sábado, mayo 18, 2024

Expediente 2016

El gladiador priista

Por: Luis Velázquez

El gladiador priista, Fidel Kuri Grajales, solicitó licencia al Congreso de la Unión, para enfrentar en las urnas a la dinastía gladiadora de los Yunes azules. Se diría, lucha de titanes. Las dos partes, bragadas. Broncas. Peleadores callejeros. Fajadores de cantina, como se les conoce en la leyenda popular.

En medio está la disputa por la presidencia municipal de Boca del Río, de donde muchos años atrás papá Yunes, como le llaman en el Golfo de México, lanzó al cacique tricolor, Ramón Ferrari Pardiño, el líder fundador, y a mucha honra, del grupo de “Los bembones” y que ahora cabildean con el PVEM del otro diputado federal, Javier Herrera Borunda, el amigo más cercano de los hijos del fogoso a Javier Duarte.

Las partes, dueñas de una riqueza económica incalculable.

Además, y sin entrar en terreno disparejo, David y Goliat, con relaciones políticas que habrán de mostrar la casta.

Así, el PRI, partido de oposición en Veracruz, pretende rescatar el Ayuntamiento que perdiera con Anselmo Estandía, quien luego de su captura unos días y ser rasurado en la cárcel, se ha refundido en la vida privada.

También, claro, sueña el tricolor con levantar el ánimo si es que, digamos, derrotaran a los Yunes azules.

Y más, porque Boca del Río se ha convertido en la sede de la política estatal, Los Pinos jarochos, la hacienda de “El Lencero” de Antonio López de Santa Anna.

Y es que la pelea en ningún momento se reduce a Boca del Río, sino se prolonga hacia el año entrante, en que habrá cinco elecciones, entre ellas, la de gobernador de seis años y la presidencia de la república.

Ya se verá si al priismo le alcanza con Fidel Kuri, pues Yunes peleará con todo, batalla estelar y suprema de su vida pública, tanto Boca del Río como Veracruz con su hijo Fernando Yunes Márquez, senador con licencia, para alcalde.

Y más cuando ya tiene de su lado a Ramón Poo Gil y mucho se percibiría hasta a la delegada federal de la SEDESOL, Anilú Ingram Vallines, vía MAO.

TUMBAR A YUNES DEL CABALLO

Fidel Kuri está embrocado con el alcalde Miguel Ángel Yunes Márquez por el caso del pago de impuestos con los juegos de los Tiburones Rojos.

En el último cruce de espadas, el presidente municipal ganó la jugada.

Pero como las pasiones políticas son tan desaforadas, el rafagueo se ha multiplicado, pues el candidato de los Yunes es Humberto Alonso Morelli, el ex diputado federal que profetizara la cárcel durante diez años para el sexto y último secretario de Finanzas y Planeación del duartazgo, Antonio Gómez Pelegrín, aquel que acuñara la frase bíblica de “yo decía a Duarte que estaba mal desviar recursos y no me hacía caso”.

Kuri es originario de Orizaba, y apenas, apenitas, se estaría arraigando en Boca del Río, mejor dicho, en la ribera jarocha de Antón Lizardo, municipio de Alvarado, donde según las versiones compró su residencia al ex priista Alfonso del Rayo, hechura política de Rafael Valverde Elías, y testigo protegido en Estados Unidos para el caso de Pancho Colorado, “El señor de los narcocaballos” y al que un hermano de Alberto Silva Ramos, diputado federal, está ligado.

Pero, bueno, en el tiempo de la democracia multipartidista en que los políticos suelen cambiar de camiseta ideológica, todo se vale.

Y más, cuando Boca del Río se ha convertido en una parcela icónica y simbólica del poder azul y que en el lenguaje popular sería “la joya de la corona”, “la cereza del pastel”, pues nada enfurecería más al góber azul como perder la plaza, con todo y las linduras democráticas de que un partido gana y otro pierde, porque así, ajá, significó la decisión en las urnas.

YUNES, MÁS FOGUEADO QUE KURI

Fidel Kuri es diputado federal por segunda ocasión. Es un priista súper millonario. La sola propiedad de los Tiburones Rojos se cotiza en millones de dólares, cuando, según las versiones, su despegue empresarial fue, parece, con los llamados “Pisos Fieles” de Fidel Herrera Beltrán.

Es socio de Víctor Flores Morales, el propietario del sindicato ferrocarrilero desde hace más de veinte años, en casinos establecidos en el país, y quien de joven se creía el Elvis Presley de la negritud y ahora, cada vez que anda por aquí, pasea con unas modelos que ni siquiera encontraría en Rusia, donde según Vladimir Putin existen las trabajadoras sexuales más bellas y más fogosas del mundo.

De entrada, Kuri Grajales pondría su fortuna económica para izar la bandera roja en Boca del Río, pero igual y el Peñismo le entra a la campaña electoral a través del CEN del PRI, pues en teoría el partido que gane las alcaldías podría, digamos, quedarse con la gubernatura y la presidencia de la república el año entrante.

Y más, mucho más, cuando en el año 2012, Enrique Peña Nieto fue derrotado como candidato presidencial en el territorio jarocho de Javier Duarte por la panista Josefina Vázquez Mota.

Ninguna duda existe que habrá guerra sucia en las dos partes. Compra de votos. Compra de conciencias. Compra de lealtades. Y el OPLE y el INE, en el limbo, “dejando hacer y dejando pasar”.

La casta de Fidel Kuri ante la casta de los Yunes azules, con un Miguel Ángel padre más fogueado, con todo y que en 1997, en la plenitud chirinista, perdiera 107 presidencias municipales cuando las elites rojas se unieran en un frente común.

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