lunes, mayo 6, 2024

Expediente 2017

“La víbora chillando”

Por Luis Velázquez

La PGR ha dejado “la víbora chillando” en la mano de los duartistas. En la rueda de prensa del domingo de Resurrección fue lacónica: siguen investigando “la red de complicidad, prestanombres y empresas fachadas”.

En tanto, la Fiscalía de Veracruz anda igual.

Hay 67 denuncias penales en contra de ellos, además de que rastrean las pistas negras de trescientos funcionarios con 777 carpetas de investigación abiertas.

La pesadilla apenas, apenitas, inicia. Punta del iceberg.

Lo que han vivido desde el triunfo del gobierno azul el año anterior ha sido una probadita de la Yunicidad, un político de fuego y con fuego, volcán erupcionando, viento huracanado.

Los reporteros desearon saber más y preguntaron a los fiscales de la Procuraduría General de la República, PGR, detalles, pistas, huellas, nombres, lugares, cantidades, sobre el caso Duarte. Pero callaron. Así lo establece el nuevo sistema penal. La frase célebre de “estamos investigando”.

Los duartistas lo han de tener claro, con todo, y como ellos mismos han dicho, que Duarte, JD, “era mi amigo, pero nos engañó”. Y los engañó tanto que, cierto, y en base a las denuncias penales de la Auditoría Superior de la Federación, ASF, desde el año 2014 en la PGR, JD hizo negocios con algunos miembros de su gabinete legal y ampliado. Pero también con sus amigos (Moisés Mansur, Jaime Porres y Franky García). Y de igual manera con otras personas, desconocidas para ellos, como las dos mujeres del estado de México sentenciadas ya a tres años y cuatro meses de cárcel.

¡Pobrecitos! Estarán viviendo el infierno. Y más, con las sorpresas que da la vida. Ahora se sabe que JD tiene hasta una empresa aérea. Se llama Redwings, donde está en sociedad con Moisés Mansur, en uno de cuyos jets (matrícula XA-STK), su concuño trasladó a sus tres hijos de Acapulco a Toluca y a Guatemala el viernes 14 y que fue, oh paradoja, la causa de su aprehensión en un pueblito turístico, Panajachel, de apenas 14 mil habitantes, pero con el lago más hermoso del mundo.

MUCHAS SORPRESAS ESTÁN POR DESTAPARSE…

Si el mismo CEN del PRI (el líder de los taxistas, Enrique Ochoa Reza) acusa a Duarte de la peor corrupción política nacional, entonces, su “red delictiva de cómplices, prestanombres y empresas fachadas” ha de estar canija.

Muchas sorpresas están por destaparse de la caja de Pandora que según la mitología griega contenía los peores males del mundo.

Lo insólito: ya para que Fidel Herrera Beltrán dijera en julio de 2016 que “Duarte no fue lo que yo esperaba” está en chino. Y más porque el fogoso, se entiende, es un conocedor de la naturaleza humana. En el caso, le falló su lupa, pues JD extendió su imperio y su emporio económico (usando los recursos públicos) en Veracruz, México, Estados Unidos y España y que según Solalinde le permitió desaparecer 180 mil millones de pesos.

Y si la ASF y la PGR rastrean las pistas de sus negocios, entonces, la Cuenta Pública del año 2016, la última del sexenio, será como si todos los demonios del infierno escaparan al mismo tiempo.

Y más, porque la Fiscalía azul está en alerta roja, amarilla, morada, negra, etcétera, casi casi un arcoíris político.

Ahora sí, la inteligencia duartiana al servicio del mal. Mejor dicho, al servicio de sí mismo, su patrimonio familiar. Soñando, quizá, con volverse en menos de un sexenio el político más rico del continente. El famoso tesoro escondido, y en oro, de los nazis. La riqueza de los aztecas escondida en las cuevas de las montañas que deslumbrara a Hernán Cortés y asociados.

DUARTE, IGUAL QUE VICTORIANO HUERTA

Las simples 67 denuncias penales en la Fiscalía tendrán a los duartistas a punto de un síncope atroz.

Y más, con un Yunes azul obsesionado, en la lógica de “Templo Mayor” de Reforma, con asestar latigazos al gabinete legal y ampliado del duartazgo, incendiar en la hoguera pública a Duarte y crucificar a Fidel Herrera, el maestro y padre putativo de un Javier Duarte que a los 43 años de edad descarriló su vida política enloquecido por el dinero fácil de las arcas oficiales y a quien los asesores y los suyos le hicieron creer el fantomas, entre ellos, Enrique Jackson, José Murat, Carlos Brito, Erick Lagos, Alberto Silva, Jorge Carvallo junior, Adolfo Mota, Édgar Spinoso, Tarek Abdalá, Juan Manuel del Castillo y Vicente Benítez, además de sus barbies.

Todos ellos, dice un priista, perdedores de almas.

La alianza de la PGR y la ASF atrás del duartazgo significa que Enrique Peña Nieto está decidido a todo. Y más, porque también Duarte lo engañó y lo estafó, luego de que en público dijera que el joven gobernador de Veracruz, admirador de Francisco Franco, era el símbolo de la nueva generación de políticos.

Javier Duarte terminó, sin embargo, en el símbolo de la corrupción continental. Los periódicos del mundo publicaron su captura en portada, cuando desesperado (Victoriano Huerta, el asesino de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez se tomaba una botella de whisky todos los días, igual que Richard Burton) dejó la habitación en el hotel para comprar una botellita de licor.

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