domingo, abril 28, 2024

Barandal

•Presos siete duartistas y…

•Orgías de He Man archivadas
•La pista del dinero azul

Luis Velázquez

ESCALERAS: En el penal de Pacho Viejo hay siete duartistas presos…más un líder campesino, César del Ángel, fidelista y duartista.
Arturo Bermúdez Zurita, detenido cuando llegó al juzgado de Pacho Viejo para una diligencia.
Mauricio Audirac Murillo, detenido cuando andaba de compras en Puebla.
Flavino Ríos Alvarado, detenido afuera de su casa.
Francisco Valencia, detenido en carretera.
María Georgina Domínguez Colio, detenida en una calle de Xalapa.
César Augusto Morando Turrent, detenido en el fraccionamiento Costa de Oro, de Boca del Río.
Isaías Alonso Salas, quien fue subdirector administrativo de la Comisión de Espacios de Salud en la SS.
Y Leonel Bustos, detenido en Xalapa, y luego de ser liberado, prófugo de la justicia.
También cayó como diputada local, Eva Cadena, ex de MORENA.
Más duartistas están en la mira.
67 denuncias penales en la Fiscalía en contra de igual número.
Y…
Y resulta que varias semanas después de la denuncia de la diputada local, panista Cinthya Lobato Calderón, en contra de su homólogo, el diputado panista, He Man Sergio Hernández Hernández, y del ex diputado panista, Carlos Fuentes Urrutia, alto, elevado, elevadísimo funcionario de la LXIV Legislatura, de que gastaban (¿o gastan?) el erario en borracheras…
Drogas…
Mujeres…
Y orgías…
Nada, absolutamente nada ha pasado.
Tal cual, como si el caso hubiera sido archivado, luego de una negociación suculenta y sabrosa.
Ya lo decía Benito Juárez García, «para los amigos, justicia y gracia, y para los otros, justicia a secas».
Y más porque como en el caso, la denuncia fue pública y notoria, en sesión parlamentaria de la LXIV Legislatura…, en un tiempo en que la yunicidad y los yunistas se declaran ángeles de la pureza.
Así se procura la justicia en Veracruz.
Claro, claro, claro, la guillotina también ha caído, justiciera al fin, sobre los primeros yunistas que se creyeron intocados e intocables y le entraron a las suspicacias.
Por ejemplo, el Fiscal de Coatzacoalcos, Ricardo Morales Carrasco, despedido porque metió las manos en defensa del «H», jefe de la narcoplaza sureña, y de uno de sus sicarios, para evitar la autopsia.
Por ejemplo, el par de magistrados del Tribunal Superior de Justicia, Gilberto Ignacio Bello y Nájera y José Luis Ocampo López, investigados por incurrir en irregularidades, expuestos a que sean de plano cesados, o en todo caso, inhabilitados.
Por ejemplo, el ex director de la Academia Estatal de Policía, recién despedido, Julio César Sosa Mirós, por «su presunta responsabilidad en delitos como el desvío de recursos e incumplimiento de un deber legal». (La Jornada, Jair García, 6 de julio, 2017)
Pero…
Pero «la cereza del pastel» se llama He Man Sergio Hernández Hernández, coordinador de la bancada panista en el Palacio Legislativo, antiguo carga-maletas de Pepe Mancha, quien como presidente del CDE del PAN (y para salvarse de un cuartelazo del secretario General para ocupar su silla) destapó, al alimón con el líder perredista de Rogelio Franco Castán, a Miguel Ángel Yunes Linares como candidato presidencial, con todo y que el CEN nunca, jamás, lo haya tomado en serio.

BARANDILLA: Estuvo mal, imperdonable, que Javier Duarte «haya ordeñado la vaca» del presupuesto federal en las secretarías de Salud y Educación, entre tantas otras, pues se trata de graves pendientes sociales.
Peor estuvo que Duarte desviara el recurso oficial para comprar un ranchito, «Las mesas» del Valle de Bravo, con una alberca y un hospital para caballos.
Y que se haya comprado mansiones en Veracruz, la Ciudad de México, Estados Unidos y España.
Y una lancha de nueve millones de pesos para su festín en el Golfo de México y en el río Papaloapan.
Etcétera.
Pero de igual manera resulta inusitado, y de acuerdo con la denuncia de la diputada Cinthya Lobato, que He Man Sergio Hernández Hernández se gaste el dinero público en borracheras, drogas, mujeres y orgías.
Y lo peor, que luego de la denuncia, nada haya pasado ni esté pasando y mucho se duda pudiera suceder.
Y más por lo siguiente:
El góber azul está y vive obsesionado con encarcelar al mayor número de políticos, porque él, claro, se ha declarado el paladín de la justicia, pero más, mucho más, de la honestidad, la honestidad «a prueba de bomba».
Y, por tanto, si el Yunes azul está obsesionado con la transparencia y la rendición de cuentas, entonces, los funcionarios del gabinete legal y ampliado y de los poderes Legislativo y Judicial, de igual manera han de predicar con el ejemplo la honestidad preconizada.
Y es que además resulta una farsa que por un lado, el gobierno de dos años encarcele a los políticos pillos y ladrones, y por el otro, sea «candil de la calle y oscuridad de su casa».
Simple y llanamente, a estas alturas, la denuncia de Cinthya Lobato ha sido archivada.
Los yunistas apuestan a que como el pueblo «no tiene memoria», el asunto sea olvidado.
Y lo peor, que ningún diputado priista ni del PVEM ni de MORENA retome el asunto de las orgías panistas dando seguimiento a la investigación correspondiente.
Ya ni se diga la denuncia del investigador de la Universidad Veracruzana, Rafael Arias Hernández (quien fie jefe de prensa del gobernador Agustín Acosta Lagunes) de que la llamada «Operación licuadora» de Javier Duarte se ha convertido en una «aspiradora» y «trituradora» de los recursos públicos con Miguel Ángel Yunes Linares (La Jornada, Norma Trujillo, 6 de julio, 2017).

CASCAJO: El caso Javier Duarte ha de servir de lección de vida pública.
Por ejemplo, la frase célebre de Flavino Ríos Alvarado, el gobernador de 48 días, de que «Duarte era mi amigo, pero a todos nos engañó», encierra un significado polisémico.
Y es que si Duarte «engañó a todos», y ahora cuando cada vez afloran más sus trastupijes (el último, los mil millones de pesos entregados al CEN del PRI, vía Iván López Contreras y Tarek Abdalá), alienta la posibilidad de que por un lado, la yunicidad vaya con todo en contra de los duartistas, y por el otro (perdón, la burra no era arisca), la yuniciad también estuviera yendo al monte.
Nadie de la oposición (el PRI, el PVEM y MORENA) ha seguido la pista al dinero público, tanto federal como estatal, como tampoco a las conductas públicas, casos He Man, Sergio Hernández, el par de magistrados denunciados por Edel Álvarez Peña, el Fiscal de Coatzacoalcos despedido y el ex director de la Academia de Policía.
Ni tampoco la oposición ha rastreado el dinero invertido en las campañas electorales de los candidatos a presidentes municipales de este año.
Y más porque de aquí a mediados de 2018 habrá elecciones de diputados locales y federales, senadores, presidente de la república y gobernador de seis años, y en donde, y como decía Giovanni Sartori, las elecciones se ganan con dinero y dinero fresco.
La yunicidad está ejerciendo el poder haciendo creer a la población que todos los duartistas son pillos y ladrones y todos los yunistas son honestos «a prueba de bomba».
Pero la sola denuncia de la diputada Cinthya Lobato Calderón deja mucho que desear y vuelve incrédulos y escépticos a todos…

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