martes, julio 8, 2025

Malecón del Paseo

•El amor de King Kong

•Mentiras de la historia

•Cositas de moda…

Luis Velázquez

EMBARCADERO: Hay cosas y cositas que suelen ponerse de moda cada cierto tiempo… Por ejemplo, en los días y noches que vivimos, está de moda decir que las pensiones están tronadas, y como en el resto del mundo han provocado disturbios, pronto será en México… Así, de ñapa, se siembra el caos y el terror en los jubilados… También está de moda decir que el Instituto de Pensiones, IPE, está tronado, y ni modo, necesitan venderse los hoteles Xalapa y Chachalacas y los setecientos terrenos adjudicados por Fidel Herrera Beltrán al IPE como paguito a una deuda… Está de moda decir que Javier Duarte en Veracruz, César Duarte en Chihuahua, Egidio Torre Cantú en Tamaulipas y Roberto Borge Angulo en Quintana Roo son los únicos culpables de que los gobernadores sucesores están atados “de manos y pies” sin construir obra pública, ya que las arcas fueron saqueadas… Está de moda decir que cada vez que asesinan con saña a una persona se debe a problemas homosexuales… Más de moda está decir que “no hay mujer fea, sino pobre”, incapaz de pagarse una cirugía plástica tanto en la cara como en las bubis y en las pompis… Más, mucho más de moda está decir que todos los políticos son corruptos “menos yo”… Y ni se diga “curarse en salud” diciendo que ningún ministro de Dios es pederasta, cuando, caray, el Papa Francisco ha pedido perdón una y otra vez por los pecados, digamos, de la iglesia… De moda está asegurar que las universidades “son fábricas de desempleados”… Y que si la gente se está suicidando se debe, siempre, siempre, siempre, a líos amorosos… Y, por lo regular, decir que el hombre se quitó la vida porque descubrió a su pareja en una jugada con otro…

ROMPEOLAS: Hay cosas que en nombre de las buenas conciencias han de evitarse… Por ejemplo, decir que la hija de secundaria salió embarazada, y de plano, irse a Estados Unidos para la operación quirúrgica y ocultar la verdad desnuda… Decir que el esposo es infiel y mejor aguantar vara para evitar el escándalo entre los conocidos… Aceptar que papá está quebrado y seguir dándose la buena vida… Reconocer que papá, quien trabaja de político, “ordeñó la vaca y metió las manos al cajón”… Decir que el hijo vive con su novio, y en una de esas, callar que los dos tienen VIH… Aceptar que un hijo trabaja de narco y la hija es novia de un capo… Otras cositas que por razón natural se ocultan es que cada mes se sale corriendo al Monte de Piedad o a la casa de empeño para terminar la quincena… Y que los hijos reprobaron la mayor parte de las materias en la escuela… Y que el muchacho anda en malos pasos y ya se volvió un alcohólico o un drogadicto… Y que el hijo está internado en Oceánica… Y que ahora ya nadie es duartista… Y que entre los duartistas hay “vómito negro”, enfermedad incurable que consiste en despepitar todo en contra del jefe en desgracia para salvar el pellejo… Y que de pronto, zas, apareció un hijo fuera del hogar y como en el caso de Salvador Dalí, habrá de desenterrar sus restos para una prueba ADN porque una hija reclama la paternidad del famoso pintor, pero más aún, quiere parte de la herencia… Y que el famoso político, el famoso escritor, el famoso artista, es bisexual, y ni modo, lleva doble, triple vida, más loca que la de Ricky Martin…

ASTILLEROS: Entre las grandes mentiras de la historia es que la noche de su derrota en la Ciudad de México por Cuitláhuac, el sucesor de Moctezuma, Hernán Cortés se sentó en el llamado “Árbol de la noche triste” a llorar su derrota… Nunca hubo tal dice Ignacio Manuel Altamirano en su libro de “Crónicas” editado por CONACULTA, y en todo caso, en su huida se sentó en un arbolito cualquiera en Tacuba… El escritor ruso, León Tolstói tenía dos enfermedades incurables… Una, los nervios, y dos, hemorroides… Pero con todo, la peor angustia que sufrió fue cuando en un viaje a un pueblo trepado en un trineo la maleta con sus libros preferidos se cayó y sólo lo advirtieron cuando llegaron al destino… El acto erótico más sensual de todos los tiempos en la historia del cine nunca fue cuando Share Stone se descruza las piernas y muestra a la pantalla sus partes íntimas, sino cuando King Kong se enamora de una chica fascinante, le arranca el vestido y se lo come… Los expertos lo califican como el acto más sublime de la historia zoológica, digamos, toda vez que el mono (es el antecedente del hombre decía Charles Darwin) se enamora de la chica y queda como un idiota, igual que un hombre ante una mujer… Sólo faltó que en el filme King Kong le diera de comer un plátano en la boca, como suelen hacer los enamorados más enjundiosos en el restaurante y en la fonda… Momentos así, decía el cronopio Julio Cortázar (tan animalista que era), valen por toda una vida…

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