Este jueves, el Gobierno de Brasil declaró el fin de la emergencia sanitaria nacional que había anunciado en noviembre de 2015 por el rápido crecimiento de los casos de zika y, consecuentemente, el nacimiento de bebés con microcefalia. Ello fue determinado por por la fuerte caída en el número de casos en lo que va de 2017 y porque la epidemia, pese a aún tener impacto sobre la salud pública, ya no es un «hecho inesperado o fuera de lo común».
Brasil, según un comunicado del Ministerio de Salud, «ya no llena los requisitos exigidos para mantener el estado de emergencia», que son, básicamente, que el impacto de la epidemia sobre la salud pública sea inesperado, fuera de lo común o con riesgo de propagación internacional. Como se recuerda, fue uno de los países más afectados en todo el mundo por la propagación del zika y por el salto en el número de bebés que nacieron con microcefalia y otras anomalías por causa del virus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también declaró emergencia sanitaria internacional en febrero de 2016 por la rápida propagación del zika, aunque también ya la levantó, en noviembre pasado.