trata de dinamita pura que el primogénito estará puliendo y volviendo a pulir su cuarto de guerra para quedarse con la silla embrujada durante seis años.
