“El dedo en la llaga purulenta”

Por Luis Velázquez

En la campaña electoral a gobernador del año anterior, el perredista Sergio Rodríguez era llamado “el demócrata” por Miguel Ángel Yunes Linares. Y ahora, cuando dijera que en SEFIPLAN prevalece “la licuadora Duarte”, el alcalde hijo de Yunes le dice que “trae otro interés”.

La vida es así. “El demócrata” ya fue presidente municipal en su pueblo, Ciudad Mendoza. También fue líder estatal de lo que resta del PRD. Fue empleado de Fidel Herrera Beltrán y de Javier Duarte, calificado como el ex gobernador más corrupto en la historia nacional. El Yunes azul descubrió en él su vocación democrática y ahora, de pronto, zas, satanizado.

Nada podía esperar la dinastía Kennedy de Boca del Río del diputado si se considera su hoja de servicios. Está claro: nunca en la vida podrá servirse a Dios y al diablo, digamos, al bien y al mal.

Nadie duda de la capacidad camaleónica del diputado local. Y menos, en estas horas, cuando un militante de MORENA, Sebastián Reyes Arellano, se pasó del partido de “El peje” al PAN. Y cuando otro diputado, Rodrigo García Escalante, pasó del PRI al PAN. Y cuando otra diputada, Eva Cadena, de MORENA, es acusada de haber recibido billete (trampa pura) de la hermana del Fiscal… que Rocío Nahle está obligada a demostrar.

Bastó, entonces, que en medio del Veracruz turbulento y revolcado que se vive y padece, los carteles y cartelitos dueños del día y de la noche, Sergio Rodríguez haya puesto, como diputado, “el dedo en la llaga purulenta”.

Sus pruebas ha de tener, digamos, para asegurar que en la secretaría de Finanzas y Planeación de la yunicidad aún funciona la llamada “Operación licuadora”, aquella que simple y llanamente consistía (o consiste) en desviar recursos públicos, federales y estatales, a otros programas, a otras regiones, a otros bolsillos y/o al jineteo bursátil como lo señalara el entonces líder del PRD, Rogelio Franco Castán en el duartazgo.

Sergio Rodríguez lo dijo, Miguel Ángel Yunes Márquez lo reviró, y si más allá del intercambio de barajitas hay denuncia penal, entonces, cada parte estará obligada a demostrar sus dichos, vivencias, experiencias e informaciones.

TRAPOS SUCIOS EN EL TENDEDERO

Los trapos sucios parecen estarse tendiendo:

Caso Eva Cadena. Según AMLO fue una trampa. Según AMLO, Eva Cadena es más honesta que Yunes Linares.

Caso Eva Cadena. Según Rocío Nahle, coordinadora de los 33 diputados federales en el Congreso de la Unión, la hermana del Fiscal corrompió a Eva Cadena.

Caso Sergio Rodríguez: en SEFIPLAN siguen aplicando la “Operación licuadora”.

Caso Alejandro Cossío: en la secretaría de Salud están otorgando licitaciones por dedazo.

Caso rectora de la Universidad Veracruzana: ningún centavo ha aportado la yunicidad a la deuda de más de 2,600 millones de pesos heredados por Javier Duarte.

Caso constructoras: a ninguna han pagado la deuda pendiente.

Según el alcalde boqueño, “nada de eso está sucediendo. El diputado, aseguró, está desinformado. No está bien enterado. Trae otro interés”. (La Jornada Veracruz, sábado 20 de mayo del año que corre)

Incluso, la diputada Mariana Dunyaska también tiró “su espada en prenda” y defendió al gobernador en el caso del grupo parlamentario de MORENA sobre la reducción del gasto al Congreso.

Todavía más: lanzó su pedrada a la secretaría de Hacienda y Crédito Público (José Antonio Meade) diciendo que la Federación se hace tonta con la solicitud de que pague la nómina magisterial para, dijo, rescatar al gobierno del estado.

Con todo, nadie dudaría de que la luna de miel entre el PAN de Yunes (que otro es el PAN de Pepe Mancha y Víctor Serralde) y el PRD de Sergio Rodríguez (que otro es el PRD de Rogelio Franco) estaría tambaleándose.

En todo caso, unos tiritos, digamos, como medida de presión para “sacar jugo”, de igual manera como en el Fidelato y en el Duartazgo lo supo maniobrar con tanta habilidad política que el góber azul lo llamó “el demócrata”.

LA BURRA COMPLETA…

Fama pública de don Sergio. El automóvil robado y las francachelas, pero más aún, lo inaudito: fue fidelista y duartista y luego, una partecita, yunista, y ahora, sus razones tendrá para disparar sus balitas en contra de SEFIPLAN, donde despacha la impoluta exsecretaria de Finanzas de la UV, que iniciara su vida pública como edecán con el rector Roberto Bravo Garzón.

Una de dos:

O de veras es cierta “la Operación licuadora”, o se trata de una medida de presión para obtener más canonjías, o como dice el alcalde, “es falso de toda falsedad”.

Pero…si así fuera, entonces, habría de preguntarse las razones por las cuales el diputado del PRD lanzó su perorata publicada el 18 de mayo en La Jornada.

Y más, mucho más, porque el señor es presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso, y por tanto, ha de tener más que “los pelos de la burra en la mano, la burra completa”.

Por eso, lejos de un intercambio epistolar mediático, el asunto ha de seguirse por oficio, hasta con denuncia penal, pues necesita recordarse que así empezó el duartazgo, tiempo cuando todas las denuncias políticas y mediáticas fueron silenciadas, tratadas con indiferencia y desdén, sin dar el siguiente paso, hasta que se llegó al peor latrocinio en la historia local.