martes, abril 30, 2024

Barandal

•Fidel Herrera se impone

•Pepe Murat, su Pípila

•Lorena Martínez, sometida

Por Luis Velázquez

PASAMANOS: A las tres de la mañana del miércoles 29 (una hora antes después de que en Poza Rica balearan al reportero y académico de la UV, Armando Arrieta Granados), “El G50”, integrado por 50 priistas jarochos, empezaron a revolcarse en su cama.

Los celulares sonaban en la mayor parte donde la madrugada los había sorprendido con una noticia que algunos podrían llamar “noticias falsas” tipo Donald Trump, pero al mismo tiempo, los despertaba atónitos, sorprendidos y a punto de un infarto.

Unos a otros se llamaban para darse la noticia de 8 columnas que horas más tarde circularía en la portada del periódico Notiver, en que estaba publicada.

Andrea Yunes Yunes, la hija del senador Héctor Yunes Landa, el ex primo de Miguel Ángel Yunes Linares, sería la candidata priista a la presidencia municipal.

Incrédulos, algunos lo creyeron y con el corazón apretado miraron la hora deseando que fuera las 7 de la mañana para reunirse en el café de siempre.

Ninguno se sintió con ganas de luchar. Pero algunos olfatearon el origen de la noticia que parecía inminente: atrás del operativo mediático estaba, se dijeron, Fidel Herrera Beltrán, el góber fogoso, el maestro del complot y la intriga, el colmillo político más afilado del Golfo de México, la nauyaca desparramando su veneno siniestro en el carril mediático.

Hacia el amanecer, antes de que los gallos cantaran en sus casas o en los corrales vecinos y los gatos dejaron de gruñir y restablecieran su paz interna, algunos de plano decidieron levantarse con el pretexto de irse a trotar en el malecón con otros más y ahí, más que comentar la noticia, armar una contraofensiva.

“Palo dado… ni Dios lo quita” se dijeron cuando caminaban a prisa y de prisa en el malecón.

Fue entonces cuando antes del amanecer habían desenredado la reata del jaripeo político.

BALAUSTRADAS: Desde un principio lo olfatearon, pero después lo fueron confirmando atando y desatando la cuerda.

Lorena Martínez, la derrotada candidata a gobernadora de Aguascalientes, trae dos sellos en la frente. Uno, Miguel Ángel Osorio Chong, MAO, y dos, José Murat Casab.

Y Pepe Murat, el ex que impuso a su hijo Alejandro de gobernador en Oaxaca, es Fidel Herrera.

Y Fidel Herrera está metido hasta el tuétano en la elección del candidato a la alcaldía.

Primero, cabildeó para imponer a su hijo, el diputado federal, Javier Herrera Borunda, como el candidato.

El G50 se opuso y se le cayó el teatrito.

Entonces, el nombre de Juan José Sierra, el presidente de COPARMEX, apareció en el carril. Incluso, viajó a la Ciudad de México para un consejo de un hijo de Carlos Slim y también recibió la bendición y otro consejo del Obispo.

Pero, de pronto, en momento inesperado, declinó por completo, siguiendo, digamos, al panista Francisco Ávila Camberos, quien había aceptado la nominación externa del PRI, pero de pronto, y luego de su entrevista en el palacio de Bucareli con MAO, vía Anilú Ingram, delegada federal de SEDESOL, declinó argumentando el rechazo de su familia (y la falta de apoyo oficial).

Fue cuando otra vez el góber fogoso levantó la mano y lanzó a su antiguo socio, quizá todavía, Antonio Sierra.

Según el G50, y ante la reticencia de una parte de ellos, el fogoso, con sus aliados, entre ellos, Lorena Martínez y la exalcaldesa Carolina Gudiño Corro, lanzaron “la noticia falsa” de que Andrea Yunes era la candidata.

Y la filtraron como un hecho real, concreto y específico para así, entre otras cositas, amarrar a Sierra.

Y es que a estas alturas, el G50 siente, presiente, huele, está cierto de que la delegada del CEN estaría jugando las contras al mismo PRI para fortalecer al PVEM, donde juega el hijo de Fidel.

Pero más aún, Fidel Herrera Beltrán mismo.

Todo con un solo objetivo:

El tricolor en la ruleta rusa está perdido y la única posibilidad es que el PVEM levante.

Y si antes el PVEM se aliaba con el PRI, ahora, de cara a la elección del año entrante (cinco en total), el tricolor habrá de aliarse con el verde.

Y más, mucho más con la bendición de Lorena Martínez que cumple “al pie de la letra” las órdenes superiores, tanto de MAO como de Pepe Murat, quien iniciara su carrera política en el altiplano al mismo tiempo que Fidel al lado de Luis Echeverría Álvarez.

ESCALERAS: El fogoso está mirando la elección jarocha como un trapecista político, soñando que el año entrante lanzará, como lo tiene previsto, a su hijo Javier como candidato del PVEM a la gubernatura.

Y por añadidura, para enfrentar cara a cara a su enemigo público número uno, Miguel Ángel Yunes Linares, quien trabaja ya, ya, ya la nominación de su hijo Miguel Ángel para el trono imperial y faraónico de Veracruz, la fuente, por cierto, de todos los males sociales de la caja de Pandora y que convirtieran a los duartistas en el equipo político más corrupto en la historia nacional.

Atrapados y sin salida los miembros del G50 se sienten tan solos como un gato en la madrugada lloviosa, en que todas las gatitas se esconden temerosas del torrencial.

Primero, porque el fogoso les ha ganado una vez más la pichada y todo indica, hasta anoche, que Antonio Sierra será el candidato.

Segundo, porque Lorena Martínez está al servicio del fogoso.

Tercero, porque, dicen, el presidente del CDE del PRI, Renato Alarcón, fue rebasado, desde hace un ratito, por la delegada, asesorada por sus gurúes Elizabeth Morales y Beatriz Paredes.

“Íbamos bien, pero no pudimos con Fidel Herrera ni con Pepe Murat ni con Lorena Martínez ni con MAO” dice uno de ellos.

Y Anilú Ingram los dejó solos.

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