lunes, julio 21, 2025

El show de Delcy Rodríguez en Cancún

Cancún.- ”¿Qué significa la salida de Venezuela de la OEA?», repitió el canciller Luis Videgaray, la pregunta que le acababa de hacer un periodista en rueda de prensa en Cancún. «Es la salida, el regreso, la salida, el regreso…», respondió con cierta ironía intentando explicar la situación.

La Asamblea General que la Organización de Estados Americanos (OEA) celebró esta semana en Cancún estaba llamada a ser la primera sin presencia venezolana después de que el presidente Nicolás Maduro pusiera en marcha hace casi dos meses los trámites para abandonarla ante la creciente presión sobre él.

Desde aquel 28 de abril, ningún representante de Venezuela había vuelto a ocupar el sillón en una cita de la organización panamericana.

Pero Delcy Rodríguez, su canciller, apareció el lunes en el centro de convenciones del lujoso hotel de Cancún donde se celebró la cita. «Nosotros no reconocemos esta reunión», espetó a sus homólogos al inicio de la reunión de consulta sobre Venezuela que precedió a la apertura de la Asamblea General.

Rodríguez, abogada de 48 años, fue ministra de Información antes de ser nombrada canciller en diciembre de 2014. Ahora es uno de los miembros más importantes en el gabinete de Maduro y quizá el más conocido internacionalmente.

«Lo que de aquí salga, Venezuela no lo va a avalar», dijo antes de levantarse, abandonar la sala donde se reunían sus pares el lunes e irse a dar una rueda de prensa en la que proclamó: «De la OEA no queremos nada y no reconoceremos nada».

Apenas unos minutos después, anunciaba en la misma comparecencia: «Hemos presentado 10 proyectos de resoluciones». ¿Se iba o no se iba la canciller de Venezuela? La foto de familia de los cancilleres con el presidente Enrique Peña Nieto, se hizo sin ella.

Pero al segundo día, Delcy Rodríguez reapareció. Acompañada por su delegación, caminó hasta la gran sala en la que iba a comenzar el primer pleno de la Asamblea General y se sentó. Escuchó a Videgaray, elegido presidente del encuentro, escuchó al ministro boliviano Fernando Huanacuni…

Y cuando el peruano Ricardo Luna, el primero en aludir críticamente a la situación venezolana, pidió elecciones y una salida a la crisis, solicitó la palabra y a él y los demás críticos los llamó «camada de perritos falderos del imperio».

Comenzaban así casi seis horas de réplicas de la canciller a cada uno de los ministros que pedía comicios, la liberación de los políticos presos y una marcha atrás en la convocatoria de la Asamblea Constituyente que Maduro quiere que redacte una nueva Carta Magna.

Teléfono celular en mano al que acudía a modo de prueba de algunas de sus aseveraciones, a la ministra canadiense la tachó de «golpista». «Qué bueno que ya llegamos al jefe», le espetó a John S. Sullivan, subsecretario de Estado estadunidense.

El calificativo de «analfabeto político» se lo dirigió al canciller de Costa Rica, Manuel A. González Sanz. Puso sobre la mesa el índice de pobreza de Honduras, acusó a Brasil de no tener un gobierno democrático.

Dejó al margen de sus réplicas y arremetidas a los cinco países que en la reunión de consulta de ministros del lunes votaron en contra del proyecto de declaración sobre Venezuela que pedía la «reconsideración» de la Asamblea Constituyente, entre otras cosas, y a los ocho que se abstuvieron, impidiendo los 13 que el texto saliera adelante.

Luego se fue a dar una rueda de prensa. «Yo sigo aquí», dijo ante la nube de periodistas. «Nos vamos victoriosos con una Venezuela soberana más independiente y la Venezuela soberana nunca volverá», aseguró después, flanqueada por su seguridad y parte de su delegación.

Videgaray recordó en Cancún en varias ocasiones que la delegación venezolana en el balneario mexicano era, con casi 30 personas, una de las más grandes, sino la mayor.

Un diplomático dijo bajo condición de anonimato que Venezuela protagonizó «un claro intento de desviar la atención». Otra fuente habló de un intento de «bloqueo».

¿Asistiría Rodríguez a las sesiones del miércoles o no lo haría? «Venezuela no forma parte de esta organización», dijo ella el martes ante la prensa. «¡Diga sí o no, canciller!», le gritaron mientras se levantaba. Y cuando una periodista, fuera ya de la sala, volvió a intentar conocer sus intenciones, Rodríguez, literalmente, le cantó una canción.

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